Tiene razón

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Dijo el importante ejecutivo, es necesario que nuestros enemigos no se enteren de la existencia de nuestra pequeña herramienta.
-Serena sólo miro al hombre frente a la entrada.-

Un auto de color negro se acercó a la entrada de la prestigiosa escuela..
Y esperó con paciencia la hora de salida de los alumnos.

Karen-gritó Anna-. Mientras se acercaba a mí, ¿Qué ocurre? -dije yo mirando sobre mi hombro-.
Hay que irnos juntas-sugirió ella-.
Claro, ( no es como que tengamos que tomar el autobús juntas,) -pensé sarcasticamente-.
¿Que crees que haya sido eso que vimos el otro día? -dijo ella con curiosidad-.
No lo sé y francamente espero no volver a ver a esa cosa.-dije, pero en el fondo aún tenía curiosidad-.

Juntas caminamos hacía la parada del autobús. Mira —Anna señaló a un chico que se encontraba en la otra parada—. ¿Que con ese chico?                —pregunte mirándolo detalladamente mientras el se encontraba de espaldas revisando lo que parecía ser su celular—. Ese chico fue el que tiró mi mochila cuándo pasó por lado mío con mucha prisa. —dijo Anna—.
Sí lo había visto antes. —dije con desinterés—.
-Un auto se estaciono frente a nosotras, abrió sus puertas y unos hombres de negro nos apuntaron con armas. —nos obligaron a entrar en éste y arrancaron con velocidad—.

—El chico dejó de mirar su celular y observó con curiosidad el auto que se marchaba a toda prisa—.
-En el auto Anna se veía muy nerviosa, yo traté de mantener la calma. Unos minutos después el auto se detuvo en un callejón. Uno de los tres hombres que se encontraban dentro dijo: Sí cooperan no les haremos dañó.
Yo sólo lo miré con desconfianza.
-¿Qué es lo que quieren? — dije con hostilidad—.
Queremos saber si ustedes saben algo del cuervo humanoide del que tanto se habla por el lugar, testigos afirmaron que el cuervo las dejo vivir. Deben tener relación alguna con él.
—dijo aquel hombre sin expresión en su rostro—.
¡¡No sabemos nada!! —gritó Anna—.
El hombre que se encontraba de nuestro lado saco una especie de jeringa e inyectó a Anna en su brazo provocando que sus venas comenzarán a incharse causándole gran dolor en su  brazo derecho.
—De pronto el hombre que se encontraba en el asiento del conductor fue jalado con agresividad fuera del auto por una gran mano con afiladas garras.

KnightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora