Índigo

¿Quien es Mylien?

Yo? Bueno soy Mylien Branches Ruiz una chica común de trece años con cabello marrón ni muy largo ni muy corto pero en capas, tez bronceada, esbelta, de estatura que podría decirse normal no me caracterizo por ser la más alta ni la más pequeña, con labios rosados, o así dicen mis amigas.
Me caracterizo por ser pensativa (ahora) (antes no lo pensaba dos veces y solo iba por lo que me proponía pero ahora se que tengo que pensar bien)(es divertido aveces quedarse pensando en el todo del todo) también soy muy dedicada, creativa e intento ser mejor en todo cada día; ya sea, en ser mejor amiga, mejor estudiante o mejor hija...
Me gusta dibujar y los animales, aún que no tengo mascota por qué mi hermano es alérgico a su pelo y a mi madre no le gustan los animales.
De grande me gustaría ser presidente y veterinaria y poder cambiar el mundo.
Vivo con mis padres y mi hermano menor en una ciudad liderada por la corrupción y la informalidad, pero muy pintoresca y todos son muy amables y unidos (excepto los políticos y la farándula).
No me considero la más religiosa del multiuniverso, pero desde que nací mi abuelo me crió mejor que nadie. Me sacaba a pasear aún que fuera una bebe de 8 meses o estuviera enferma, en mantas y cobijas me veías pasear en el parque detrás de la casa de mi abuela, hablando sobre animales y el poder de la naturaleza con mi abuelo; pero tal ves lo más importante fue la enseñanza que me dio de Dios, tal ves no todos crean en él, pero a mí me ah podido demostrar su existencia muchas veces, tal ves por eso siempre sentía que alguien me protegía y si no era ese Dios, supongo podría ser mi abuelo quién murió cuando cumplí dos años, solo tenía que rezar siempre para que esté protegida era como un intercambio de conocimientos de cada día. Aún que cuando era pequeña y tenía miedo en las noches rezaba cada vez que me despertaba para evitar las pesadillas y aún que obviamente no todo el tiempo funcionaba igual lo hacía por fe y por costumbre.
Aún que seas de diferente religión, ya sea que tengas diferente oración o no tengas oración, igual puedes dirigirte a él, desde cuando más lo necesites hasta cuando no tengas con quien hablar, puedes hablar con él en tu mente, como un amigo, sin necesidad de tener la religión establecida, o por lo menos es lo que yo creo, y lo que yo hago, aún que en realidad soy cristiana.
Pero aún así no creo que esté preparada para este papel que me entregas...