O3. Y hubo alguien.

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Y hubo alguien, que se encargó de darme todo cada tarde, que se moría por llenarme de detalles y palabras amables.

Él no se consideraba la persona más interesante del mundo, creía que ser serio no era sinónimo de misterio; pero esa tarde empezó a replantearse aquello. Sophia Lillis estaba en frente de él, sonriéndole como si fueran viejos amigos y contándole sobre sus dudas con una cámara que se había comprado. Era como un imán la chica, esos ojos azules te hipnotizaban, mientras su cabello rojo cuán fuego te llamaba a acariciarlo. Debía de admitir que también miro el escote que se asomaba por esa blusa un par de veces y esas mismas veces se golpeaba mentalmente por ser tan... "hombre". O eso diría su madre, si estuviera presente, claro.

Finn intentaba parecer tranquilo y seguro de sí mismo en cada contestación. Asentía cuando era correcto y hacia los comentarios necesarios en el momento apropiado hasta que le sorprendió la propuesta que la chica le hacía.

— ¿Podrías ayudarme a editar? Nunca creí que hacer vídeos en YouTube fuera tan difícil, digo, mira a Zoella. Esa chica es increíble y la producción no es tan sorpréndete. — concluyó la pelirroja, encogiéndose de hombros como si fuera cualquier cosa. Era consciente que tenía un canal bastante bueno en aquella plataforma y debía admitir que vio varios vídeos. Le gustaba su temática, hablar sobre historia y hacer comentarios sobre viejos programas o nuevas series le animaba a verlo.

— Sophia, ¿en serio quieres que te ayude? Tú lo haces bastante bien. —comentó el chico de lentes, sonriéndole tímidamente. Pero la timidez se fue como un rayo al momento en que su compañera tomó su mano, acariciando el dorso de esta.

—Wolfhard, se por buenas fuentes que eres el mejor en esto. Oleff lo comentó hace bastante y tenía entendido que eran amigos, así que creo poder confiar en eso. — Al escucharla hablar, tan sólo atinó a asentir, meditando sus palabras y notando la incomodidad que salían de ellas. Wyatt Oleff siempre sería controversia; más si tenías a su ex novia en tu mesa y tratando de referirse a él de una manera amable. Después de todo, no solo había un corazón roto en aquel lugar.

Después de eso no dudó en aceptar.

Los días pasaron, cumpliendo el mes de aquel beso que se grabó en su mente. El rizado admitía que no todo era miel sobre hojuelas cuando veía a Millie pasar; le dolía notar como la tomaban de la mano, la mirada de amor que aparecía cuando observaba a Noah, pero más le dolía ver que para ella, él era alguien más en esa escuela.

De ese mes, los días corrieron y se convirtieron en pólvora. El calendario marcó el inicio de la primavera, las flores brotaron como su amistad con aquella linda pelirroja. Las tardes se convertían en diversión, ver a la chica hablar frente la cámara y notar como ella nacía para brillar le hizo sentirse especial. No podía decir que la amaba, ni que estaba olvidando a su castaña, pero si podía notar como su corazón se aceleraba cada vez que Lillis le ofrecía una sonrisa, como tomaba su mano sin preocuparse de los demás, la manera en que besaba su mejilla y reía de aquellos malos chistes como si fueran los mejores; estaba ganándose su cariño poco a poco.

Ambos se volvieron el apoyo del otro. Sophia contándole cómo Wyatt le había dejado por una chica llamada Maddie, que casualmente se convirtió en la mejor amiga de Millie. Mientras que él le decía de su decepción con la única persona que le gustó y el porqué de la noche a la mañana, Noah lo había quitado de su lista de amigos.

Con la pelirroja aprendió que no importaba si todos te decían amigo, al final se veía quien sí lo era y cómo es que estos eran contados. Aprecio más cuando se dio cuenta que era verdad. Lo vio reflejado al día siguiente, en esa singular mesa de cafetería, cuando Jack hacía chistes a los presentes, intentando ganar la sonrisa de la tímida Ellie; Jaeden se encogía de hombros mientras ayudaba en su proyecto a Iris, aunque sé veían interrumpidos ante los comentarios de un preocupado Gaten, pero sobre todo al mirar sus manos, unidas con las de Sophia.

No eran nada, pero en poco tiempo se convirtieron en todo.

Después de todo, era agradable besarse con una persona que no le recalcara que fue un error. Porqué, Millie... Después de ti, si hubo alguien.

Y a ese alguien, le entregué mi cariño, mi cuerpo, mi alma, mi mente y mi ser como tú ya lo sabes.

Locos ;; Fillie.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora