Capitulo 5- ¿Como sabe lo de la discusión?

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Bueno, seguramente os estéis preguntado que ese eso de la misión, la última vez y todo eso.
¿Con quién hablas?
Shhh cállate. No te metas.
Vale...
A lo que iba.
Hace tiempo que trabajo en una agencia secreta...
Oh vamos, deja de mentirles. No es una agencia es una Mafia.
Pfff aguafiestas.
Sí, habéis leído bien. Formo parte de una de las mafias más poderosas de Europa. Me metí hace unos... ¿8 años? Sí, algo así. Lo sé, os preguntaréis "como podías formar parte de una Mafia a los 10 años??". Mi hermano participaba en esas carreras ilegales y la estaba jodiendo porque estaba perdiendo muchísimo dinero. Así que una de las veces que fui a una de sus carreras me topé con nada más y nada menos que el líder de esta Mafia. Al parecer el también era el que dirigía todo esto de las carreras y al que mi hermano le debía tanto dinero. Después de negociar con él accedí a formar parte de su banda a cambio de así ir cobrando las deudas de mi hermano.
Y pensaréis "¿Que pinta Ana en todo esto?". Ella se enteró de en lo que estaba metida unos día después, y sabiendo que no le haría caso si me pedía que me fuera, se unió a la banda conmigo.
Así es, esa es mi gran amiga Ana.
Y respecto a lo que pasó la última vez con los gemelos...
*Flashback*
Habíamos quedado con los gemelos hace media hora pero la misión se había alargado y llegábamos tarde. Mi móvil vibró mientras salía del edificio junto con Ana. Era una llamada de Derek. Lo dejé sonar hasta que desapareció y la pantalla se iluminó con la notificación de que tenía 20 llamadas pérdidas de los gemelos.
-Mierda- mascullé entre dientes.
Ana miró para mí con los ojos muy abiertos.
-¿Qué pasa?- dijo preocupada.
-Llegamos más de media hora tarde a la quedada con los chicos-su rostro palideció al instante- A ver qué excusa nos inventamos. Nunca llegamos tarde.
Cruzamos una mirada furtiva y echamos a correr calle abajo.
(...)
Llegamos exhaustas junto a unos Marcos y Derek visiblemente cabreados.
-¿¡Se puede saber dónde estabais!?- dijeron los dos a la vez.
He de admitir que me da miedo cuando hacen eso.
-Lo siento, pero aquel tío no soltaba na...-Ana me calla de una patada en la espinilla-¡¡Auch!! ¿¡A qué ha venido eso!?-grito molesta por su repentino ataque de brutalidad. Ella me hace una seña en el lenguaje de la mafia que significa "cállate" y otro que significa "es secreto".
Cuando me doy cuenta de lo que estado a punto de decir me doy un golpe mental por mi estupidez.
Los gemelos cruzan miradas entre Ana y yo, confundidos.
-Si joder. El de tienda no me quería decir dónde estaba el papel de regalo. Ya sabéis que la semana que viene es el cumpleaños de mi hermano- suelto yo al acordarme de que me había olvidado del cumpleaños de mi hermano.
Los gemelos abren un poco los ojos y luego asienten con la cabeza, a la vez. Otra vez no...
-Esta bien...-dicen al unísono.
Vale esto me empieza a asustar.
-Me dais miedo cuando hacéis eso-decimos Ana y yo al unísono señalandolos.
-Ahora sois vosotras- dicen ellos a la vez, riéndose.
-¡Ahora somos todos!- decimos todos a la vez.
De repente estallamos en carcajadas al darnos cuenta de lo estúpidos que somos.
-Bueno vámonos. ¡Tengo hambre!-dice Derek frotandose la barriga y quejándose como un niño pequeño.
Nosotros tres nos reímos y entramos en el café.
*Fin Flashback*
Después de 7 años conseguí que mi hermano dejará aquellas carreras, pero seguía teniendo deudas. Aunque él no lo sabía. Así que hasta el día de hoy he tenido que seguir trabajando para esa Mafia. Aunque ya me he acostumbrado y he de admitir que el entrenamiento que nos dieron me fue muy útil. Ana y yo formamos parte de la ocupación más alta que se puede conseguir. Somos casi como la mano derecha del jefe. Solo que no nos cae muy bien.
Ya solo me queda una misión para terminar con todo esto, y me da un poco de pena dejar la banda.
De repente siento que alguien me zarandea suavemente desde el hombro derecho.
Parpadeo un par de veces volviendo a la realidad y me giro hacia la persona que me movía.
Álex está mirándome fijamente con el ceño fruncido y una clara expresión de confusión.
-¿Que?¿Porque me miras así?- digo ya cansada de que mire tanto.
-¿Qué narices te pasa? Llevas toda la mañana como... Ausente. ¿Estás bien?-dijo preocupado.
Casi se me escapa una sonrisa al ver lo preocupado que estaba así que decidí sacar provecho de esto.
-No puede ser- digo abriendo mucho los ojos fingiendo sorpresa.
-¿¡Que!? ¿¡Qué pasa!?- me dice asustado.
-¿El famoso Álejandro está precupado por mi?-pregunto con una sonrisa traviesa.
De repente sus ojos se abren de forma que creo que le explotarán dentro de nada y su cara toma un color rojo tomate.
-¿¡Q-que d-di-dices Eli!?-tartamudea. Carraspea para acomodar su voz y creo que no tardaré nada en explotar-¿Que te has fumado por dios?¿Yo?¿Preocupado por ti?¡Jamás!-dice intentando ponerse firme.
Yo no puedo aguantarme más y estallo en carcajadas. Todos se giran a mirarme como si estuviera loca, pero me da igual.
Álex suelta un suspiro muy sonoro desde su sitio.
-No es mi culpa que te haya afectado tanto la discusión con tu mejor amigo-dice por lo bajo pero yo consigo escucharle.
Paro de reírme de golpe y creo que me atraganté con mi propia saliva al inspirar tan fuerte. ¿Cómo sabe él lo de la discusión con Brais?

Perdida En Su Sonrisa [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora