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Después de haber salido del aeropuerto, se dirigieron a la casa de Nikolai. Durante el trayecto, ninguno de los dos decía nada. Sólo se escuchaba el sonido de la moto.

Llegaron a la casa y los dos entraron cargando las maletas. Yuuri ayudó a Otabek a cargar sus cosas, fueron a llevarlas a la habitación del rubio.

—Pasa, Beka, puedes pasar en confianza.—habló Yuri mientras esbozaba una pequeña sonrisa. Eso animó al kazajo y le sonrió de vuelta.

Pusieron las cosas en un lugar de la habitación de Yuri, y salieron de regreso a la parte baja de la casa. Decidieron sentarse a descansar un poco en los sofás que habían en la sala.

Y los dos volvieron a quedarse callados, sin saber que decirse. Sólo se escuchaba el sonido de algunas aves cantar y los pasos acercarse de Nikolai.

—Yura, buenos días de nuevo.—sonrió el mayor.

—Buenos días de nuevo, abuelo.—el rubio le sonrió de vuelta.

Nikolai vio al kazajo y decidió saludar.

—Hola, buenos días, jovencito.—habló el mayor refiriéndose a Otabek.

—B-Buenos días, señor.—respondió Otabek con algo de nervios, sonrió y Nikolai le sonrió de vuelta.

—Abuelo, él es Otabek, mi mejor amigo. Llegó de Kazajistán y quería decirte si podía hospedarse aquí...

—Eh, Yuri, yo...—el kazajo iba a decir algo, pero el mayor lo interrumpió.

—¡Claro que puede! Puede quedarse el tiempo que quiera.—aceptó. Otabek asintió y respondió con un “gracias”.—Por cierto, es un gusto conocerte, Otabek. Puedes quedarte aquí en confianza, jovencito.—Nikolai extendió su mano a Otabek y éste la estrecho.

—G-Gracias y el gusto es mío, señor.

Los tres pasaron la mañana hablando y conociéndose más, Nikolai le había preparado el desayuno a los dos jóvenes y éstos, gustosamente, comieron.

Otabek se había calmado un poco, ya no se sentía tan nervioso. Trataba de controlarse cuando inhalaba y exhalaba, eso lo ayudaba mucho.

Luego de haber compartido con su abuelo, ambos jóvenes decidieron dar un paseo.

Otabek y Yuri se despidieron de Nikolai, y se dirigen a la moto.

—¿Yuri, a dónde quieres ir?—preguntó Otabek, quien le daba su casco al mencionado. Otabek se sentó en su moto y el rubio repitió su acción y contestó.

—No lo sé, vámonos de paseo...a dónde te parezca interesante... —dijo pensativo. Ya con el casco puesto, el kazajo asintió y encendió su moto.

Y comenzó su trayecto. Solo se escuchaba el sonido de la moto y el viento rozaba sus caras. Yuri se abrazó de Otabek para no caerse.

Al sentir ese tacto, el kazajo se sonrojo al instante y sonrió.

•—•—•—§—•—•—•

El día había sido algo...aburrido. Claro, visitaron algunos lugares, como un parque, centro comercial...y también fueron a comer algo. Pero a Otabek no le gustó el día, pues no se había tomado el valor de al menos decir algo o hacer algo para enamorar al rubio.

Ya iban de regreso a casa cuando de repente, Yuri ve un lindo gato de peluche. Un hombre estaba vendiendo diferentes tipos de peluches, osos, gatos, perritos...todo. También tenía golosinas. Otabek se percató de eso y decidió ir al señor que vendía aquello.

Aparcó su moto y la apagó.

—Eh, Otabek... ¿A dónde vas?

Otabek se volteó y miró al rubio—Iré a comprarte ese gatito de felpa que quieres, Yura.— se dirigió  al señor y compró el gatito que quería Yurio.

Otabek terminó de pagar y se dirigió de nuevo a la moto con Yuri.

—O-Otabek, no tenías que...

—Shhh—calló a Yuri. Puso su dedo sobre sus labios y se sonrojo al instante. Le extendió el gato de felpa a Yuri y éste lo tomó con ternura.—Haría lo que fuera por ti, Yuri. Con tal de verte feliz, me conformo con eso.—Al decir eso, Yuri sintió la necesidad de abrazarlo y lo hizo.

—Gracias, Beka. No quería que me compraras eso, pero gracias. Y gracias por lo que dijistes...—dijo mientras abrazaba al moreno.


—Claro, Y-Yura...lo que fuera, s-solo por tí...

—Te quiero, Beka...

Oh no, ¿enserio escuchó bien?
Oh por Dios..

—Y-Yo también te quie...

—¡Eres el mejor amigo de todo el mundo!—finalizó Yurio.

Y ahí fue dónde la felicidad de Otabek se había ido por la borda. Pero después de todo, al menos había conseguido algo...

La sonrisa de Yuri.

Lo abrazó.

Al menos, sabe que le tiene cariño, pero hará lo posible por  tenerlo y ganar su amor.

«Tal vez no fue tan mal el día... »pensó Otabek.

Los dos se alejaron del abrazo y se subieron a la moto. Otabek encendió la moto y se dirigieron a casa tranquilos. Todo fue callado durante el camino...

•—•—§—•—•


Hola :D

Perdonen que el cap sea algo corto y kk ;-; tengo sueño. Y en realidad, parezco que estoy escribiendo dormida, literalmente.

Lamento esto, prometo que el siguiente será mucho mejor :"c

Y no tengo inspiración ;-; pero el otro capitulo será mejor, lo prometo :")

Bueno, esto fue todo.
💖

¡Los loveo a todo/as!

UwU

Bye
Bye
💓

  ↱ 𝐬𝐧𝐚𝐩𝐜𝐡𝐚𝐭 ↲ 【 𝑜𝑡𝑎𝑦𝑢𝑟𝑖 】[editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora