Pov: Wil.
Aún era temprano. Me hallaba sentado al borde de la piscina escolar con los pies dentro del agua. Trato de relajarme y prepararme para el terrible descontrol que se avecinaba conforme pasaban los segundos. Ser instructor ya no parecía nada fácil; controlar a un montón de chiquillos de secundaria 6 horas seguidas, es un dolor de cabeza al llegar a casa... bueno, no siempre.
Perdido en mis pensamientos y sin apartar la vista del ondeo cristalino en la piscina, unas manos delgadas empujan mi espalda desnuda, precipitándome contra el agua. Aguanto la respiración unos segundos antes de emerger a la superficie hasta la nariz.
-Despierta fortachón, tus alumnos no tardarán en llegar.-dice aquella chica de voz traviesa, cabello ondulado color chocolate o tal vez un rubio muy apagado, ojos almendrados; verdes con destellos dorados y marrones que destacan sobre su tez pálida con diminutas pecas esparcidas por sus mejillas y nariz.
-Hola Miyuki- rio y nado hasta la orilla para salir de la piscina.-Solo estaba algo ido, no dormido. Otra cosa es que me quieras ver mojado.
-Ya ya. Me atrapaste. –Ríe y el pequeño hoyuelo en su mejilla se hace más notorio que antes- Un poco de fanservice para tus alumnas no está de más.
Ruedo los ojos y paso a su lado revolviendo su cabello. Miky y yo nos conocemos desde la escuela primaria, pero fuimos amigos desde secundaria, donde ella me mandó a la friendzone. De forma indirecta, peor que un golpe bajo. No lloré, ¿cómo creen? Un chico rudo como yo no llora. Bueno, tal vez un poco al comer helado de napolitano frente al televisor mientras veía la saga de Eclipse, aquella de vampiros que ella tanto adobara... Pero no duró más de un fin de semana. En preparatoria ese tema quedó superado en un 99.9%, aunque antes de irnos de intercambio de Venezuela, a ella le tocó estar en la friendzone. No lo vean como venganza, es solo que ya no sentía lo mismo después de tres años. Bien dicen que la vida es como una montaña rusa, subes, bajas, das giros de 360° y alguna que otra vuelta.
-Si claro, a las alumnas- bromeo secándome un poco con la toalla antes de ponerme la playera- ¿Pasa algo?
-¿De qué o qué?- pregunta nerviosa jugando con un mechón de su cabello entre sus dedos.
-Pues no es usual que vengas a verme antes e clases. Normalmente vienes por un consejo o una terapia de psicología cuando algo te aflige o preocupa.- la miro preocupado notando que sus mejillas tenían un leve rubor. ¿Estará enferma? Solo espero que no me encargue a su clase de básket en mi hora libre, todo menos eso.- ¿Miky?
-Eh.. no, yo...ah..te.. eh...-bajo la mirada un momento y empieza a mover las manos, lastima que no entiendo lenguaje a señas.
Alzo una ceja y me cruzo de brazos esperando su respuesta. Ella bien sabía que estar con los de preparatoria no me agradaba en lo más mínimo. Mucho menos bajo el sol una hora entera. Cambio el pie de apoyo rogando que no haga aquella usual pregunta, pero su rostro enrojece un poco más y sus murmuro cada vez más rápidos y bajos. Me inclino un poco hacia ella y pega brinco dejando su rostro peor que un tomate. Abre y cierra la boca como pez, señala el techo esperando que caiga en ese viejo truco y sale corriendo evitando tropezar con los alumnos. Miro perplejo como huye y saludo a los pequeños demonios acuáticos sin percatarme que un grupo de chicas con el ceño fruncido me rodean por completo.
-¿Qué le hizo a la entrenadora Miyuki, profe?- pregunta una de las chicas llamando mi atención, Ashley si mal no recuerdo por su rubia cabellera.
-¿De qué o qué? Ella me tiró a la alberca después empezó a murmurar cosas y se fue. Soy inocente- explico sin sentido mientras alzo mis manos hasta mis hombros.
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Lazos
Teen Fiction"Te va a doler... pero no querrás que lo saque..." D-Cansado de ser visto como un objeto de placer ajeno. W-De mantener cuerda una familia donde cada uno vivía como quería. E-Tener aire fresco a mitad de parque por una peda. N-Escapar de una familia...