Capitulo 5

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Narra Charlie

No sé muy bien como pero de alguna forma había podido salir del edificio antes de que terminaran de rodear el lugar, pensar en cómo todo se había ido complicado cada vez más solo hacía que me doliera la cabeza, había dado tan solo unos pasos cuando sentí que alguien me tomaba del brazo y me jalaba... ahora si era el fin, terminaría encerrado, y todo por no haber hecho bien el trabajo; a pesar del pánico intente forcejear un poco y pude ver que quien me jalaba no era ni más ni menos que Guro, ¡¡dios este sujeto esta en todos lados!!
- ¡suéltame idiota! qué crees que estas...
- shh, guarda silencio, ¿en serio quieres que te lleven preso?
-¿que? espera, ¿y a donde me llevas?- pregunte por fin soltándome de su agarre
- a no sé, ¿tal vez a donde no te estén buscando?
-y exactamente a donde es eso genio
-para ser sincero no lo sé pero, digamos que tengo un plan, solo que si no me ayudas no podré hacer nada por ti
- espera un segundo, ¿tú quieres ayudarme? ¿en serio? ¿tú a mí?
-si, ¿que hay de extraño en eso?
-realmente todo
-bueno si vas a seguir portándote como Keith y cuestionándome por todo en vez de dejarme ayudarte, entonces te dejo, aunque si lo piensas no tienes otra opción mas que seguirme, ¿o no?

Los colores se me subieron a la cara, aunque odiase admitirlo tenia razón, había metido la pata a tal punto que no podía hacer nada, más que dejar que me ayudara
-está bien, te sigo
-ya vez, no era muy difícil tranquilizarse, ahora salgamos aquí antes de que nos lleven a los 2

***

- bueno, al fin llegamos, sé que has de estar muy confundido y eso pero... después de pensarlo por un buen rato creo que puedes estar seguro aquí, es muy poco probable que vengan a buscarte y mi casa es lo suficientemente grande para los 2, solo espero que no te moleste- dijo Guro dándole a Charlie una sonrisa como siempre hacia

-g-gracias -contesto el rubio, quien se sentía realmente apenado y devastado con todo lo que sucedía

-oye tranquilo, no tienes porque alterarte, digo si es una situación muy mala pero... estar alterado no solucionara nada

-tal vez, solo espero.. No ser una molestia o algo

- no te preocupes, bueno tal vez si fueras Keith si me cansaría un poco pero, dudo que tú y yo tengamos problemas, solo si tengo algo que pedirte

-emm.. está bien

- primero sígueme, voy a mostrarte la casa

Charlie asintió y ambos subieron al segundo piso, el rubio solo veía a Guro moviéndose a lo largo del pasillo señalando puertas y explicando cosas como "esta es la cocina" "el baño" y demás, aunque no eran muchas habitaciones y estaba seguro de que pronto podría acostumbrarse

- y esta de aquí seria... tu habitación, esta improvisada pero... si hubiese puesto más cosas no te hubiese alcanzado- dijo Guro dando una pequeña sonrisa

-es bastante grande

- bueno me alegro que te guste, poco a poco podemos ponerle más cosas si ocupas pero... creo que mientras por hoy está bien para pasar la noche, ahora ven, ¿vez esta puerta de aquí en medio de las 2 habitaciones?

- a si

- bien, pon nada pero nada del mundo debes entrar ahí ¿ok?

-¿porque? ¿Qué hay ahí?

- nada interesante solo... no entres ahí aunque llegues a ver la puerta abierta, ¿está bien?

- bueno, entonces ¿todo lo que querías pedirme es que no entre ahí?

-sip, sencillo verdad, bueno se me ha hecho un poco tarde y no he alcanzado a hacer algo de comer pero...

-¡no! , no te preocupes, si quieres yo puedo ayudarte y cocinar

- en serio puedo hacerlo yo, solo...

-¡no! en serio prefiero ayudar, eso y que de verdad ya tuve suficientes problemas estomacales, además quisiera ayudarte en algo

- bueno, si estás seguro te muestro la cocina y después veo que paso con Lotte y eso

-¿Lotte?

- si, no vez que ella fue la que monto todo el escándalo, solo espero que se haya calmado, bueno ven, te muestro donde está todo

Charlie no supo como pero en poco tiempo había logrado terminar de hacer la cena, y casi a la misma velocidad él y Guro habían terminado de comer, el día había sido tan agotado para los 2 que se fueron a dormir temprano, ambos se despidieron y se fueron cada quien a su habitación como si esa siempre hubiese sido su casa, sin embargo por más que pudiese parecer que el rubio se había tranquilizado y se encontraba cómodo, realmente era todo lo contrario, su cabeza dolía a causa del estrés y había derramado sin querer una que otra lagrima, intentaba convencerse de que debía mantener calma pues todo iba a mejorar pero, era más que obvio que estaba en una situación sin salida, lo desesperante era que no tenía ahora más que lo que llevaba puesto, ni siquiera su hermano que siempre había estado ahí cuando lo necesitaba se encontraba cerca, solo podía respirar profundo y recostarse en la cama a descansar, tal vez el sueño le aclarase las ideas, además sentía que sería una molestia si su llanto no dejaba dormir y lo último que él deseaba era precisamente ser una carga.

FugitivosWhere stories live. Discover now