Mi Amado Joven Amo.

I. Comienzo.

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💙 CAP 1 💙

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Narrador: Sebastian.

El sol comenzaba a salir dando a entender de qué un nuevo día había comenzando en la Mansión Phantomhive. Como todas las mañanas me levantaba temprano, mucho antes que los otros sirvientes y el Joven Amo, mientras me dirigía a la cocina para poder preparar el té de la mañana se ve vino un pensamiento a la mente, ¿Por qué siempre le preparaba solamente té al Joven Amo durante las mañanas, entonces pensé en preparar algo diferente a lo habitual, entre a la cocina y enseguida me puse a preparar unos Cup-Cake, al terminar los puse en la bandeja junto con una taza de leche tibia, miel y algunas cucharadas de azúcar, cuando termine de preparar todo me dirige a la habitación del Conde, con cuidado y sin hacer ruido como de costumbre, camine hasta la ventana y abrir las cortinas dejando pasar los rayos de sol e iluminen la habitación, acto seguido me acerque a la cama de mi Amo donde el aún seguía dormido. Era tan lindo mientras dormía, tan inconciente, parecía un hermoso Ángel, sus cabellos reposados sobre la cama y sus ojos cerrados con sus largas pestañas.

-¿Que tanto me miras, idiota? -Dijo el mientras comenzaba a despertar tallando ligeramente su ojo derecho para después sentarse sobre la cama y bostezar.

-No, nada. -Respondí yo con una típica sonrisa mientras acerque la bandeja a la mesa que estaba a un lado de la cama y la dejé hay- Ayer por la noche llegó una carta de la Reina, al parecer ya van varias casos en los que encuentran a mueres asesinadas y tiradas al lado del lago, también dice que las violan antes de poder asesinarlas.

-Quiero que investigues sobre eso, ¿Entendiste? -Dijo el mientras estiraba su pequeña mano para tomar su taza de té, pero en vez de eso se sorprendio al ver unos Cup-Cakes recién preparados, a un lado de ellos un poco de miel y una taza de leche caliente - ¿Que se supone que es esto?

-Bueno, la verdad solo quise consentirlo un poco. -Dije mientras le quitaba su pijama y le vestía con el traje azul que tanto le gustaba haciendo que resalten más sus ojos, esos ojos que parecen un hermoso zafiro- ¿Por que, le desagrada?

-No, no me desagrada. -Me dijo con un tono frío y serio, pero en el fondo se sentía muy feliz, desde que ocurrió aquel horrible accidente y la mansión se prendió en llamas junto con sus padres no había vuelto a sentirse consentido, poco a poco en su rostro se fue formado una tierna sonrisa llena de sinceridad y alegría por ese detalle de parte de su mayordomo, pues últimamente había lo ha estado poniendo más atención.

-Me alegra escuchar eso, pensé que no le gustarían. -Dijo yo con un tono de alegría en voz al ver que le habían agradado, sinceramente pensé que recibiría un regaño de parte de él pero no, y eso me alivia un poco, termine de vestirlo y me levanté sin dejar de mirarlo fijamente- Entonces adelante, pruébelo.

-Esta bien.. -Respondió mientras les vertia encima un poco de miel, después tomo el tenedor y con este tomar un pequeño pedazo llevándolo a su boca y comerlo. Se sorprendió al probarlo, eso lo pude notar en sus ojos, la deliciosa y dulce miel que tanto le gustaba junto con esos suaves Cup-Cakes que le habían gustado mucho, era sierto, no había comida más deliciosa que la que Sebastian le preparaba todos los días- Está Delicioso.

-Me alegra escuchar eso, me pone feliz. -Dije yo mientras recogía los platos vacías junto con la bandeja- Entonces voy a investigar sobre el caso de los asesinatos. -Camina hacia la puerta y la abrió dispuesto a salir por ella.

-Si, ten cuidado. -Me dijo mi Amo levantándose de la cama y camino hacia la puerta donde me encontraba yo, paso por un lado de mi y se fue a su despacho para terminar de firmar algunos documentos pendientes.

-Si, con permiso. -Hize una leve reverencia ante el y salí de la habitación cerrando la puerta comenzando a caminar en dirección a la cocina, deje los platos sobre una mesa para que Mey-rin los lavara y me dispuse a salir de la mansión.

-Al salir de hay camine por todo Londres en busca de sospechosos haciendo una lista de ellos, al terminar fui a interrogar a cada uno de ellos, no tarde casi nada en hacerlo, me fijé en la lista de los sospechosos y observé dos nombres los cuales eran los que podrían ser los asesinos, un hombre y una mujer, después de investigar un poco averigue que la mujer era una asesina profesional y ladrona, en seguida comenze a buscarla y la encontré en pleno acto donde le arrebataba la vida a otra mujer, decidí acercarme a ella sigilosamente con una sonrisa en mi rostro, ella volteó y me apunto con una arma. Era una mujer en verdad hermosa, su cuerpo estaba muy bien formado, lo que me hizo pensar en una forma de sacarle información.

Mientras tanto con el Conde el se había aburrido de estar en la mansión, ya había terminando su trabajo por lo que decidió salir a tomar un paseo y tomar aire fresco, aunque sabía que sería algo peligroso por qué ya estaba oscureciendo, Sebastián aún no había regresado de la misión que le había encargado lo que le era algo extraño ya que el nunca demoraba tanto. Mientras pasaba por unas casas pequeñas escuchó una voz muy familiar dentro de una, se acercó más para escuchar mejor pero al hacerlo quedó sorprendido y en Shock.

-Mmm~ -Ese era yo, gimiendo, me encontraba dentro de una casa haciendo el amor con esa asesina, ya le había terminado de sacar la información pero aún faltaban algunos detalles necesarios.

-Te amo, Sebastian~ -Gimió la mujer con la que estaba en la cama.

-Y yo a ti, te amo~ -¿Que fue lo que acababa de decir? No lo pude creer, sabía que eso no era cierto pero lo tenía que decir, todo fuera para cumplir la orden que me había dado mi Amo.

-Ahh~ !Más rápido!~ -Volvio a decir ella mientras gemía cada vez más alto y enterrando sus uñas en mi espalda haciendo que yo me excitara más.

- Ahh~ -Di un gemido alto mientras me comenzaba a correr, menos mal que traía puesto un Condón, si no la hubiera dejado embarazado y eso sería en verdad un gran problema.

-Sebas.. tian... -Ese fue Ciel que acababa de ver todo lo que había pasado dentro de esa casa, lágrimas comenzaron a salir de sus ojos y corrían por sus suaves mejillas, no podía creer lo que había dicho su mayordomo, sabía perfectamente que Sebastian de esa forma sacaba y conseguía información pero.. nunca había dicho un "Te amo" y mucho menos a una mujer que acababa de conocer, comenzó a correr muy triste hasta su mansión, nunca debió haber salido, nunca debio haberse acercado a esa casa, nunca debio de haber escuchado nada. Al llegar a su cálida mansión de encerro en su habitación y cerró la puerta con llave mientras se rompía en llanto.

Yo había terminado mi trabajo con esa mujer y sali de aquella casa junto con toda la información que había recolectado, decidí ir de vuelta a la mansión e ir a informarle a mi Amo quien era el responsable de los asesinatos, al llegar me encontré con Finnian en la mesa recogiendo los platos de la cena, pero aún tenían comida y estaba toda, como si no la hubieran tocado.

-¿Donde está el Joven Amo? ¿Y que significa esa comida? -Dije acercándome a él un poco confundido, nunca me había topado con esto.

-El Joven Amo no quiso cenar, Mey-rin le insistió muchas veces pero él no quiere, no ha salido de su habitación desde que llegó por la tarde. -Me respondió Finnian con melancolía, lo que pude notar enseguida.

-¿No ha probado nada? -Volvi a preguntar preocupado, algo que no me gustaría que pasará fuera que mi amo se fuera a enfermar por no comer adecuadamente.

-No, además cuando regreso estaba... llorando. -Me volvió a responder y termino de recoger los platos para enseguida llevarlos a la cocina junto con Mey-rin.

-Ya veo, gracias por decirme. -Le agradeci y sin pensarlo dos veces corrí hacia la habitación de mi Conde, no podía estar tranquilo sabiendo que él había llorado, algo que era muy extraño en el y que su orgullo no se lo permitía. Al llegar desde afuera pude escuchar sollozos dentro de la habitación, era nada más ni nada menos que mi Amo, decidi tocar la puerta pero al ver que no me contestaba la toque de nuevo- Joven Amo, ¿Se encuentra bien?