Las Aves

5 1 0
                                    

POVS. Mylien:

Al día siguiente, encendí el televisor esperando no ver nada malo.
Mis pensamientos no se cumplieron.
El colegio "Santa Clara" había sido embusteando por una chica vestida de negro.
Myla.
Me agarre la cabeza.
Me jale el cabello.
¿Ahora que?
¡AHHHH!
Me tire al suelo.
Debo dejar de lamentarme.
Debo hacer algo.
No ayuda en nada estando aquí.
Me coloqué el traje.
Agarre una mochila y coloque una ropa.
Salí de casa.
Mis padres estaban afuera entonces volvería antes que ellos.
Me convertí en halcón y con la mochila en las garras volé al colegio.
Están destruido.
Tenía marcas de garras gigantes.
Me encerré en un baño y me puse la ropa que traía, incluyendo unos lentes, por Myla. Y mi mochila atrás.

Mire todo el alrededor del colegio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Mire todo el alrededor del colegio.
Descubro una puerta trasera (no era una puerta era un hueco obviamente hecho por una animal) Myla.
Salí y descubrí pisadas.
Las pisadas sangrientas desaparecieron, no tam lejos.
Mire las paredes.
Me quité los lentes, los voltee y los use como lupa.
Habían manchas diminutas de sangre, como de un insecto.
Las sigo, pasó una... dos... tres... cuatro y cinco calles.
Llego a un lugar no muy bonito.
Mejor me convierto en algo.
Me meto en una calle estrecha.
Me quito la ropa.
Tenía el traje adentro, colocó la ropa adentro de la mochila.
Me convierto en mapache.
Subo unas escaleras con mi mochila.
Arriba de uno d ellos edificios del estrecho callejón.
Había un letrero promocionando cepillos de dientes.
Subo como halcón.
Colocó la mochila sobre en cartel, escondida.
Vuelo al suelo.
Me convierto en araña.
Empiezo a buscar las pisadas sangrientas.
Las encuentro.
Pero solo habían unas cinco más por recorrer.
Empezó a llover.
Volé y me coloqué sobre una casa en una esquina.
El lugar no era bonito.
Entonces...
Myla estaba pasando.
Vestida con una ropa negra.
Fruncí en sueño.
Volé adelante de ella.
-hola- dijo sonriente Myla.
-¿como?¿por qué eres tan cruel?- le dije convirtiéndome en humana.
-no soy cruel, soy inocente y divertida- dijo con voz de niña inocente.
-¿divertida?- le cuestione.
-mira- me dijo.
Empezó a cruzar la pista.
Un carro paró para dejarla pasar.
Ella se convirtió en elefante.
El dueño del carro salió.
Estaba asustado.
Ella se convirtió en humana.
Se tiro al suelo.
Yo la miraba confundida.
El hombre se acercó preguntando si estaba bien.
Estaba a un paso.
Ella volteo como el exorcista y se transformó en serpiente para luego morderle la pierna.
Me acerqué.
¡No! ¡Como deje que pasara esto!
Le gruñí a Myla en forma de león.
Se convirtió en león también.
Empezamos a pelear.
Ella tenía apariencia de ser más fuerte.
Sus animales tenían Cortés y sangraban.
"Sus tatuajes de sangre" estaban por todo su cuerpo.
Entonces escuchamos a un niño gritar.
Ambas paramos.
-¡mama!¡yo quiero!- decía un niñito en una de las casas.
-mi amor hay prioridades- decía su mamá.
Nos acercamos a la ventana del cuarto del niño.
Ambas como pajaritos.
Uno gris. Yo.
Uno negro con ojos rojos. Myla.
-por mi cumpleaños 6- decía el niñito como rezando.
-no- dijo la madre y salió del cuarto.
Entonces el niñito se acercó a la ventana.
-Diosito, por favor podrías hacer que mi mama me compre un GTA, mis primos y amigos lo tienen, ella dice que eso es para grandes y que por mi carácter cuando juego no me lo va a comprar, pero tú eres bueno- moví la cabeza negando.
Lamento niñito, pero Dios solo cumple lo que está correcto.
El Niño abrió la ventana.
-hola pajaritos- dijo mirándonos.
-tú eres bonito- dijo viéndome.
-tu me das miedo- dijo viendo a Myla.
Me acerqué al niño.
