Capítulo 5: Historias de fantasmas

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Casi es de noche cuando Jinx y yo llegamos al campamento. Por la forma en la que va a por un montón de leña, Poppy no parece estar muy contenta. Jinx mastica a todo volumen otra galleta, lo que anuncia nuestra llegada.

-Habéis tardado lo vuestro -se queja Poppy mientras recoge otro trozo de madera para cortarlo.

-Oh, ¡aquí estáis! -Lulu salta del tocón en el que estaba sentada y se apresura a darme un abrazo. Al menos alguien se alegra de vernos.

-No te quejes, Bam Bam. -Jinx lanza la bolsa de naranjas encima de la mesa de pícnic-. He traído naranjas y galletas. -Jinx se asoma de nuevo a la bolsa y saca la última galleta que queda-. Bueno, he traído naranjas y una galleta.

La parte en dos, le da una mitad a Lulu y se queda con la otra.

-Toma, pequeñaja, para que no digan que no comparto -dice.

Lulu mira a Jinx y sonríe. Poppy gruñe.

-Vale -añade Jinx-, pero solo porque estás más loca que yo. -Acto seguido, también le da la otra mitad a Lulu-. Y porque no quiero que Poppy tenga nada -susurra a gritos-. Eh, ¿no se supone que tenemos que prenderle fuego a algo?

-Te refieres a hacer una hoguera -aclaro.

-Sí, una de esas. -Entonces Jinx mete la mano en su bolsa de estrellas y munición. Puedo escuchar el chirrido de Kuro y el clic característico de un gatillo.

-No, no. -Niego con la cabeza-. Nada de poderes.

-Aguafiestas -replica Jinx poniendo los ojos en blanco. Poppy se ríe entre cortes de madera.

Janna se agacha sobre el anillo de la hoguera con una cerilla encendida y unas cuantas agujas de pino secas. Tras unos segundos, estas se prenden. Una leve columna de humo se eleva y Janna sopla con suavidad, metiendo un palo más grande en el medio para que se prenda también. Mete el montón ardiendo entre unas maderas apiladas en cono en el centro de la hoguera y sonríe a Jinx con satisfacción.

-¿Y eso no es hacer trampa? -Jinx suelta la bolsa de galletas vacía sobre la mesa con un suspiro melodramático y comienza a buscar un palo-. En fin. ¿Hemos traído malvaviscos?

Poppy coloca los troncos cortados con esmero en una pila, al lado de Janna.

-¡Pero si es lo único que has traído! -le espeta.

-Aaaah, sí -suelta Jinx a voz en grito. Busca en el bolso de antes y saca una bolsa de malvaviscos. coge cuatro y los pincha en un palo fino y alargado-. También he traído una toalla, enana. Soy responsable.

Me siento en un tocón cerca de Janna. Parece que está mejor que antes.

-¿Estás bien? -le pregunto. Ella asiente.

-Creo que necesitaba un poco de aire fresco.

-Bueno, supongo que hemos venido al sitio adecuado -digo sonriendo y señalando a todos los árboles a nuestro alrededor.

Janna asiente en consonancia, pero sin mi entusiasmo. Antes de que pueda preguntarle nada más, Lulu se quita las migas de galleta de la mano y se sube encima de Janna.

-Cuéntanos un cuento, Janna -dice Lulu.

-No me sé ningún cuento, Lulu.

-¿Y qué te parece una historia de fantasmas, Janna? -añade Jinx-. Eres vieja. Seguro que te sabes historias de fantasmas, ¿no?

Janna le arquea una de sus cejas lavanda a Jinx.

-Por favor -implora Lulu.

Janna inspira profundamente. Parece que a Lulu no se le puede negar nada esta noche.

☆ Lluvia de estrellas. ☆ [Star guardian Fanfic] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora