CAPITULO 2.

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                           EVAN
LUNES:

Lunes, inicio de clases, el único día de la semana que es odiado por un gran porcentaje de los estudiantes, incluso por personas que ejercen la jornada laboral, no digo todos, a muchos les gusta, yo soy el claro ejemplo. Es día de nuevas conquistas, por eso es mi día favorito de la semana.

Me levanto de la cama por el sonido del despertador y con energía acumulada me dirijo al baño, hago mis necesidades mañaneras, tomo una relajante ducha y luego de 15 minutos salgo con una toalla envuelta alrededor de mi cintura. Opto por ponerme un Jean negro, junto con una camiseta blanca y unas converse negras, tomo mi mochila y en ella echo mi celular, audífonos y algunos libros.

-Perfecto, ya estoy listo y faltan 40 minutos aún para la entrada a la escuela.-

Salgo de la habitación con mi mochila al hombro y me topo con mi prima saliendo de su habitación,  sorprendente, mi día esta empezando mejor de lo que creía. Lleva puesto un lindo short negro, demasiado corto para mi imaginación o la de otros hombres, una blusa rosada ajustada que apenas y cubre sus senos, parece más un sostén, junto con unas vans blancas ¿Cómo puede ser capaz de vestir así y creer que podre controlarme para no quitarle la ropa? definitivamente este será un día muy largo.

Bajo las escaleras, para encontrarme que los únicos despiertos somos nosotros.

-¿A dónde se supone que piensas ir así vestida, muñeca?- La hermosa chica a mi lado me sonríe traviesa.

-A donde no te importa, imbécil.-

-Oh, parece que ya podemos hablar. -comento acercándome a su cara, colocando un dedo sobre sus labios.-  Pero mira que boquita, no busques problemas, muñeca bonita.- Quita mi mano de su cara con cierto desprecio en su mirada.

-Deja de meterte conmigo, no te interesa como salga de la casa, no eres nadie.-

- Por sí no sabías me llamo Evan Hunt, sí soy alguien y tú eres mi prima, querida Abigail Avery, así que por ende tienes que hacerme caso. Además, soy mayor que tú, aún eres menor de edad-

-Sólo eres 9 meses mayor, igual que mi hermano, así que no presumas.- pasa por mi lado, chocando su hombro contra el mio y sale de la casa.

-Ya veremos quien la lleva.-

Acomodo mi maleta en mi hombro, tomo una manzana para el camino y me dirijo al garaje por mi auto, cuando estoy apunto de cerrar la puerta de la entrada principal, Jayden baja corriendo por las escaleras, haciendo un intento en vano de no caerse, ya que en el último escalón se enreda con la alfombra y cae de cara. Me apoyo en el marco de la puerta mirándolo con un toque de diversión en mi rostro, segundos después se levanta de un salto y rápidamente llega a mi lado.

-Oh Dios, pensé que me habían dejado.- su voz es entrecortada y su respiración agitada, toco su hombro y lo aprieto levemente para calmarlo.

-Aún es temprano amigo, tranquilo. Iba a esperarte afuera, pero ya que bajaste podemos irnos. Por cierto, no sé donde esta tu hermana.- Su cara se desconfiguro en cuestión de segundos, la leve sonrisa en su rostro desapareció y en su lugar un ceño fruncido apareció.

-¿Cómo que no sabes dónde esta?-

-No lo sé, la vi temprano y tuvimos una pequeña discusión por su vestimenta, salio y se fue.-

-¿Y la dejaste irse así como así?-

-¿Qué se supone que iba a hacer? Ni siquiera le agrado.- me encojo de hombros y salgo de la casa para evitar más discusiones. Saco las llaves del auto de mi bolsillo y tomo asiento como piloto.- ¿Qué no piensas montarte?- Miro a Jayden que se encuentra mirando mi camioneta sorprendido, a mi también me encanta mi Jeep último modelo, regalo de mi hermosa madre por mi cumpleaños 18.

Solo somos PRIMOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora