Capítulo 2: Marcianos rebeldes

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Slaine estaba tranquilo en su celda, sentando mientras miraba a la nada y pensaba en todo, de lejos se podía escuchar algo de ruido, probablemente de la boda de la princesa.

Slaine suspiraba mientras miraba al techo de la celda sin saber que pensar. Las horas pasaban en esa pequeña celda fría y sucia hasta que el sueño se apoderó de Slaine y cayó dormido.

A la mañana siguiente, despertó por gritos de algunas personas, se apresuró a echar un vistazo haber que ocurría cuando escuchó disparos. Asustado, se pego contra la pared de la celda y se tapó lo oídos, no sabía que ocurría, aunque algo si tenía claro, podría ser su oportunidad de escape mientras los guardias están distraídos. Cuando se disponía a intentar salir de allí aparecieron 2 soldados con una vestimenta muy rara acompañada de un blindaje y uno de ellos se dirigió a Slaine algo exaltado.

Soldado 1: ¡Conde Troyard! ¡Somos rebeldes de Marte! ¡Venimos a sacarle de aquí!

Slaine se apresuró y se acercó a las rejas.

Slaine: Al fin, ha pasado mucho tiempo, saquenme de aquí, ya habrá más tiempo para pararse a hablar.

Sin dudar ni un segundo, el soldado con el que Slaine había hablado abrió la celda con las llaves que había podido robarles a los guardias y se metieron por los pasillos.

Slaine: ¿Cuántos habéis venido a rescatarme?

Soldado 1: Hemos venido 20 soldados a rescatarle, los otros 18 se están enfrentando a los terrícolas, no aguantarán, debemos salir de aquí de inmediato.

El soldado que iba callado colocó unos explosivos sobre una pared y la voló por los aires, al otro lado de la pared había un coche.

Soldado 2: Aquí está el auto -dijo el soldado que voló la pared-.

Soldado 1: -habla por un transmisor y les dice a sus compañeros que se retiren- hay que apresurarse. Conde Troyard, suba rápido.

Slaine y los dos soldados entraron en el auto y el conductor nada más lo hicieron arrancó.

La brisa del aire entraba por la ventana del coche, y Slaine, que iba en el asiento de atrás derecho, cerró los ojos, y los volvió a abrir, mientras respiraba profundamente y miraba a través de la ventana. El paisaje era hermoso, cruzaban sobre un puente que estaba sobre un río, los árboles eran muy verdes y frescos, y el sol desprendía todavía su luz mañanera.

Slaine: ¿Pueden decirme al lugar al que vamos?

Soldado 1: Vamos hacia nuestra base, nuestros compañeros tendrán que despistar a los terrícolas antes de venir, pero nosotros, afortunadamente, no los tenemos encima, tampoco nos estarán vigilando. En caso de que lo estén, nos daremos cuenta antes llegar a la base.

Slaine: ¿Cuantas personas hay en la base?

Soldado 1: Somos muchos los marcianos que nos hemos rebelado contra la princesa y el actual imperio de Vers. Ella nos traicionó, después de todos los sacrificios y muertes que dimos por ella, ahora se puso de parte de los terrícolas y a la mierda todo. Los rebeldes pretendemos derrocarla a ella y a su abuelo, y ponerte a ti al frente del imperio de Vers. No te pedimos que conquistes la Tierra, pero queremos un líder que lo vaya a dar todo por nuestro pueblo y nunca nos abandone ni nos desprecie como ella. Tenemos a caballeros orbitales que están de nuestra parte, y aunque tu hayas perdido todo cargo que te vinculaba con el imperio de Vers, nosotros te seguimos considerando nuestro conde, Slaine Troyard.

Slaine: Me halaga, os lo juro. Pero volviendo a la realidad, ¿tenemos suficientes recursos y personal para declararles la guerra al imperio de Vers y a la Tierra?

Soldado 1: Evidentemente si nos enfrentamos directamente a ellos nos machacaran. La única forma de vencer es actuar en las sombras, la forma de ganar la guerra es ir a por el pilar, a por la princesa y a por su abuelo, con ellos fuera del juego será mucho más fácil ganar la guerra. Admito que es difícil, pero posible. Con usted, podemos hacerlo.

Slaine: Y lo haremos, los derrotaremos, todos nosotros juntos.

Soldado 1: Así se habla.

Conductor: Ya hemos llegado.

El conductor rebelde detuvo el coche junto a un acantilado, al lado de la nada. Slaine se bajó del coche y se acercó al acantilado, y miro abajo y luego hacia el horizonte.

Slaine: Aquí no hay nada.

Soldado 1: Ahora lo verás.

Aldnoah Zero Tercera TemporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora