♦12♦

612 59 15
                                    

Ya estaba atardeciendo, pronto caería la noche y era mejor apresurarse para llegar temprano a casa.

Mientras Otabek manejaba, Yuri abrazaba por la cintura al kazajo para sostenerse bien y no caerse. Observaba todo a su alrededor con cierta melancolía al recordar a sus padres. Sonrió un poco al recordar aquellos viejos y hermosos momentos en familia, y al sentir el olor del perfume del kazajo, presenció que debía abrazarlo más. Se aferró más al chico y recostó su cabeza en su hombro izquierdo.

Otabek sintió su corazón acelerarse al sentir la cabeza del rubio en su hombro izquierdo y pidió que ese momento nunca acabase.

Finalmente llegan a su destino.
Otabek aparcó la moto y ambos se van quitando los cascos mientras se baja. El rubio toma su gran peluche y ambos entran a la casa.

-¡Buenas! Al fin llegan, ¿cómo estuvo ese paseo?-habla Nikolai al verlos llegar.

-Oh, ¡de maravilla! Fue un gran día. -responde Yuri mientras observa con una sonrisa al kazajo.

-Sí, Yura tiene razón. Fue un gran día.-el kazajo habla y sonríe.

-Que bueno que se hayan divertido, chicos. Les guardé comida, pensé que llegarían más tarde, pero ya veo que no.-el abuelo ríe un poco.-Bueno, iré a dormir. Me siento muy cansado y creo que lo mejor es descansar desde ahora.-Nikolai se dirige hacia su habitación y los chicos asienten.

-Que descanse, señor.-exclama Otabek.

-Igualmente, joven altin. Descansen, chicos.-sonríe-Oh y...Otabek.

-¿Si, señor?

-Puedes llamarme 'Nikolai', no se preocupe por los modales, jovencito. Y sientase como en casa, mi casa es su casa también.-luego de haber dicho esto, Otabek asiente y le sonríe. Nikolai sonríe y se encierra en su habitación.

Ahora solo quedaban ellos dos; Yuri y Otabek. Ambos estaban en un total silencio, ninguno sabia que decir.
Finalmente, Yuri rompe el silencio.

-¿Quieres comer algo?-el rubio voltea a ver al kazajo y éste nega con la cabeza.

-No, gracias. No tengo hambre.-afirma Otabek.

-Yo tampoco tengo hambre.-responde Yuri.

Y de nuevo, el silencio vuelve a inundar el lugar. Ninguno soltaba alguna palabra. Otabek se sentía nervioso y algo incómodo. No sabia que decir.
Yuri se levanta y lleva su peluche a su habitación. Otabek queda solo y no sabe que hacer.

«Rayos, Otabek, no te quedes así, ¡haz algo!» Otabek se regañaba así mismo. Finalmente decide seguir al rubio y se asoma lentamente a su habitación.

-Eh, Yura...yo-no sabia que decir.

«Rayos, di algo, ¡di algo!»volvía a regañarse a si mismo.

-Oh, Beka, perdón por haberte dejado solo por un momento. Ehm, quería acomodar el peluche. Y uhm, ¿que querías decir?-Yuri sonríe forzadamente debido a los nervios que sentía en ese instante. El rubio también sentía algo extraño en su estómago y muchos nervios.

-Eh, quería preguntarte en dónde dormiré.-Otabek siente un leve calor en sus mejillas.

«Mierda, Otabek se ve tan guapo. Es muy lindo, rayos, debo tranquilizarme.»

-Al lado de mi habitación hay otra.-Yuri se acerca y señala en dónde dormirá Otabek.-Ahí es.

-Oh, bien. Gracias, Yura. Iré a acomodar mis cosas de nuevo.-responde y se va a su habitación.

-E-Esta bien.-afirma Yuri y vuelve a su habitación. Cierra la puerta y se tira a la cama. Tapa su cara con ambas manos y siente como sus mejillas arden. -¡Agh! No puedo calmarme, ¿¡qué me sucede!? ¿¡Por qué me siento así!? ¡Es mi mejor amigo! Nunca me había sentido así antes. ¡Esto es confuso!

  ↱ 𝐬𝐧𝐚𝐩𝐜𝐡𝐚𝐭 ↲ 【 𝑜𝑡𝑎𝑦𝑢𝑟𝑖 】[editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora