Desnuda en el Campo

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Al día siguiente ya era lunes y me había llenado de tareas para el martes, pero cambiar al mundo era un trabajo duro. supongo. así que pensé en madrugar esta noche. A parte era la última semana del bimestre, habían bimestrales, exposiciones y por fin las vacaciones a partir del viernes.
Al finalizar el colegio fui con Micah hasta mi casa, esperó a que terminara de cambiarme unos shorts de jean , polo blanco de tiras una camisa a rayas y unas converse blancas pero un poco usadas y sucias.
Pedí permiso a mi madre, quién gustosa dejo que fuéramos al campo.
Salimos y Sara, Julieta y Ariel nos estaban esperando afuera en la camioneta.
Nos subimos y emprendimos camino a las afueras de la ciudad donde era verde y espacioso.
Tras unos 20 minutos llegamos a un largo pastal sin personas. Paramos junto a la pista y bajamos.
-inténtalo- dijo Micah.
Cerré los ojos y me relaje, pero esta vez fue enserio, sentía el aire en mi cara y un olor a bosque y miel.
Pufff...
-¡Soy un caballo!¡soy un caballo!- grite de la emoción
-¿pero ya habías sido un caballo antes?- pregunto Ariel
-pero esta vez sí lo pensé- le dije emocionada, por fin me había salido, me sentía toda una... una... una... eh... Una Micah. No sé si te reíste pero yo si.
De caballo me convertí en ruiseñor al igual que Micah.
Empezamos a volar por el pastal, nos alejamos tanto de la emoción, nos divertíamos y nos sentíamos libres o al menos eso yo sentí. Habíamos llegado a un pastal mucho más aalto y seguíamos volando, hasta que me canse.
-Micah espérame...- decía agotada. Pero el se fue alejando cada vez más, no podía seguir, estaba muy cansada. Mejor era convertirme en humana y sentarme un poco.
Eso hice...
Pufff...
ESTABA DESNUDA
¿Que le pasó a mi ropa?
¿Había desaparecido?
MI SHOORRT era mi favorito, era muy joven para morir, ok no.
Me agaché entre las plantas para que Micah no me viera, no sabía qué hacer, estaba muy agotada, no podía transformarme otra vez. Entonces escucho a un pajarito. Micah. Se mueven las plantas, o no ahora era humano y me estaba buscando.
Intenté no hacer ruido para que no me encuentre, hasta que lo escuche cerca, empece a correr moviendo las plantas descalza, me dolían los pies, ni siquiera sabía a dónde hiba.
-¡Mylien!- gritaba Micah corriendo detrás mío. Entonces escuche que paró. Me asuste. Seguí corriendo. Vi que se terminaba el gran pastal o no. Entonces escucho un rugido. Me asuste aún más.
-¡¿Micah?!- grite asustada casi llorando. Me sentía sola.
Escucho nuevamente el rugido y salgo corriendo dirigiéndome a salir del pastal e ir con Ariel y Julieta, que me esperaban en el carro. Estaba a punto de salir y un león apareció corriendo delante mío. Me vio. Grite lo más fuerte que pude y el león se convirtió en Micah. Estaba llorosa. Lo abracé. Pero recordé que estaba desnuda y retrocedí rápido a esconderme en el pastal. Al principio no entendía por qué me había escondido y se acercó, pero le hice señas de "no" con la cabeza y él comprendió, se quitó la camiseta y me la dio. Me la puse. Me quedaba como un vestido corto. Salí y lo volví a abrazar.
-No me dejes- le musité
-No lo aré, soy tu ángel guardián- me respondió, sonreí y no deje de abrazarlo por un largo tiempo. Estaba tan tranquilo, su pecho era caliente, como si abrazara a mi propia madre.
Regresamos caminando lentamente como si uniéramos vuelto de la guerra. Cuando Julieta, Ariel y Sara nos vieron se asustaron de mi apariencia semidesnuda.
Me llevaron al carro. Durante el viaje estuve en la parte trasera, junto a Micah, como humano, me estaba abrazando mientras yo me quedaba dormida en su hombro. Era mi ángel guardián, que esperaban.
Cuando desperté, y estábamos llegando. Todo el camino ellos estuvieron hablando sobre un "traje", para evitar aparecer desnuda o no, simplemente no queríamos arriesgarnos.

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