Mas Alla Del Voley

El tesoro del zurdo

La lluvia repiqueteaba contra la madera, humedeciendola. El frío le entumecia los pies haciendo rechinar sus rotulas como si de cucharas se tratase. La hamaca se valanceaba a la par del vaivén de las olas, de una forma desquiciada por culpa de la tormenta.
Sin embargo esas no eran las razones por las que no podía dormir.

Kageyama solo podía pensar en el joven atado al mástil y preguntarse por su vida.
¿Estaria sufriendo ahora?
Pues claro que lo esta. Si el apenas resistía el frío contundente, ¿hasta qué punto podría llegar la temperatura del muchacho cernido bajo esa lluvia torrencial?
Se sentía sucio al temer por la vida de un mero prisionero, la llave viviente al tesoro del cuerno morado, según rumoreaba el capitán Oikawa.

Pero se le rompía el corazón. ¿como no iba a hacerlo? Podía sentir sus temblores, como le castañaban los dientes y el pelo anaranjado pegandose a la cara.

Ya no le importaba si debía armar una revolución, un motín sin precedentes o hundir el Josei, nombre del agraciado barco.

Mucho menos le importaba el destino del tesoro cuerno morado. De cualquier forma sospechaba que su dueño, Vacatoshi el zurdo, era demasiado inteligente como para declarar a Hinata, el prisionero mas tarado del mundo, como la gran llave. seguramente que el pobre solo era una carnada.

Después de cuestinarlo por demasiado tiempo se levantó decidido. En silencio recogió su cuchillo y salió a la cubierta. El ruido de los truenos ocultaba el rechinar de las botas, pero el gritito de alegría del anaranjado al observar al ojiazul, único pirata que había mantenido una conversación con el sin intentar matarlo, terminó despertando al resto de la andrajosa tripulación.

Entre gritos y resbalones los muchachos escaparon en botes separados, las turbulencias del mar los alejaron y el viento arranco sus esperanzas.
Ninguno creyó que el destino aun los esperaba, alojado en un viejo barco de prestigio caído. Antiguo hogar de una leyenda. Y donde ellos, deberán construir la suya.