Entonces Myla entro al cuarto.
El Niño volteo.
-¡oye feo!- dijo el niñito siguiendo con la mirada al pajarito que volaba por todo el cuarto.
Me acerqué casi entrando.
-¡Myla sal!- grite, obvio El Niño no me entendió.
Entonces vi que el Niño estaba aprendiendo a escribir y a leer.
Hice un sonido para llamar la atención del niño.
Myla seguía volando.
Entonces yo le escribo al niño.
~gastamos dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos, para impresionar~
El niñito lo lee cortante por qué está aprendiendo.
-pero...
Vuelvo al papel.
~eres mejor que eso, ya lees~
Me sonríe.
Acaricia mi cabeza con su dedito.
Entonces Myla se acerca al papel.
Coloca su pata en la pintura roja.
~¿qué prefieres GTA o aprender a leer?~
El niñito abre los ojos.
Y se pone a saltar.
-¡GTA!- empieza a gritar por el cuarto.
Entonces Myla sale del cuarto.
Roba un juego de "GTA" lo trae.
¡Hey!
Pienso frunciendo el seño.
-Dios existe- grita el niñito con su juego en mano.
Myla se coloca en el hombro del niñito.
-juega- le susurra en su oído.
Vuelo rápido al otro hombro.
-no, hazle caso a tu mamá- le susurró.
entonces se enciende una pelea.
-juega-
-Eres mejor que esto-
-juega-
-no...
-juega...
-ya déjenme tontos pájaros-
Nos vota del cuarto.
Cierra la ventana y se pone a jugar.
-Dios existe- me dice Myla.
-Dios no hizo eso, lo hiciste tú- le grite mientras se me salía una lagrima.
-gané- me dijo sonriendo en el cuerpo del pajarito.
-no... espera a que venga la madre- dije.
De inmediato la mama entro.
-¿hijo? ¿Ese juego? ¿Cómo?- dijo la mamá quitándole al niño su mando.
-me lo dio Dios, el es bueno- miro así mamá -no como tú- dijo enfurecido y le quitó el mando.
-¡eso no es tuyo!- le gritó la mamá, arrebatándole el mando otra vez.
-¡ni tuyo!-y tiro el play al suelo.
-¿hijo?- dijo la madre sería -¿ya vez? Así te pones ¿por un juego?- le jalo la oreja.
-se lo pedí a Dios y el me lo dio- dijo señalando la ventana -¡tú eres una loca! ¡MALA!- le saco la lengua.
-hijo no estoy para tus berrinches- dijo agarrando la cabeza, recibiendo el play del suelo.
-¡Te odio!- gritó el niñito.
Le arrebató el mando a su madre y se lo tiro en la cara.
La madre se agarro la cara rápidamente.
Estaba sangrando.
Yo estaba lagrimando.
Myla estaba riendo.
-te lo mereces- decía.
La madre salió del cuarto llorando y con la mano en la frente.
El Niño se tiro en su cama llorando.
Myla sonrió de lado mirándome de reojo.
Con mis alas me saque las lágrimas.
Era mi turno.
Abrí la ventana con toda mi fuerza.
Entre y me convertí en humana con el traje blanco.
Me senté en una esquina de la cama.
-no quisiste hacerlo- dije pasivamente viendo un póster y con mi mano derecha sobre la espalda del niñito.
-¿pajarito gris?- asentí con la cabeza -¡no!¡no quería!¡fue el juego!- gritaba lloroso el niñito.
-tu mamá intentó evitar esto- dije mirándolo.
-lo sé- dijo y respiro sonoro.
-lo ves, eres más que eso, eres inteligente- él me miró. No me comprendía por completo  -la vida siempre te pone dos caminos, el bien y el mal. Tú eliges. Debes ser sabio con tus desiciones- el empezó a llorar -pero no te preocupes- lo calme -errar es humano-
-que puedo hacer para cambiar mi error- dijo inocente.
-¿estas arrepentido?- asintió con su cabecita -con eso basta, para los que realmente te aman, como Dios y...
-mamá- me interrumpió.
-sí- afirme -pero para que tu mamá sepa que estas arrepentido, tienes que disculparte de forma sincera.
El niñito me abrazo y corrió hacia la puerta.
Pero regreso. Me abrazo y se fue otra vez con su mamá.
Entonces sentir un latido muy fuerte en mi corazón.
Mire a la ventana.
Myla ya no estaba.
Sonreí.

Índigo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora