En busca del princeso durmiente

Enfrentando al mayor rival

Los personajes de Boku No Hero Academia no me pertenecen, solo el amor que les tengo.

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Tras usar las monedas de oro como escalera para llegar hasta el lomo de la bestia, dio un fuerte golpe en sus escamas para que éste finalmente despliegue sus alas y se zambulla en el cielo. Recorriéndolo a gran rapidez, llegando en poco tiempo a la altura de su rival. Que se encontraba derrumbando los muros de la torre.

El hombre de la capa la vio llegar y seguidamente, se dejó caer dentro de los aposentos del princeso. Tras caminar un par de pasos dentro de la habitación se liberó de sus ropas. Dejando al descubierto su gran cuerpo, que al girarse le dejó a la vista la gran diferencia que había entre ellos. Su miembro parecía el de un puto caballo.

Yaoyorozu se bajó del dragón y lo dejó volver a su amo, perdiendo la vista en la monstruosidad que se encontraba en frente. ¿Acaso ésta brillaba? Era tan gloriosa que no le parecía raro.

Se acercó al contrincante observando un sólo lugar. Su miembro era muy diferente al que fue descubriendo cuando deslizaba sus manos en las temblorosas piernas del príncipe, el de éste era delicado, pequeño. Un pequeño y débil gusanito.

Con esfuerzo, desvío la vista hacía donde yacía el princeso durmiente. Éste se había girado en sueños y dejaba caer su fino cabello hacia un lado. Con la boca abierta, un ligero sonrojo por quien sabe que razón y su delgado cuerpo tembloroso. Que la hacía desear tomarlo y hacerlo suyo ahora mismo.

Observó los juguetes que guardaba, ¿Serían suficientes para complacer tal belleza?. Llevó su vista nuevamente al gran arma de su contrincante, no se sentía capaz de negarle aquello al princeso.