↱ 𝐬𝐧𝐚𝐩𝐜𝐡𝐚𝐭 ↲ 【 𝑜𝑡𝑎𝑦𝑢𝑟𝑖 】[editando]

♦7♦

Riiing Riiing~

—Ugh...cinco minutos más...

Riiing Riiing!!~

—¡Agh, mierda, ya callate!—sin ánimos y somnoliento, el rubio tomó su celular, el cual no dejaba de sonar con aquel fastidioso sonido, y decidió encenderlo; era una llamada.—¡Agh! ¿Que querrá la bruja ahora?—sin más opciones, contesta la llamada.

—¿Yuri? Oh, gracias al cielo que contestas, ¿que te ocurrió, eh? ¡Llevo llamándote 7 veces y no me contestabas!—la voz de Mila sonaba desde el otro lado de la línea. Yuri bufó y le responde a la chica.

—Ugh, ¿que quieres ahora, bruja?—contesta de mala gana— ¡Estaba durmiendo muy feliz hasta que interrumpes mi hermoso sueño! Intenté dormir y...¡rayos! Pareció que solo dormí cinco jodidos minutos...ugh—responde algo molesto debido al sueño que tenia. No pudo dormir bien.

Se escucha un suspiro por parte de Mila— Con que estabas durmiendo...Hmm...—Yuri suspira algo irritado—Entonces todo tiene sentido...ya veo por qué aún no haz llegado a las prácticas.

—¡¿QUÉ?!—se había olvidado de las prácticas —¡Oh, maldita sea! ¡Se me había olvidado! ¿Qué hora es?

—Hey, tranquilo...—suspira— Son las...—no pudo terminar su frase ya que fue interrumpido por Yuri.

—¡OLVIDALO! ¡ESTOY TARDE! NOS VEMOS ALLÁ, ¡ADIÓS!—y cuelga sin dejar que Mila le dijera algo.

Rápidamente fue a arreglarse para luego salir apurado de su habitación. Al bajar por las escaleras, se topó con su abuelo, quién lo observaba algo confundido.

—Yuratchka, ¿qué ocurre? ¿Por qué tan apurado?

—Me he quedado dormido. Voy a llegar tarde a las prácticas.—responde mientras fingía una sonrisa.

—Ay, Yuratchka.—ríe un poco.—Bien,¿no vas a desayunar?

—No, gracias, abuelo. Pero me tengo que ir o aquel anciano de Yakov se enojará.—responde Yuri. Su abuelo ríe un poco por el comentario de su nieto. Yuri besa la mejilla de su abuelo y luego, se dirige al lugar.

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—¡Yuri plisetsky! ¿Que te ocurre? ¡Vamos, más ánimo, mueve ese jodido trasero como debes!—Yakov no dejaba de gritarle al rubio. Yuri refunfuñaba y se quejaba por los regaños que le daba el mayor.

El día comenzó horrible, según Yuri. No soportaba a Yakov, detestaba que lo regañara, y que fuera tan irritante, y estricto con él.

Luego de haber pasado casi toda la mañana soportando  los regaños y los gritos de Yakov, al fin pudo terminar su práctica.

Yuri se dirige a su casillero y comienza a quitarse sus patines con tranquilidad. Pero su tranquilidad se arruinó al ver a cierta pelirroja.

—¡Hey, Yurio! ¿Por qué tan desanimado? Lucías muy cansado mientras patinabas.—dice Mila mientras se sentaba al lado del rubio. Éste refunfuñó y rodó los ojos.

—No es nada, no me ocurre nada.—responde el rubio. Termina de quitarse los patines y los guarda en el casillero, acto seguido se coloca sus zapatos. Mila lo observaba y notaba un poco las ojeras bajo los ojos de Yuri. También notaba que bostezaba muy a menudo, se veía muy cansado.

—Yuri—nombró con seriedad—Te he notado muy cansado, y no digas que no lo estás. Te conozco muy bien, Yuri... ¿No dormistes anoche, verdad? Nunca te había visto asi de cansado.