Espero que estés contento/a, porque si has estado siguiendo los pasos del tutorial sobre cómo escribir una novela que hemos publicado en el blog, ya estás preparado/a para escribir tu manuscrito. O casi. Tan solo queda pulir unos últimos detalles.
¿Has pensado ya cuál será el punto de vista de tu historia? ¿Y el estilo y el tono que emplearás? ¿Sabes si la contarás en pasado o en presente? Si lo tienes claro, genial. Olvídate de esta entrada y ponte a escribir esa novela. Pero si todavía tienes dudas, quizá esta entrada te ayude a aclararlas.
El punto de vista
El punto de vista en una historia no es otra cosa que la perspectiva con la que se cuenta. Es decir, quién lo cuenta y qué conocimientos tiene sobre los hechos y los personajes. Puede tratarse de un narrador omnisciente, en primera persona, testigo, etc.
También se dan casos de novelas con distintos tipos de narrador. Por ejemplo, un narrador en primera persona para las escenas del detective protagonista y en tercera persona omnisciente para el asesino; o un narrador equisciente para el personaje principal que se mezcla con un género epistolar en otros capítulos, por colocar un ejemplo.
Ante tantas posibilidades, ¿cuál elegir? Depende. Cada narrador tiene sus ventajas y desventajas. De todas formas, lo más importante es que te sientas cómodo/a con el narrador que elijas. En este sentido, la razón tiene tanta importancia como la intuición a la hora de elegir.
ESTÁS LEYENDO
Antídoto de Literato
De TodoUn antídoto de la sabiduría para el escritor frustrado o simplemente para el que desea emprender un nuevo proyecto preparándose.