T2, Cap 19.

2.1K 321 101
                                    

   Miro al tipo pero no podía reconocer su cara.

— ¿Eres Manuel, cierto?

—  S... Si. —respondo asustado.

— Iván sabe a donde vas y va hacia a Argentina, si te diriges conmigo junto a tu amigo no pasará nada malo e Ivan me dijo que olvidará el hecho de que se escaparon.

   Quedo completamente congelado, nunca me imaginé estar en esta situación cuando llegamos a la terminal.

— ¿Qui... Quién eres? —pregunto asustado.

— No importa ahora mismo, debes venir conmigo. —responde sin soltar mi brazo.

   Las demás personas empiezan a quejarse por la fila. Hasta que el Martin aparece detrás mío.

— ¿Manuel? —pregunta asustado y yo lo miro.

  Miro a el tipo que todavía no me soltaba y al Martin si saber que hacer. Sin darme cuenta de lo que el Martin estaba apunto de hacer.

  El Martin agarra mi otro brazo con fuerza y finalmente subo con él al bus. Rápidamente nos vamos a sentar a nuestros asientos, suspirando y asustados, el más asustado de los 2 era yo, obviamente, no tenía idea de que hacer.

— ¿Estás bien, che? —pregunta suspirando.

— Creo, aunque tengo mucho miedo. —respondo con los ojos llorosos.

— ¿Quién era él?

— No tengo idea, pero agarró mi brazo y dijo que Iván estaba en camino a Argentina, que si íbamos con el no iba a pasar nada, pero de lo contrario... No me lo dijo y no quiero imaginarlo. ¿Que harémos? —respondo casi murmurando, ya que, no iba a dejar que los demás en el bus escucharan algo.

   Se queda pensando un momento.

— Mirá, lo que haremos será bajarnos e irnos lo más escondidos posibles hasta llegar a la casa de mi vieja, en donde nos vamos a quedar, ¿Dale?

— Pero... —me interrumpe.

— No peros, boludo, vamos a llegar.

— Si, confío en tí en ese aspecto, pero, ¿Cómo le haremos para que no sepan donde estamos? Vamos a ir a la casa de tú mamá, nos van a encontrar altiro. —pregunto preocupado.

— Primero, mi mamá no es la única familia que tengo en argentina, segundo, ella no dio su dirección en la academia, por que ella no fue la que me inscribió, por lo tanto les será difícil encontrar la casa de mi vieja en todo un país. Aunque siendo ellos, me espero de todo... —dice triste. — Pero estaremos bien, lo sé...

   Se queda pensando un momento.

— Pasame tu teléfono. —ordena extendiendo su mano.

— ¿Por qué? —pregunto extrañado.

— Dejaremos nuestros celulares en el bus, así no nos podrán rastrear y si lo hacen pensarán que seguimos en el bus.

   Quedo asombrado.

— Nunca se me hubiera ocurrido eso, ¿Cómo se te ocurrió? —pregunto aún con cara de asombrado.

— A veces lo único que tenés que hacer es pensar Manu. Me refiero a tomarte un tiempo para pensar antes de hacer. —responde sonriendo neutralmente.

   Saco mi celular y empieza a sonar...

— ¿Q... Qué? —digo sorprendido y asustado.

   Miro el número y era mi papá. Rápidamente contesto

  < Creo que deberiai' escuchar más al Martin de vez en cuando acerca de lo de pensar antes de hacer. > dice el yo de mi mente con la cabeza en negación.

— ¿Hijo? ¿Manuel? —pregunta asustado.

— ¿Antonio? ¿Por qué me estai' llamando? —pregunto tambien enojado y a la vez casi llorando.

— Me llamaron de la academia para decirme que te escapaste otra vez. ¿Por qué hijo? ¿Por qué me mentiste la otra vez?

   Comienzo a llorar y corto la llamada. Mi papá no tenía ni idea de lo que estaba pasando, me daba tanta pena por él... Apago el teléfono para que no llamara más y se lo entrego al Martin. El lo recibe y los deja abajo de su asiento, escondidos.

— ¿Te sentís bien? —me pregunta mirándome a los ojos.

   < Puta la pregunta weona. > digo en mi mente.

— No.

   Comienzo a llorar en su hombro, sintiendo mucha impotencia.

¿Venís? || ArgChiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora