Veo hacia todos lados mientras estoy revisando mi casa, estoy más que segura que eso fue muy real, ¿o no?
Esto fue lo más horrible que me ha podido pasar, debo salir, tomar aire o moriré de la intriga en estos momentos.
Me visto, tomo una píldora para el dolor de cabeza que aún me fastidia, coloco un suéter sobre mí, tomo mis llaves y salgo. No sé bien hacia donde voy pero en estos momentos ya eso no importa. Solo necesito salir y distraerme de esta mala broma que me jugo mi cabeza.
Voy en camino hacia algún lugar en mi auto, manejo sin encender el estéreo no me siento con ánimos para eso y a decir verdad no me siento con ánimos para nada.
Me siento una autómata mientras conduzco por la carretera que da hacia la ciudad, giro en una pequeña curva para comenzar a rodar por lo que sería el comienzo de las calles transitadas, y es como si un pequeño reflejo me vislumbrara la vista. Creo acabar de ver un niño, un niño no muy grande con piel pálida y ojos brillantes.
No estoy segura si fue cierto o solo la conmoción del sueño de hace un rato, veo por el retrovisor y no veo nada, sacudo mi cabeza mientras rato de sacar ese sueño y el susto de mi mente.
-Hoy sería una noche horrible-digo para mí misma.
Al comenzar a andar por las calles ya me siento algo cansada y detengo el auto en lo que sería el costado de un lago, donde las parejas suelen sentarse a conversar o pequeñas reuniones casuales de personas por el mal camino tratando de hacer un trato.
Pero aquí estoy yo, sentada sin comprender aun lo que acaba de pasarme, es muy raro que no pueda sacármelo de la mente de una vez por toda, he pasado por cosas reales como asaltos, sustos que atenten contra mi vida y he logrado superarlos más rápido que esto.
Doy un salto estrepitoso al asustarme con el tomo de mi celular, al menos lo traje conmigo, cuando veo de quien se trata es mi madre, con la que no hablo hace más o menos un año, luego de un pequeño percance con uno de sus novios.
Luego de que papa falleciera mama y yo nos volvimos distantes, sin ningún ánimo de esforzar la relación entre nosotras, eso para mí a creado cierto rencor porque nuestra relación no solo debía tratarla yo como hija, si no también ella como madre.
Llegan a mi esos recuerdo y decido obviar la llamada, no creo sea algo importante, solo tratar de disculparse como el día de mi cumpleaños o el día de las madres, cuando los recuerdos la asaltan no puede contener sola la culpa, así que debe llamarme a mí.
Vuelve a sonar mi teléfono y con un resoplido contesto, no somos adolecentes peleándose por un novio debemos resolver esto de una vez por todas. Por eso me permito tratar de escuchar que quiere decirme.
-Hola-
-Hola Ali- su voz suena con un poco de alivio.
-Eh... que... que tal ¿todo?-
-Bien... todo... Bien, que me dices de ¿ti? ¿Cómo estás?-
-Yo perfectamente, sentada frente al lago pensando en los errores de mi pasado y como enmendarlos como una llamada-
-Alicia -suspira- no hay necesidad de tomar las cosas de ese modo, solo quería llamarte para....
-Saber cómo estaba y como iba mi vida, si me lo esperaba. Estoy bien y respirando, ¿feliz?-
-No tengo mucho tiempo, por favor déjame explicarte además, También quería desearte feliz año nuevo aunque no lo sea aun-
-Gracias.... A ti también, supongo-
Un silencio algo incómodo invade la línea y si no fuera por el sonido de nuestras respiraciones y del tránsito tras el teléfono pensaríamos que alguna de las dos ha cortado la llamada.
-Todo termino... con Fred, hace meses. Pero... pero no había tenido el valor de llamarte-
-Y, ¿porque todo termino? – no puedo evitar preguntar.
-Me di cuenta que me engañaba con su secretaria... una vez-
-Y ¿qué hiciste?-
-Lo perdone- no puedo evitar soltar una risa sarcástica- una vez... pero luego, hubo una latina con la que también me engaño-
-Y ¿también lo perdonaste o seguiste soñando que algún día iba a cambiar?- vuelvo con mi risa irónica, hasta que escucho lo que tiene para decirme.
-No... yo... deje veneno en su bebida- lo dice casi en un susurro que no logro casi escuchar-
-¿Qué?- mi sonrisa se borra por completo al entender lo que me dice.
-Yo no lo hice- lo dice ahora más fuerte con naturalidad y su voz de coloca un poco más ronca de lo normal, pero calla un momento como si debatiera consigo misma.
>>Yo lo hice- suelta de una sola vez y su voz está entre ser la de ella, y de otro ser que se mescle.
No estoy entendiendo esto, ¿estará acompañada por alguien?
-Brenda ¿dónde estás?-
-En un psiquiátrico, ya se está terminando el tiempo. Pero tienes que saber una cosa-
-Brenda ¿qué pasa? – me estoy asustando- ¿Mamá? ¿Mamá? ¿Estás ahí?
-Claro que lo estoy- esa ya no es su voz, ahora suena como una de las voces que escuche en mi sueño-
-¿Mamá?- suelta una pequeña risa- mamá ¿eres tú? ¿Qué le paso a tu voz?
Esto me está alarmando mucho, veo la llamada y aún está en curso pero esa ya no es mi madre.
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Pesadillas de navidad- historia corta(relato navideño)
Historia CortaDonde no todo es real no se encuentra la diferencia, en navidad solo se espera felicidad y amor, pero ¿y si eso no es lo que consigues? ¿que tal si algo inesperado llegara a ocurrirte? Niños, Él, mentes controladas, poderes inexplicables es todo y m...