Me despierto sudando, solo fue un sueño.
Una de mis pesadillas diarias en las que Aaron me duerme.
Vuelvo a respirar con normalidad y observo la hora, son las seis de la mañana, por lo que decido levantarme antes de lo previsto.Soñe con Emily, otra vez, creo que esto se me está empezando a ir de las manos.
Emily está muerta, hace unos años murió, los médicos no pudieron ayudarla.
Ella... No quiero recordarlo, por lo que me visto rápido y emprendo el camino hacia la parada del colectivo.
Tarda en llegar, como siempre, por lo que me coloco los auriculares y tarareo una canción que habla sobre viajes, amor y besos. Que irónico, todo lo que no me sucede.
Luego de esperar un buen rato, el colectivo llega. Esta lleno, como siempre, veo a Amy al fondo pintandose las uñas y me siento con ella.
Amy es mi mejor amiga desde que nos conocimos. Es colorada, de ojos verdes y llena de pecas. Tiene un pasado difícil, y creo que por eso nuestra relación es tan estrecha.
—Hola Amy
—Hola Lucecita.
Río.
—Odio ese apodo.
—Silencio, yo lo amo—me responde— ¿Estás bien? Te veo un poco pálida, ¿Querés un poco de rubor?—me pregunta mientras rebusca en su bolso.
—¿Muy pálida?
—Sí, mucho—responde y rápidamente empieza a darle color a mis mejillas con rubor y un corrector de ojeras.
—Mucho mejor—dice observándome
En ese momento llegamos a la escuela, y rápidamente bajamos.
Mientras caminamos Amy me mira y luego mira atrás mío.
—Agradece lo del colectivo...
—¿Por? —la corto y empiezo a girar despacio mi cara.
—No seas obvia tonta, en el descanso lo ves.
Y enseguida me jala con ella hacía nuestra primera clase.
Luego de unas tres horas de matemáticas con el profesor más insoportable que existe somos libres para ir a la cafetería.
—Necesito una buena taza de café, o tal vez...—empiezo, pero una voz me impide continuar.
—Hola chicas—nos saluda Connor.
Connor es nuestro mejor amigo, de Amy y mío, y también es mi crush, solo que nunca me animé a decírselo.
Es morocho de piel blanca y ojos azules, además es desgarbado y tiene un estilo Tumblr para vestirse. La mayoría del género femenino sueña con tener algo con él, pero él siempre rehuye de ellas, según me cuenta son demasiadas tontas y ninguna llena sus altas expectativas en el amor y/o en las relaciones.
Porque sí, Connor es todo un adicto a leer, pero no de esos chicos que viven para leer, el lee para vivir. Según él, leer un libro es todo un arte, hay que tomarse el tiempo de hacerlo y además tener un tiempo para reflexionar sobre él, en fin, es un chico raro, raro pero hermoso.
—Hola Connor—decimos Lara y yo a la vez.
—¿Cómo están?—nos pregunta con una sonrisa.
—Bien, cansadas y con hambre, acabamos de salir de una clase de matemáticas infernal—responde Amy por mí.
—Solo necesito un café doble para vivir—gimo y apresuró el paso.
Ellos me siguen.
Entramos a la cafetería y el olor a café y donas inunda mis fosas nasales. Amo el olor de este lugar.
—Iré por unos sándwiches, las veo en la mesa—comenta Connor y desaparece.
—Yo voy por donas y medialunas, no te olvides, café sin azúcar y con sobres de edulcorante incluídos para mí—ordena Amy y desaparece ente el gentío.
Sonrió sin ser consciente, esta es parte de nuestra rutina, repartimos e ir cada uno por alguna comida.
Me acerco a la cafetería y espero que la lenta fila avanza.
Luego de una tediosa espera tengo en mis manos dos cafés dobles extra grandes para mí, un capuchino sin azúcar y con dos sobres de edulcorante para Amy y por último una jarra, literal, de chocolatada hirviendo para Connor.
Hago malabares con mis manos para no derramar el líquido mientras camino hacia nuestra mesa.
La cafetería está llena y la gente habla sin cesar, sus voces aturden.
En ese momento siento la vista de alguien sobre mi, me giro y lo veo.
Un sujeto me observa desde una mesa cercana.
Es un chico que nunca ví en mi vida, y eso que el pueblo es pequeño. Es rubio, de ojos grises, casi transparentes, su piel lechosa contrasta con el llamativo suéter rojo que lleva, haciendo juego con unos pantalones negros geniales.
Él me sonríe. Y en ese mismo momento todo lo mágico de esfuma.
Yo ya ví esa sonrisa.
El horror se apodera de mi cuerpo cuando entro en razón, ese chico es uno de ellos.
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ELLOS
RandomLa vida de Lucía se transforma en un infierno cuándo sus peores pesadillas se vuelven realidad. ¿Podrá Lucía en algún momento superar sus pesadillas? ¿O estará condenada a sufrir para siempre? #496 en Paranormal 13/01 Portada por @EGMorin