Las cosas pasan muy rápido...

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Entre las cuatro paredes de su oficina el Sheriff Stilinski trataba de analizar los datos que esa mañana le había llegado, aparentemente unos jóvenes habían desaparecido misteriosamente de su carpa de acampar en la reserva natural la noche anterior, los informes indican que desaparecieron sin dejar rastros, sus objetos personales fueron hallados en la escena del hecho, así como la fogata encendida y la comida servida en platos pero no fueron tocados, a unos metros de la zona de acampada se pueden ver rastros de forcejeo y huellas de los muchachos que fueron arrastrados, lo que lo lleva a pensar que fue un secuestro, no sería la primera vez que en el condado se secuestra a algún joven con fines de rituales satánicos y de sodomizacion, pero en esos casos solo un joven desaparecía y era hallado unos días después muerto, pero esta vez habían desaparecido ocho jóvenes de entre 15 y 23 años; el Sheriff se encuentra preocupado ya que  entre los jóvenes desaparecidos se encuentra uno de los compañeros de clase de su hijo. El Sheriff tenía mucho en que pensar, su trabajo lo traía muy ocupado, las desapariciones y los crímenes locales eran una cosa y otra muy distinta los rumores que surgieron entre los oficiales que patrullan los bordes de los bosques, los oficiales afirman escuchar pisadas y gruñidos cada vez que se acercan a los bosques, así como escuchar un extraño canto de mujer en los claros cercanos,; su hijo también era una preocupación que lo carcomía por dentro, las últimas noches lo ha escuchado hablar solo y esa era una señal de decaimiento y aunque le doliera en el alma buscaría lo mejor para su hijo aunque eso lo lleve a separarse de nuevo y como si todo eso no fuera suficiente la llega de un nuevo oficial transferido con un frondoso historial de problemas lo tiene intranquilo.

Por otro lado esa misma mañana el alfa de la manada Hale recibía una noticia no muy grata, una de sus betas, la única mujer hasta el momento le había comentado que había visto a su tío por el pueblo, para Derek la llegada de su tío era señal de problemas y problemas era lo único que no necesitaba, problemas era lo que abundaba en el día a día del alfa nacido, lo sentía en sus huesos cuando despertaba por las mañanas, algo se estaba tramando en su contra, desde que recibió aquella notificación hace meses atrás de un consejo de hombres lobos que desconocía existencia alguna, el cual le exige formar una manada y buscar una pareja digna de un pura sangre, lo cual ha empezado a hacer, su manada había empezado de una manera complicada con la transformación de Erika e Issac, la muerte de Boyd durante la transformación fue un golpe bajo, pero la llegada de los gemelos estabilizo un poco los lazos de manada aun formadas, el hecho del miedo irascible de perder a su última hermana viva lo ha orillado a mantener alejada a su hermana Cora que indirectamente la ha encaminado un peligro aún mayor, una pareja, era necesario encontrar una pareja, ¿pero donde encontraría una pareja digna? especialmente cuando todos sus sentidos se encuentran tan confundidos en estos momentos; la bestia-demonio que llegó al condado no ayuda mucho a relajarse y poder concentrarse en los asuntos familiares y de manada, la bestia era una de las cosas que lo tenía trastornado y preocupado, no atacaba ni mataba a nadie, simplemente rondaba por ahí en busca de una persona y esta persona es a quien debe de encontrar a como dé lugar, y esta misma persona la que no deja rastro alguno, ninguno de la manada ni de la manada del alfa verdadero tenían idea alguna de quién podría ser el objetivo de la bestia-demonio, la mujer de extraña apariencia y fragancia no había vuelto a aparecer y como si todo eso no fuera suficiente ahora llegaba su tío al tablero, Peter solo quiere una cosa o por lo menos a los ojos de Derek era así, quiere poder y estar del lado del poder, no estaba seguro del porque volvería a la ciudad pero lo averiguaría. Luego estaba Stiles, el pequeño pitikê como lo había llamado lo tiene aun mas confundido, el niño llegó justo en momento menos esperado para él, formando su manada y buscando aliados para ser más fuerte, pero este niño tenía algo que lo consternó, la primera vez que lo vió fue en el estacionamiento del instituto cuando fue a buscar a su hermana, el olor del niño era desagradable, bueno en realidad no tanto simplemente no le agradaba el olor a menta aunque debía de admitir que la fragancia a bosque era agradable, pero algo había pasado, cuando su interés por saber de quién era ese niño la fragancia del mismo cambio, a uno de incienso y canela, luego miedo, mucho miedo, algo lo habìa asustado; esto mismo volvió a ocurrir cada vez que lo veía, la vez de la feria de donación de ropas, en el supermercado, en la escuela cuando llevaba a los chicos a clases, la intriga lo golpeo fuerte esa mañana cuando llego al instituto en el coche de la banshee junto con su hermana, en cuestión de segundos había empezado a sentir un miedo irracional y a expedir un olor a enfermedad, había preguntado a Erika e Issac si siempre era así pero sus betas le informaron que no, de modo que solo era así en su presencia, lo confirmó la mañana que su hermana lo llevó a su loft, el niño estaba tranquilo pero los cambios de humor y olor eran abrumadores y lo confundían mucho. 

Olvídame   (Sterek)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora