ELLOS

4| Reencuentro

Me miro en el espejo, y frunzo los labios. Definitivamente el negro no es mi color, por lo que opto por el brilloso top rojo.

Una sonrisa se escapa de mi boca. Me gusta como me veo.

Traigo mi larga cabellera negra sujeta en una coleta alta, unos pantalones negros tiro alto que hacen ver mis piernas un poco más largas y un top rojo brillante que compre ayer.

Ayer.

El sólo hecho de pensar en lo que sucedió me da náuseas.

Al parecer, Madison Sellers, una de las chicas del club de música, me encontró desmayada cuando iba a buscar unas guitarras.

Ella se encargó de llevarme a la enfermería y comunicarse con el preceptor de turno. La enfermera me tuvo que derivar al médico clínico, ya que, al parecer, sufro amnesia temporal, por lo que no recuerdo lo que pasó antes de desmayo. Mis recuerdos por ahora son confusos pero van tomando forma, yo yendo a buscar café, yo sorprendida por la presencia de alguien, yo caminando sola por los pasillos con dirección al gimnasio... Y hasta ahí son mis recuerdos, luego de eso tengo una laguna mental.

Dejo de pensar en eso y llamo a Amy, a ver si ya viene. Hoy es el cumpleaños de Sarah, la novia de Connor y lo va a festejar a las afueras del pueblo, en una gran casa de campo que pertenece a sus padres.

El lugar no me llama mucho la atención, pero es lo que hay. De todas formas con Amy quedamos en estar solamente unas dos o tres horas y luego irnos a su casa, ya que mañana a la mañana iremos a comprar vestidos para la graduación de su hermano, Damien Clayton.

Amy contesta al segundo pitido.

—Hola Lu, estamos llegando

—¿Estamos?—pregunto frunciendo el ceño aunque sé que no puede verme—.¿Con quién vienes?

—Damien ha insistido en venir—susurra.

—Pero... ¿No venía recién mañana a la mañana?—pregunto.

—Larga historia, luego te cuento. Por cierto ya llegamos, puedes ir bajando.

—Okey—respondo—.Ya voy bajando.

Y cuelgo. Por última vez reviso mi atuendo y me fijo que todo esté en su lugar. Luego tomo una campera suficientemente grande como para no pasar frío afuera y bajo.

El frío viento de afuera azota mi cara por lo que con una rapidez envidiable me subo al auto.

—Hola chicos, ¿Todo bien?—pregunto.

Damien me observa por el espejo retrovisor y sonríe.

—Todo bien, y ¿Tú?—me pregunta.

E inmediatamente me sonrojo.

Damien es un chico muy lindo, y sin titubear puedo asegurar que pertenece a mi lista de crushs.

Es de tez bronceada, rubio y de ojos azules. Además tiene un cuerpo de infarto y... Resumiendo es la fantasía sexual de cualquier chica.

—Todo bien—le respondo a su anterior pregunta.

—Gracias por incluirme en su conversación—bufa Amy.

Ambos reímos a la vez.

—Hablábamos hace unos instantes por teléfono boba—digo y le sonrió cuando su cara se gira a verme.

—Lo sé, pero igual—me dice y sonríe.