Murui entró al gimnasio, y vio cómo los jugadores de su escuela se dirigían hacia los vestidores. En realidad solo tenía los ojos puestos en el peliazul, quien de repente miró sobre su hombro chocando con los orbes cafés de la chica azabache. Su mirada era desinteresada y vacía, pero ese gesto bastó para que Murui quisiera huir... Y eso hizo. Fue directamente al acceso de las gradas, interrumpiendo el contacto visual con el ojiazul.
Aún en los pasillos internos del gimnasio, Aomine miraba el lugar donde antes estaba la chica de cabello negro. No entendía porque había escapado de su mirada, y tampoco le interesaba mucho, lo que realmente captó su atención fueron sus manos y rodillas vendadas.
- Dai-chan - el basquetbolista volteo desganado hacia la chica de cabellos rosas - ¿Qué sucede?
- Nada - respondió después de unos segundos, y siguió al equipo que al fin se ponía en movimiento. Mientras, Momoi trató de buscar lo que había captado la atención de su amigo de la infancia, sin éxito.
El juego aún no empezaba y Murui ya sentía como le sudaban las manos y la frente. Era la primera vez que estaba en un partido y no estaba segura de si debía estar ahí o no, o de cómo actuar ¿Qué debía hacer? ¿Cómo se supone que los iba a animar? ¿Debía animarlos, o con ir era suficiente? ¿Había alguna porra de TOO que debiera gritar? ¿Aomine la notaría si hiciera eso? ¿La había notado antes?
-¡Deja de pensar! Eres molesta - se dijo a sí misma mientras revolvía sus cabellos. El gimnasio no estaba lleno, pero sí había un poco de público, y unos pocos aplausos se escucharon cuando ambos equipos se dejaron ver en la duela. Murui de inmediato reconoció a uno de los jugadores del equipo contrario - ¿Midorima?
El chico alto de cabello verde sostenía con una de sus manos una figura de cerámica con la forma de un mapache. A su equipo no parecía importarle, y es que ya estaban acostumbrados a las extrañas manías de su jugador estrella. Sin embargo, dicha figura si capto la atención de los jugadores de TOO, excepto la de Aomine y Momomi.
- ¿Por qué ese chico trae un mapache? - preguntó Wakamatsu.
-No lo sé, no le des importancia. Cada nueva generación es más rara que la anterior - respondió Imayoshi, y no pudo evitar lanzar una mirada hacia Sakurai y Aomine.
Ambos equipos se encontraron frente a sus respectivos lugares. Algunos tomaron asientos y empezaron a vendarse los tobillos, unos cuantos pedían favores a los novatos, y otros simplemente se dedicaron a esperar a que el partido comenzará.
- ¿No vas a saludar a Shin? - preguntó Momoi acercándose a Aomine, quien era el único jugador del equipo que estaba de pie.
-¿Saludarlo? ¿Para qué? - respondió reacio.
-Eran amigos - objeto Satsuki algo molesta, pero Daiki simplemente ignoró su tono de voz. Sin embargo, la palabra "amigos" resonó en su mente una y otra vez - ¡Hola Midorima! - saludo de repente Momoi, y Aomine tuvo un leve momento de impresión debido a la inesperada presencia de Shintarou.
-Hola Momoi - saludo Midorima con seriedad. El peliverde no era muy expresivo, Aomine así lo recordaba, pero eso no evitó que en el fondo le diera gusto hablar con un viejo compañero de juego... Aunque, por supuesto, no era algo que fuera a expresar - Aomine.
- Midorima.
La tensión estaba en el aire, Midorima y Aomine se miraron mutuamente por varios segundos, aunque a Satsuki le pareció una eternidad. Tal acto también llamó la atención de Murui en las gradas.
- Espero que sigas en forma.
- Hmp, no necesitas preocuparte por eso.
- Tan confiado como siempre.
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Playball With YOU [En Emisión]
RomanceAomine Daiki ¿Cómo podría olvidarlo? ¡Claro que no puedes olvidar a alguien como él! Solo que... Ahora, Aomine está, algo... diferente. Nota: Voten y comenten. No me gusta dejar comentarios al final de los capítulos, así que aprovecho este espacio...