Capítulo cinco.

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Sacamos un 10 en historia, pero yo seguía algo... extraño, por haberle dicho eso a Damien.

Sin embargo, hoy me olvidaría de todo eso ya que es la fiesta de Melissa, bebería mucho, follaría y me olvidaría de todos estos estúpidos sentimientos que estoy comenzando a tener. Ha pasado ya una semana en la que no nos hemos intercambiado ni un hola. Ya no hay razones para que él y yo hablemos, ya no tendré que prestarle atención y por fin, podremos volver a la normalidad... Y aunque muy dentro de mí siento que no quiero, decido no prestarle demasiada atención a eso.

Escojo cuidadosamente lo que me colocaré, no me dio tiempo de comprar nada nuevo pero creo que puedo arreglármelas. Me coloco una camisa de cuadros negra para que haga contraste con mi cabello rojo y unos vaqueros rasgados, no me gusta vestirme demasiado femenino, la gente siempre suele decirme que no va acorde mi actitud vestirme así, sin embargo no es que actúe demasiado afeminado... aunque tampoco soy exactamente masculino.

Siempre insisto que soy andrógino, pero Teodoro siempre se ríe y me dice "Ya quisieras", porque según él por más que lo intente mi rostro se ve de chico. Me río, como si eso fuera un impedimento para lograr acostarme con quien yo quiera. Nadie me dice que no, nadie.

Escucho mi teléfono sonar y leo el mensaje de Teo diciéndome que ya están afuera, entonces me apresuro, guardo mi celular, me echo un poco de perfume, arreglo mi cabello y coloco la expansión que me había sacado mientras me bañaba en mi oreja.

Baje rápido las escaleras y tomo mis llaves para después salir y ver el típico auto de niño pijo afuera de mi casa, me encanta. El que maneja es Kale, un chico miembro del equipo de fútbol, a su lado esta Laura, su novia, sin embargo a ambos los he visto revolcándose con muchos otros, incluyéndome a mí con Kale; atrás va Teodoro con Luisa. Me monto con ellos dos y nos vamos camino a la "nueva" mansión de Melissa, estoy deseando verla, yo tenía bastante dinero pero a comparación de ella, era un indigente.

Al llegar compruebo el rumor, era más grande que la anterior y yo simplemente no podía creerlo, no pude evitar hacer un gesto de sorpresa pero veo que mis amigos están igual.

Desde afuera se escucha la música y veo gente entrando con sus amigos; Melissa es la chica más popular, pero es cierto que sus fiestas no requieren "invitación" pues allí podías encontrar desde los más nerds hasta gente de otras escuelas, eso en parte era divertido pero por otro lado sus fiestas siempre terminaban en problemas.

Miro para todas partes y puedo ver a Kevin en el fondo sentando en un sillón, perfecto, esta noche podría follármelo al fin, o mejor dicho... él me podría follar a mí.

Sonrío impaciente por probarle, pero es muy temprano todavía así que decido ir a beber un poco junto a Teodoro.

— Estás guapísimo – me dice riendo, por un tiempo solía pensar que le gustaba al rubio pero al final entendí que sus halagos eran simples bromas y que él jamás se enamoraría de mí, pues no soy para nada su tipo, solo fue una mala jugada de mi ego, en otro caso me hubiese molestado, pero se trata de Teo, si hubiese estado en lo cierto me habría incomodado mucho - ¿Y quién será esta noche? – pregunta sonriendo pícaro, entiendo a qué se refiere. Sonrío de igual forma y le doy un sorbo a mi bebida.

— Por fin podré probar al bombón de Kevin

— ¿Te presto atención al fin? – ese comentario me molestó, ¿qué se creía?

— Siempre lo hizo Teodoro, solo que... lo estábamos postergando – le digo haciendo notar un poco mi estado de ánimo, este me mira confundido.

— Oye, está bien, no era para tanto – murmura y se va a bailar.

No entiendo para que se queja si sabe que odio ese tipo de comentarios. Pero ahora, me he quedado solo. Alguien pasa su brazo y me toma suavemente de la cintura, al darme cuenta de que es Alessandro sonrío y le planto un pequeño y rápido beso en los labios.

Pequeña zorra; yaoi/gay. (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora