¿Venís? || ArgChi

Epílogo.

¿Venís?
Epílogo - ¿Para que te vas a matar cuando lo puedo hacer yo?
Escrito por Mioniii.

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//El día del incendio//

P.O.V Iván.

— Se acabó. Se terminó. —digo devastado en el suelo.

— A que te refieres, ¿Jefe? —pregunta uno de mis guardias nervioso.

— Que se acabó, he sido expuesto frente a todos. Dame tu pistola.

— ¿Por... Por qué? —pregunta aún más nerviosa.

— ¡DÁMELA! —grito con furia y este me la entrega. — Fue un placer trabajar con ustedes.

Apunto la pistola a mi cabeza.

— ¡Пока!

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P.O.V Juan.

— Vamos Catalina. —digo suspirando.

— Si, si, espera. —toma su mochila y va a la puerta. — Listo, creo que tengo todo, ¿No se te olvida nada?

— No wey y tampoco hay tiempo para pensar en eso, ¡Vámonos!

   Salimos de la habitación intentando cubrirnos del fuego con ropa, hasta que llegamos a la escalera. No se podía ver casi nada, pero pensaba que lo lograríamos, hasta que...

— ¡JUAN AYUDA! —grita Catalina antes de caer por las escaleras.

   Rápidamente voy a ayudarla y me doy cuenta que algo estaba enterrado en su pierna.

— C... Catalina, tienes algo en tu pierna.

— Lo sé. —responde llorando del dolor y suspirando.

— Déjame revisar. —pido suspirando por el calor que producía el fuego al rededor.

— ¡No Juan! Estamos en el medio de un fuego, tienes que irte. De todos modos igual me iba a morir por esta enfermedad. —dice llorando.

— ¿Piensas que te voy a dejar aquí? No, tienes que venir conmi... —me interrumpe.

— Juan, de verdad no hay tiempo para hacerte el héroe en medio de un fuego, o intentas salir ahora y probablemente salgas con vida, o te quedas aquí y morirás conmigo, no vale la pena, de verdad vete.

— Pero...

— No hay peros Juan, es ahora o nunca, ¡VE! —grita finalmente.

   Veo que el fuego estaba apunto de sellar la salida y tomo una decisión, probablemente de la que más me arrepentiré por el resto de mi vida. Sin decir una sola palabra salgo del edificio, estornudando e intentando atrapar aire. Me doy vuelta para mirar por última vez el edificio, llorando por saber que Catalina moriría ahí en ese fuego y todo por salvarme a mi mismo.

— Пока! —se escucha alguien hablando un idioma ruso, me doy vuelta y era Iván.

— ¡IVÁN! —grito mientras me acerco.