IV - Mar de lágrimas y carrera en comité

156 14 5
                                    



Doyoung no asistió a clases en los siguientes tres días, Taeyong tampoco. No era normal en él, pero sentía que si dejaba solo a ese conejo se sumergiría nuevamente en ese lugar oscuro y frío, recordó leer una vez que esos animales podían morir al sentirse solos y así se veía él cuando lo encontró, medio muerto. Los siguientes tres días fueron un completo caos en la cabeza del mayor, ordenar el departamento, limpiar, borrar todo rastro del crimen. Los momentos que le seguían era desplomarse de cansancio y, como cada vez que el mayor se sentaba o se acostaba, DY lo hacía sobre él.

Era imposible ignorar esos cabellos naranja, los acariciaba con cuidado hasta que ambos caían dormidos. Sin duda alguna los días que pasaban juntos se sentían plenos, cocinando juntos, hablando todo el día, viendo películas y planeando salidas futuras. Cuando Taeyong se dio cuenta, había planeado salidas durante todos los fines de semana de los próximos dos meses. Le contó sobre NCT y lo invitó a los festivales y antros en los que se presentarían, en cambio Doyoung le contó que a veces cantaba en un bar y lo invitó cuando fuera, ya que no tenía días fijos para asistir, tan sólo iba y el escenario siempre era suyo por un par de minutos.

Taeyong aprendió algo sobre el pasado del conejo, antes, él estaba en una banda. Recordaba haber escuchado que en el instituto había una y él era el vocalista, pero se disolvió por problemas de ego y cuando eso pasó, se quedó solo. La sala donde siempre lo encontraba era donde ellos solían ensayar, si lo pensaba bien, él parecía ese tipo de personas que no podían desligarse fácilmente del pasado. Aunque siempre lo veía sonreír, no era cierto. Recordó algo que escuchó una vez, no sabía exactamente dónde pero eso no importaba... "las personas que siempre sonríen son las que se sienten más tristes". Doyoung era una de ellas.

Como se hizo costumbre por esos tres días, no sólo compartieron la hora del baño, sino también la cama. Apagaban la luz, se acostaban y DY tomaba un control remoto que subía las persianas para ver las estrellas. Conversaban por largas horas mirando hacia la ventana, las estrellas, los edificios y sus luces, mientras Taeyong abrazaba por detrás el delgado cuerpo que se apoyaba en su pecho, ¿cómo había llegado a un punto tan íntimo? No lo sabía, pero se sentía tan vivo en aquel momento, todo estaba tan bien que no le importaba. Se sentía bien sintiendo su aroma, su calor tan particular, su toque, escuchar su voz en todo momento, ¿eso es lo que quería? La respuesta llegaba cuando DY sonreía, sí, eso era lo que quería.

Estaba enamorado, Johnny y Yuta tenían razón.

La última noche Doyoung aceptó volver a clases, pero con una condición, Taeyong tendría que acompañarlo al bar donde solía cantar de vez en cuando. No sabía exactamente a qué se vería enfrentado, con NCT no es que frecuentaran los mejores lugares, pero el conejo no le daba mucha información sobre el sitio, ¿cómo debía ir vestido? Ni siquiera traía ropa, no había abandonado el lugar desde que llegó ese día, por lo que lo único suyo era el uniforme limpio que colgaba en el armario de DY, junto al adverso. Como todos los días, utilizó ropa de Doyoung.

Se dejó vestir por él, una chaqueta de mezclilla, unos pantalones negros, una camiseta gris y unos botines negros. Todo muy básico, pero era un buen conjunto. En cambio, DY utilizó una boina negra, una camisa blanca y jeans, no debía ser un lugar en el que debiera estar protegiendo al menor. Aun así estaría atento, un bar no era un lugar seguro, las personas que iban a esos sitios no eran exactamente personas que sólo quisieran beber.

Los minutos pasaron rápido, salieron y se dirigieron al lugar, por supuesto TY tomó la mano del conejo todo el trayecto y, cuando vieron la puerta del pequeño bar tras los escalones que descendían, ajustó el agarre listo para el ambiente que fuera. Para su sorpresa fue muy agradable, pequeño, iluminado y las personas sólo parecían conversar. Era uno de esos lugares donde iban personas que no entendía, que hablaban de arte y temas extraños, sólo entendía de música. Un señor les dejó pasar y saludó al menor, vio sus manos tomadas y observó a Taeyong con interés, casi como un padre detallando al novio de su hija... pero él no se parecía al menor, no era posible que fuera su padre.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 12, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Wonderland [TaeDo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora