"Querido Kenny"
Dos simples palabras comenzaron una historia. Dos simples palabras encendieron dos corazones. Dos simples palabras se volvieron una obsesión.
En las cartas se pueden transmitir millones de sentimientos, sensaciones, anhelos, convirt...
Me encantas tanto, me siento tan perdida, simplemente ya no puedo soportarlo más ¿Sabías que te ves tan radiante al sonreír? ¿Sabías que tus pupilas se agrandan cuando vez que alguien te regaló un poco de su comida? ¿Sabías que me muero por besarte?
No puedo evitarlo, mis amigos están cansados, dicen que mi comportamiento me hace ver como si estuviera loca, pero no puedo dejar de hacerlo, con solo verte mi corazón hace ¡Boom! Ellos se ríen, dicen que no debería emocionarme, después de todo tu reputación no es la mejor que digamos, todos te conocen por ser mujeriego.
No me importa, no me importa que mires a otras chicas, que las beses y abraces, que te acuestes con todas; no me importa porque... No eres mío.
Me duele admitirlo, siento que se hace un nudo en mi garganta, que mis lágrimas amenzan por salir. Pero no puedo decir nada, tú no me amas, pero tu... Tú...
No lo sé, me enamoras con cualquier cosa que hagas... Es algo que me cansa demasiado.
Te amo...
-Anónimo"
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Kenny decidió leer la carta al llegar a casa, se percató que esta era diferente. Habían lágrimas que evitaban que se leyeran algunas palabras, sentía culpabilidad ya que había hecho que una chica llorara por él.
Sentía la necesidad de saber quien era, así que llamó a Kyle. Le explicó que no podía soportar más la intriga, Kyle suspiró, le respondió que estaba de acuerdo, que le ayudaría a saber.
Así que se alistó para dormir, a la mañana siguiente se encargaría de averiguar quien era.
