V. ¿A quien eliges?

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💙 CAP 5 💙

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Narrador: Sebastian.

Aquella mocosa se había lanzado sobre mi Amo, lo abrazaba con fuerza, por supuesto el no correspondió, al contrario, trataba de separarse de ella, yo permanecía serio como siempre observandolos solamente sin moverme, aunque por dentro estaba realmente enojado y furioso, me daban ganas de agarrar a esa mocosa y matarla con mis propias manos para que no nos volviera a molestar jamás.

-¡Elizabeth! ¡¿Que estás haciendo?! ¡Suéltame haora mismo! -Mi pequeño Conde seguía moviendo y empujándola con fuerza, pero ella no lo soltaba por nada- ¡Sebastian! -Grito llamándome para que yo le fuera ayudar. 

-Si. -Me acerque inmediatamente y los separe, aleje a esa niña y me puse al frente de mi Amo mirándola enojado.

-¡Hay! -Esa era ella quejándose, le había lastimado la mano por qué no la podía separar.

-¿Qué haces aquí? -Dijo mi Amo enojado mientras se ponía a un lado de mi, la miraba con odió y desprecio, algo que note inmediatamente.

-Vamos, no seas tan frío. -Dijo la niña haciendo un puchero y ocultando el dolor- ¡Vine a darte un regalo!

-¿Regalo? ¿Y que clase de regalo? -Le contestó un poco confundido.

-¡Si! ¡Mira! -Dijo ella feliz y emocionada, de su pequeña bolsa saco una pequeña cajita y dentro había un anillo de compromiso.

-Eso es.. ¿Acaso tú? -Dijo sorprendido al ver el hermoso anillo.

-¡Asi es, Ciel! ¡Quiero que te cases conmigo! -Le dijo la niña muy feliz y emocionada, sonreia alegremente mientras tomaba el anillo y lo puso en el pequeño dedo de mi Amo.

-No.. -Ese era yo, dije en un leve susurro que no fue escuchando por nadie. Estaba totalmente sorprendido, estaba muy, pero muy enojado, pero sobre todo tenía miedo.. miedo de que se lo llevara de mi lado, miedo de que el aceptara, miedo de no volver a tenerlo en mis brazos, miedo de perderlo, pero sobretodo, miedo de perder su Amor. Me daban ganas de gritar "No, el es mío" pero simplemente me quede callado sin decir nada y con la cabeza abajo.

-¿Casar? ¿Contigo? -Escuche la voz de mi Señor, ví como claramente en su rostro se hiba formando una pequeña, pero linda sonrisa.

-¡Por supuesto! Por que yo.. te amo Ciel. -Dijo con una pequeña lágrimas en los ojos mientras se acercaba a él y lo abrazo, sentía tanta rabia en ese mismo momento pero todo ese odio aumento aun más cuando ví como ella besaba a mi Amo.

-Eliza.. -No alcanzo a pronunciar lo que quería decir por que ella lo había besado, eran unos labios tan dulces y pequeños, poco a poco fue correspondiendo a ese beso que a los pocos segundos se fue haciendo apasionado.

-Yo me retiro, tengo trabajo que hacer. -Dije casi al borde de las lágrimas, me sentía muy decepcionado por lo que estaba viendo, no podía hacer nada, solo me aleje de ese lugar y me encerré en mi habitación, me recosté en mi cama y decidí quedarme hay, sentí como una pequeña lágrima corría por mi mejilla, eso no era normal en mi, pero mi corazón estaba roto en mil pedazos.

Después de unas horas me seque las lágrimas y me levanté de mi Cama, aún seguía muy triste pero no podía darme por vencido, no hiba a perder a la persona que más amo en esta vida. Salí de mi habitación y comenze a buscar a mi Amo, busque por toda la mansión pero no aparecía, lo que me preocupo, seguí buscandolo y pensé un poco, su habitación, aún no lo había buscado hay, sin pensarlo dos veces corrí hasta esa habitación, abrí la puerta con cuidado y al asomarme me quedé totalmente sorprendido, no podía creer lo que mis demoníacos ojos veían, quería volver a llorar pero no está vez. Dentro de la habitación se observaba a mi Amo desnudo totalmente, y a un lado suyo estaba esa estúpida mocosa desnuda también, ambos habían echo el Amor.

-Disculpen. -Me arme de valor y decidi hablar entrando totalmente a la habitación, permanecía firme como el mayordomo que era, no dejaría que me vieran debió a pesar de como me sentía.

-¿Hu? ¡¿Sebastián?! -Dijo mi Amo quedando sorprendido al verme, no sabía qué hacer, solo se quedó totalmente en blanco y se tapo con las cobijas hasta la cabeza sin decir nada más.

-Creo que es hora de que me vaya, pronto va a oscurecer. -Dijo esa estúpida mocosa mientras se levantaba y se vestía rápidamente- Volveré después para hablar sobre la boda, Ciel. -Se acerco a mi Amo y beso su mejilla despidiéndose de el, después salió de la habitación corriendo muy feliz de forma que me quede a solas con mi Amo.

-Usted.. me engaño. -Dije en el instante en que ella salió de la habitación, estaba a un punto de romper en llanto, mi corazón estaba roto, me sentía muy decepcionado, poco a poco sentí como lágrimas corrían por mis mejillas callendo al suelo.

-No... Sebastián. -Dijo el mientras se destapaba con las cobijas mirando, al verme se sorprendió observando cómo estaba llorando- Por favor, no llores. -Tratando de calmarme me dijo mientras se ponía una bata y se acerco a mi.

-¿Por que? ¡¿Por que lo hizo?! -Le respondí gritando mientras más lágrimas salían por mis ojos, era una imagen patética de mi, pero no podía evitarlo, después de todo el las ocaciono.

-Perdóname, por favor perdóname, Sebastián. -Sentí como me abrazó tratando de consolarme.

-No, elija de una vez, ¿Es ella o yo? -Me solté de su abrazo y me di la vuelta limpiando mis lágrimas y cruzandome de brazos esperando su respuesta.

-Yo.. elijo a.. -Escuche un poco de duda en voz, pero no le di importancia, solo quería saber cuál era su respuesta.

Continuará...

Mi Amado Joven Amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora