Pequeña zorra; yaoi/gay. (CANCELADA)

Capítulo uno.

La vida de Amadeo era agotadora y agitada, —o así decía él—, pues tenía que estar buscando nuevos atuendos casa semana, ¿qué?, ¡no iba a repetir una vestimenta!, ¿estás loco/a?, para nada, Amadeo, un niño rico y caprichoso, siempre quería estar a la moda.
Además, ¿crees que mantener nueve –o más–, chicos felices es fácil?, no señor.
¡Ah, y ni hablar de las ocho horas que debe dormir!, si no, sus ojeras crecerán y él, no lo podrá soportar.

Pero Damien, oh, el lindo y no tan pequeño Damien.
Su vida era tan tranquila, solo se preocupaba por estudiar, o pasar algún videojuego, hasta que en un trabajo le toca de compañero el increíble Amadeo, o como le dicen, Anais. Su vida da un giro inesperado y ¡baam!, quizás, y solo quizás, uno se enamore.

¿Pero quién realmente será el enamorado?

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— Anais, míralo de esta forma, el chico es guapo. Te acuestas con él, le gustas, pasas el trabajo, trabajo resuelto. No te compliques — el amigo de Amadeo, Teodoro. Se encontraba intentando animar a el nombrado anteriormente, pues en su trabajo de historia no le había tocado de compañero el chico con el que quería acostarse, si no Damien, el chico menos popular de la clase, no era feo, debía admitirlo pero, vamos, que no lo quería y ya está, tampoco era una belleza del otro mundo; cuando le interesara se encargaría de enrollarse con él, pero por ahora está bien, ya, fin de la historia.

— Es que no lo entiendes, joder — contestó enfadado el pelirrojo —teñido—, — Él no me gusta, me gusta Kevin, no Damien

— ¿Sabes como si te va a gustar? — el chico rubio, dijo de manera provocativa, sabía que de esta manera convencería a su amigo, y Anais, le prestó atención interesado — Es muy difícil que a él le atraiga alguien, y a ti no te gusta él, pero si te gusta lo difícil. Así que mira, si lo conquistas, cuando lo tengas en las nubes, ¡pam! Le rompes el corazón y lo humillas, a ti te encanta hacer eso. ¿O no?, tú quieres todo, y a él, aún no lo tienes — esas fueron las palabras mágicas para que él otro se convenciera totalmente de hacer su misión. Porque, ¿quién le gusta quedarse con algo?, no señor, si tú no tienes algo lo obtienes y cuando lo tienes ya no lo quieres. O así lo veía él.

— Me convenciste — se levantó el pelirrojo — Iré a hablar con el chico ese.. Damien..

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¿Y por qué había ocurrido eso?

Amadeo punto de vista

— Bien, vamos a asignar los grupos para el proyecto de historia, se tratara del último tema visto. Deben hacer un ensayo con 200 páginas mínimo. Para el viernes, estamos a miércoles así que tienen dos días  — habló el viejo calvito o como yo le digo viejo necesitado de sexo — Kate con Teodoro, Jefiel con Karen, Taila con Zeik, Kevin con Sara, Amadeo con Damien..

— ¿¡Qué!? — gritamos yo y Damien demasiado alto — ¡Yo no voy a trabajar con él! — y nos señalamos.

— Profesor, yo me preocupo por mis notas, ¡no como Amadeo! Por favor déjeme hacerlo solo — rogó el chico de cabello azabache.

— Y yo no voy a hacer esa cosa con un imbécil asocial cono Damien, Por favor ¡déjeme hacerlo con Kevin! — rogué yo.

— Ya elegí los grupos. Siéntense en silencio y confórmense — ordenó.

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Y así habíamos llegado a esto.

— Hey perdedor  — me acerqué a Damien quién se sentaba en la vieja cancha de basquetbol, la cual siempre estaba sola, excluyéndolo claro está — ¿En que casa nos reunimos? — él estaba sentado tranquilamente en el suelo comiendo un sándwich de vete tú a saber qué.

Levantó la vista y sus ojos azules se encontraron con mis ojos negros.

— No te preocupes Amadeo, yo haré el trabajo – mentiría si dijera que eso lo dijo en un tono dulce y no cínico.

— ¿Y por qué?, se supone que es en equipo — me senté a su lado y le di un mordisco a su sándwich sin que me lo permitiera, por cierto ya descubrí que tenía; alfalfa, queso un poco de jamón y tomate, uh la lá.

— Ehm.. – este pareció incomodarse – Se que no te agrado y tampoco te gusta trabajar, así que déjamelo a mí.. – explicó jugando con sus manos, me odiará pero era sutil al explicar las cosas. Porque si yo fuera él ya me hubiese insultado.

— Intentas decir que soy inútil pero no sabes cómo, ¿verdad?, tranquilo, te ayudaré, confía en mí, ven a mi casa a las 4 – le di un beso a la mejilla y me fui sin dejarlo responder, algo que noté, fue que ni se inmutó, más bien pareció desagradarle, y eso que todos mueren por un beso mío, —o una mamada—.

Aunque pensándolo bien, soy un verdadero hijo de puta, no me arrepiento de nada, es decir, me voy a arrepentir de algo.. ¿yo?, ¿a estas alturas? ¡Por favor, que clase de mal chiste sería ese!, tan malo que.. me reí, si, en medio de el instituto, me reí como un idiota de tan solo pensar eso.

Y es que ya estoy acostumbrado, acostumbrado de llevar mi vida así, estoy cansado de esos estereotipos de vida perfecta, en la que debes mantenerte discreto, sin llamar mucho la atención copiando la misma personalidad que llevan todos, parecen muñecos de fábrica, no importa lo que hagas te criticarán de todas formas y ¡Joder, que fastidio!, hace tiempo decidí hacer lo que yo quisiera, como yo quisiera y sin que me importara lo que los demás dijeran.

¿Que si soy una puta? ¡Bah, que más da!, todas/os lo son en el fondo, otra cosa es que lo oculte por miedo a lo que la sociedad les diga.

Además tampoco es que mi vida se pueda arruinar demasiado. Mis padres siempre están en el trabajo, los veo si acaso los fines de semana, ¡y si ocurre un milagro dos o tres días a la semana!, eso sí, me cumplen todos mis caprichos ya que son dueños de una reconocida empresa. Y como apenas saben de mi, nunca se han enterado de como soy, me imaginan como un chico perfecto, además siempre me encargo de solucionar mis problemas antes de que lleguen a ellos, y hablando de mis notas, a pesar de mi completo desinterés en estudiar, al final, siempre consigo pasar la materia que me falta y terminar el año, quizás no con notas perfectas pero lo paso. Pero es así, siempre consigo lo que quiero, siempre, sin importar que.
El supuesto "karma", nunca se me ha aparecido, por lo que no creo que ser tan hijo de puta importe mucho. Aunque honestamente hijos de putas hay muchos, ¿qué más da que haya uno más?.

Después de este día de escuela, me fui directo a mi casa, almorcé y me arreglé para la visita de Damien, además le mande un mensaje con mi dirección. ¡Que tarde tan alentadora, me la pasaría con el chico más insignificante de mi clase haciendo la cosa más aburrida del mundo: trabajos! Joder que emoción... hice un gesto de asco y luego me fijé que a penas eran las 3:00 de la tarde así que decidí tomar una siesta mientras esperaba a Damien.