II. ¿Enamorado?

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💙 CAP 2💙

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Narrador: Sebastian

Después de que Finnian me contó sobre cómo había llegado mi Amo me dirigí de inmediato a su habitación, estaba muy preocupado, ¿Que pasaría si le llega a pasar algo? ¿Que pasaría si le da un ataque de asma por no comer adecuadamente?, si algo le llegará a pasar nunca me lo podría perdonar. Al llegar fuera de su habitación escuche sollozos, eran nada más ni nada menos que de mi Amo, al parecer lo que me dijo Finnian era verdad, pero ¿Por que estaba llorando? Me decidí por tocar la puerta pero no me respondió nadie, toque la puerta nuevamente pero esta vez más fuerte para que me pudiera escuchar- ¿Joven Amo, se encuentra bien?

-¿Qué quieres? Lárgate, no quiero ver a nadie. -Al fin me había respondido lo que me hizo suspirar de alivio al escuchar su hermosa voz, pero lo dijo con un tono frío, seco y como si estuviera enojado, después de eso escuché claramente cómo seguía llorando.

-Joven Amo, por favor déjeme pasar. -Dije aún más preocupado, quería entrar y verlo, quería ver su hermoso rostro, tocar su suave piel cuando lo visto, sus preciosos ojos azules, quería verlo ya pero no podía, la puerta estaba cerrada con llave.

-¡Dije que te largaras! ¡Vete con esa estúpida mujer! -Grito enojado y alzando la voz, ¿Acaso me vio? Eso no podía ser posible.

-¿Cómo sabe eso? -Dije totalmente sorprendido, ¿Cómo es que sabía eso? Esto no podía estar pasando, el me había visto como me revolcaba en la cama con aquella mujer. Desesperado intentaba abrir la puerta pero se me era imposible, la única opción que me quedo fue romper, de una patada la derribe dejándome paso a la habitación.

-¡¿Que diablos estás haciendo?! ¡¡Dije que te largaras!! -Dijo el totalmente enojado, tenía el seño fruncido, lágrimas seguían callendo por sus bellos ojos y corrían por sus mejillas con un leve sonrojo, era simplemente hermoso, nunca lo había visto así, parecía un pequeño niño en ese estado.

-No lo haré, no hasta que me diga que fue lo que vio. -Entre y me acerque a su cama donde el estaba acostado abrazando una almohada, al acercarme más estando a un lado de su cama lo mire fijamente a los ojos esperando una respuesta.

-¡Eso no te importa! ¡Vete, no quiero ver! ¡¡Es una orden!! -Se levantó de su cama y se golpeó en el estómago repetidas veces, a mi por supuesto no me hacian nada sus pequeños golpes, me empujó hasta la salida de la habitación y me saco.

-¡Joven Amó, por favor escucheme! -Dije tratando de entrar de nuevo pero no pude, cerró la puerta justo antes de que volviera a entrar, ¿Haora que hiba hacer? ¿Cómo voy a resolver esto? El solo pensar que lo podría perder hacia que me asustara.

Al día siguiente por la mañana me encontraba preparando el desayuno estaba triste por lo que pasó la noche anterior, mi Amo había dado la orden de que no me le acercaba ni para cambiarlo, Tanaka fue el encargado de levantarlo y vestirlo, ¿Cómo es que pudo pasar todo esto? Termine de preparar el desayuno y Bard fue el encargado de llevarselo, mi Amo no me quería ver por nada, es como si me odiara.

-¡Tengo que arreglar esto, no puedo soportar estar así ningún minuto más! -Dije gritándome a mi mismo en la cocina solo, di un golpe fuerte en la mesa lo que hizo que se rompiera- Haberme acostado con esa mujer fue lo peor que pude haber echo, soy un estupido. -Me lamentaba, no dejaba de culparme, aunque era verdad, todo esto había sido solamente mi culpa y de nadie mas.

-¡Oye, Sebastián! ¿Que estás haciendo? -Dijo el cocinero que acababa de entrar a la cocina y observo como rompí la mesa, se acercó a mí y se rasco la nuca-Tendremos que conseguí una mesa nueva.

-¿He? Ha si, después conseguiré una. -Dije con tono triste y desanimado, salí de la cocina y entre a la biblioteca donde tome un libro y me senté en un sofá comenzando a leer y pensar un poco sobre las cosas que han pasado. Así pasaron los segundos, minutos y hora, llegó la noche ya era hora de dormir para mí Amo estaba dispuesto a levantarme e ir a prepararlo para dormir pero recordé que no me quería ver. Pero no me hiba a dar por vencido, la verdad desde hace unas semanas cada vez que me acercaba a él me sentía extraño, mi corazón comenzaba a latir muy rápido, después de unos días descubrí que fue lo que tenía, me había enamorado, me enamoré de mi hermoso Condé, de sus preciosos ojos, de su suave piel, de su tierna sonrísa, me había enamorado de todo su ser y hoy voy a decirle todo lo que siento, no me importa que este enojado, tengo que dejar en claro mis sentimientos.

Mi Amado Joven Amo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora