Fragmentos

The Golden Throne for Death

Ciudad Perfecta 

Estoy aquí, una nueva aventura, donde son nobles y leales a la hipocresía y melancolía. ¿A quién me llevare hoy?, ¿acaso será ese hombre que deambula por el barrio y sufre por la sociedad, o ese niño en brazos de su madre el cual sonríe, pero muere lentamente? Esta ciudad que entre penumbras brilla y en la que la luna es la guía. Quizá esta sea la ciudad, la ciudad que nunca duerme, aquella que al mirar el ocaso espera con ansías la fantasía de las estrellas, aquella en la que reina lo incorrecto y aquella que amaría con tanta pasión que me odiaría por la exasperación en cual la hago; es mi cielo, mi aura, mi ser.

¿Qué hay por aquí?

Llevo la vista hacía el lugar en donde el sonido de los carros es más profundo, las calles más viejas, allá donde el suelo es lujoso ante mis ojos y las personas con sus caras patéticas caminando hacía sus aburridos empleos. Aquel hombre muy viejo y pobre, con su cara desgastada y su ropa hecha trizas, al mirar sus ojos he descubierto su dolor, llamas, fuego, culpa... su familia. No he de dudar, me lo llevaré, su vida ahora me pertenece.

A lo lejos, un lugar distante, donde las calles son iluminadas por la luz artificial, muchas personas deambulan por aquí, y en donde al parecer tratan de llenar un vacío, pero no pueden llenarlo porque no es felicidad verdadera, es engañar a tu corazón para que crea que eres feliz.

Al mirar este barrio me encuentro con perros que me ladran, tal vez me vean o quizás solo saben lo que soy y lo que puedo hacer. Echo un vistazo a las personas, a los pobres pidiendo limosna, a los ricos en sus autos lujosos, pretendiendo ser lo mejor, pero lo que no saben es que son de lo peor, veo a los adolescentes "enamorados" que caminan de la mano y se sonríen entre sí, pretendiendo que él o ella sea el amor de su vida y no es así, ¿CREEN QUE EL AMOR ES REAL? ¡Ilusos!, no pueden sentir algo que no existe. Observo a las personas que tienen un teléfono en su mano y gritan a sus empleados; detallo a los artistas que bailan, cantan, dibujan, diseñan o actúan; al parecer son dignos de vivir aquí, a algunos se les nota su bondad, a otros su alegría y a unos pocos su capacidad de soñar.

Mira ese ángel, que mujer más hermosa, su belleza inhumana es algo antes nunca visto; que cuerpo más perfecto, que labios tan suaves que resaltan su pálido rostro, su belleza es incomparable como la diosa Afrodita. Al ver sus ojos, un horror se inunda en mí, su pecado es imperdonable, ¡NO!, ella no pertenece a este lugar, no debe ser de aquí. Y al llevarme su alma, ésta queda en delirio, pero en paz.

Y aquella chica de allí, ésa al lado de la fuente que se encuentra en medio del parque donde los niños juegan y aman la felicidad; ¡qué inteligencia!, su filosofía me envuelve y aquellos pensamientos desquiciados son extremadamente impactantes, ¿será digna de estar en este paraíso?, aquellos ojos esmeralda son la perdición, al parecer ella es peor que todos aquellos a los que me he encontrado en el camino... Agarre mi hoz y ancle su alma, la cual derrama desgracia. No dejaré que aquellas personas deshonren mi nombre y que quebranten la armonía de mi aura, aquellas que con su arrogancia pretenden silenciarme porque esta ciudad es mi reino y la reverencia haré presente ante mí.

Aquel hombre que perdió su familia en llamas, él fue el culpable y su vida no le pertenece, porque no puedes ser ignorante al amar tu vida; aquella mujer que vendía su vanidad y exquisita pasión, que con su cuerpo y deslumbre solo se los daba a los hijos de puta; (solo se los daba a los desgraciados que solo la veían como un objeto, recibiendo a cambio,un beneficio efímero como el dinero;) y esa mujer que cometió ese delito ¿ROBAR, EN MI CIELO?, ¡es injusto no se merece ser robado aquí! Y si un día en mi ciudad encuentro esa gentuza, yo la muerte, los hare sufrir las penas que con el dolor y melancolía se han ido al inframundo. Por ahora me llevo mis almas, mi hoz, respiro el ultimo aire y me marcho a otra nueva aventura, tal vez esa si sea la perfecta, ¿o quizás no?

Escrito en:

19/10/16