Cocino pasta y Bastian escribe en la computadora lo que conversamos, el tiempo pasa con tranquilidad, Odeth tenía razón, siento libertad al estar junto a alguien que no huele a nada.
Cuando estoy terminando la ensalada, hemos terminado la asignación, Bastian pide prestado mi baño, y mientras está allí, su teléfono celular comienza a sonar, no hago caso, hasta que es la tercer llamada me asomo, debe ser algo urgente.
Veo el nombre de Ammyt Tanatos, asumo que no es familia porque tienen diferentes apellidos, el sonido de mensaje me asusta y a pesar que no debería leo en una ventana emergente el siguiente mensaje:
«Recuerda lo que hablamos en la escuela, ¿Esa chica vale la pena? ¿O debería simplemente tomarla ya? Necesito tu respuesta hoy...
Estoy helada al leer eso, no es que lo conozca mucho, pero jamás pensé que Bastian fuera de esos chicos que usan a las chicas y se las pasan a sus amigos.
Es realmente una decepción, pero decido que no soy quien para juzgar, igualmente él no es mi novio, ¡Dios que estoy pensando! Ni siquiera es mi amigo, así que continúo haciendo la ensalada sin pensar en Bastian con otras chicas.
Cuando regresa le digo:
—Tu celular ha sonado varias veces.
—Gracias —dice frunciendo el ceño, lo revisa y dice —le respondo luego.
Cenamos y conversamos de libros, al parecer una afición que tenemos en común, cuando terminamos me ayuda a recoger los platos y cuando todo está en su lugar nuevamente, se despide de mí y desaparece por la puerta.
En cuanto cierra la puerta, siento un vacío en el estómago, ¡Soy tan patética! Sentirme sola nuevamente, sólo porque pasé algunas horas con él, así que me espabilo y subo a dejar mis cosas en mi escritorio.
Me recuesto en el sofá de la sala a ver televisión, debo esperar a mi madre, pues debo pedirle dinero para comprar algunos materiales para un experimento y cómo sé que no la veré a menos que esté en la sala, me acomodo a ver una película, una comedia romántica de Sandra Bullock.
Cuando me estoy quedando dormida, escucho la puerta abrirse, me incorporo y veo a mi madre entrar, seguida por un hombre que apesta a soberbia y codicia.
Mi madre repara en mí y su olor cambia a disgusto, mientras que el hombre me mira y su olor cambia a lujuria, siento asco de pensarlo.
Así que hablo pronto para irme lo antes posible:
—Hola, ¿Qué tal el trabajo? —no puedo pedirle de un sólo el dinero.
—Muy bien —responde mi madre, dándole una mirada cómplice a su acompañante, y mirándome nuevamente pregunta —¿Qué haces aún despierta? ¿Qué quieres?
Siento el malestar en sus palabras, así que decido simplemente responder:
—Mañana debo comprar unos materiales para hacer un experimento.
Mi madre solamente saca, varios billetes me los entrega y se aleja así la cocina, con el hombre tomado de la mano.
Yo subo a mi habitación y cierro la puerta con llave, además de colocar mi baúl contra ella, no sé qué puede hacer el acompañante de mi madre o si pasará la noche aquí, pero su asqueroso olor todavía lo siento, así que debo ser cuidadosa.
Me cambio de ropa y tomo un libro para leer y acuesto, escucho risas y sonidos de vasos en el piso de abajo y después de algunos minutos, los escucho pasar al cuarto de mi madre, me colocó mis audífonos y continúo mi lectura, esta será una noche muy larga.
***
El resto del mes, transcurre sin mayores contratiempos, con Bastian me cruzo algunas veces por los pasillos, y hemos llegado a una especie de rutina, siempre llega a la biblioteca cuando estoy trabajando allí, y conversamos de libros o simplemente se sienta a leer cerca de donde estoy trabajando, los miércoles nos reunimos para trabajar en las asignaciones de literatura y cenamos juntos.
Pero esta semana casi no he podido dormir todos los días pues mi madre ha llegado acompañada por Esteban, el hombre que apesta, todos los días.
Tengo nueva asignación que debo realizar con Bastian, no lo he visto más que dos veces por los pasillos y una vez en el patio con un chico muy raro, lo he visto hablando solamente con él en toda la escuela, un chico extraño de aspecto algo "emo", que después Odeth me dijo que se llamaba Ammyt Thanatos, el chico de los mensajes que leí.
Cuando he pasado junto a él, he sentido un fuerte olor a incienso, flores y velas quemadas, lo que nunca había sentido antes, podría describir ese olor como el olor que sientes en los funerales.
Me ha visto, pero no me han dicho nada.
Con Bastian realmente no nos conocemos muy bien, podríamos decir que no somos realmente amigos, pero me agrada pasar el tiempo con él, es tan refrescante y gratificante el poder estar con alguien sin pensar que siente o como le afecto con mi presencia, me siento tan patética al extrañar nuestro tiempo juntos esta semana.
Decido llamar a Bastian, pues debemos hacer un informe para dentro de dos días sobre la comparación de dos obras literarias, que creamos que son similares en trama.
—Aló— responde Bastian después de varios tonos.
—Hola Bastian, soy Samantha... —le digo algo temerosa por el tono frío en su voz.
—Sé quién eres... ¿Te puedo llamar en otro momento? —Dice y escucho la voz de una chica y un chico al fondo justo cuando dice— estoy muy ocupado en este momento.
—Está bien —es lo único que alcanzo a decir antes que corte la llamada.
Al parecer ha estado ocupado toda la semana, siento dentro de mí una pequeña espina de celos, porque podría jurar que la voz que escuché es la de Francia, la desagradable chica de literatura, creía que le caía muy mal, ¿Puede ser que mal interpreté lo que vi?
Tomo mi bolso y me dirijo al hogar de niñas, necesito almas limpias y cálidas como bálsamo para mi alma.
Hola perdón por haber dejado esta historia un poco olvidadita, pero espero retomarla nuevamente.
¿Por qué creen que Bastian estaría con Francia?
Por favor, recuerden dejarme sus comentarios y regalarme una estrellita con sus votos.
Gracias por leerme,
Besitos,
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Smell
FantasyLos sentidos están en la vida para poder comprender lo que nos rodea ¿Pero si lográramos descubrir más a través de ellos, o pudiéramos sentir diferentes cosas? Samantha es una chica que sabe la respuesta a estas preguntas, ella ha nacido con el don...