"Querido Kenny"
Dos simples palabras comenzaron una historia. Dos simples palabras encendieron dos corazones. Dos simples palabras se volvieron una obsesión.
En las cartas se pueden transmitir millones de sentimientos, sensaciones, anhelos, convirt...
Parece que estás empezando a desesperarte, pero el juego aún empieza. Kenny, la magia de estas cartas es que son anónimas, si descubres quien soy estoy segura que me odiarás.
Te amo, con todo mi ser. Pero tú... Ni siquiera sabes que estoy junto a tí...
Te pido que si continúas haciendo esto no te decepciones de lo que te encuentres.
-Anónimo"
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Los dos chicos se encontraban en un lío. Kenny intentaba comunicarse con ella a través de papeles pegados en su casillero. Sin embargo, la chica, se negaba a exponer su rostro.
El último recurso que encontró Kenny fue recurrir a Stan y Butters. Ahora estaban en la biblioteca, intentando entender la situación.
- ¿Desde cuando recibes estas cartas? - preguntó Butters.
- Desde... Dos meses, creo - respondió McCormick.
- Viejo, deberías darle tiempo. Disfruta el momento, ninguna otra chica hará esto por tí - dijo Stan, se levantó seguido de Butters, se fueron hacia sus casas pues las clases ya habían acabado.
El pobre suspiró - supongo que tienen razón... Esperaré un poco más - susurró Kenny, tomando su mochila y saliendo de la biblioteca.
McCormick estaba un tanto decepcionado por la respuesta de su amigo, pero tomaría su consejo.
