JongDae se levantó de la cama, suspirando. No podía dormir. La reunión con TaeMin lo había dejado agotado, pero habían discutido todos los aspectos legales de la reunión que pensaban mantener con el doctor Nam y el gerente del hospital al día siguiente. El elemento sorpresa estaba de su lado, y eso era lo más importante.
Pero había otra razón para que no pudiese dormir; era la primera vez en varias semanas que dormía solo. Se había acostumbrado al calor del cuerpo de JongIn, a su caricias. Lo abrazaba mientras se quedaba dormido, con el mentón apoyado en su cabeza...
TaeMin había sugerido que no fuese a trabajar al día siguiente. Tae llamaría al hospital en su nombre para pedir una reunión con el gerente, el gerente y el doctor Nam. Y esa reunión podría cambiar el curso de su carrera.
JongDae fue a la cocina y se dio cuenta de lo solitaria que parecía. JongIn había dejado su marca en todas las habitaciones de la casa y lo echaba de menos como loco.
Si me siento así ahora, ¿qué haré cuando esté a miles de kilómetros de aquí?
- Me las arreglaré - murmuró -. Solo es otro hombre en mi vida
Pero no era verdad, pensó, sintiendo un dolor en el pecho. No era solo un hombre, sino un hombre que lo amaba. Un hombre que estaba dispuesto a dejarlo ir para que hiciese realidad sus sueños.
Todo en la casa estaba lleno de recuerdos de JongIn, y esos recuerdos seguirán en su corazón cuando se fuera de Seul. Y en ese momento supo por qué: se había enamorado de JongIn.
JongDae suspiró, dejando rodar una lágrima por su mejilla. Había intentando imaginar la vida sin JongIn y no podía hacerlo. Daba igual lo que se dijera a sí mismo, quería compartir su vida con él.
Apartando las lágrimas de un manotazo se dirigió al dormitorio. JongIn estaba enfadado con él porque pensaba que se había rendido, pero iba a demostrarle que no era así. No era solo por él, sino por el hospital, que merecía algo más que unos benefactores acostumbrados a abusar de su poder.
Después de hablar con TaeMin y pensar en lo que JongIn había dicho, cambió de opinión. El doctor Nam tenía que irse. Y también se llevarían por delante al gerente y a todos los que habían mirado hacia otro lado. Podía hacerlo porque sabía que JongIn lo respaldaba, y eso era importante para él.
Era tarde, pero TaeMin le había dicho que podía llamarlo a cualquier hora y lo conversación duró apenas unos minutos.
Después, se vistió y salió de casa a toda prisa.
JongIn había metido los nudillos en un cuento de agua con sal mientras pensaba en JongIn. ¿Qué diría cuando descubriese lo que había hecho? Daba igual, pensó; Nam había recibido lo que merecía.
No lamentaba lo que había hecho y no lamentaba haber admitido que quería a JongDae. También había sido una relación para él, pero lo quería y pensar que se iba de Seul era algo que no podía soportar. Pero JongDae no lo quería, y en aquel momento entendía lo que había sentido Kai cuando KyungSoo rompió con él. Evidentemente, el destino de los dos mellizos era que les rompiesen el corazón.
Kai lo había llamado cuando salió de la casa de Nam. Su hermano se mostró preocupado al notarlo tan fuera de sí, pero él le dijo que no se preocupara. Sencillamente, había hecho algo que debería haber hecho semanas atrás.
La reunión con HeeChul y el resto de la familia había ido bien, y todos estaban de acuerdo en donar una cantidad importante de dinero para el hospital. JongIn sabía por JongHyun que TaeMin iba a ser el abogado de JongDae y que iban a verse con Nam y con el gerente al día siguiente... daría lo que fuera por ver a Nam intentando explicar lo que había quedado grabado.
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Un Auténtico Hombre (KaiChen)
Romance¿Qué ocurre cuando un novio falso decide convertirse en un amante real?