Nisiquiera se cómo empezar. Todo fue tan mágico...
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La mirada de todos estaba encima de mi. Trague saliva, respire y comencé a hablar.
- Bueno, este proyecto está enfocado para las enfermedades mentales. Aquellos mitos falsos que se transmiten de generación en generación y además...- un chico entro por la puerta del auditorio llamando la atención.
Era taehyung, mi mejor amigo. Quién siempre estaba apoyándome.
- ... La depresión en una enfermedad que enfrenta un gran porcentaje de la población al rededor del mundo...-
La carrera de psicología era mi sueño desde pequeña. Tenía el placer de poder ayudar a otros, para ayudarles encontrar la felicidad. La verdadera felicidad...
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- Alguna pregunta antes de terminar? - miré al auditorio sin encontrar respuesta. - Entonces doy por terminada está conferencia, muchas gracias.- la gente se puso de pie, haciendo ovaciones.
Al final, todo había salido perfectamente bien. Cómo tae me lo había dicho...
- Te lo dije no es así? Lo hiciste perfectamente bien. - se acercó dándome un abrazo.
- Gracias tae...- dije casi en su oído.
El me miró sonriente. - Por qué? -
- Por estar aquí a pesar de que mañana tienes un concierto con la orquesta sinfónica y deberías estar ensayando. - le miré feliz.
- No te preocupes, ya lo tengo ensayado desde hace meses. Y además, no importa mucho. -
- Que no importa mucho? - fruncí el seño - El próximo concierto es tu pase directo a la universidad de música en Alemania. Deja de decir boberías...- golpee su hombro levemente, haciéndome la ofendida.
- Oye! Y eso que? Si me voy quién te dará aliento para que sigas adelante tonta? Si no fuera por mí, ahora no fueras una gran psicóloga. O tengo que recordarte que querías dejar la carrera por qué estabas apunto de hacer una estupidez?...- dijo en voz alta, con tono de regaño.
- Ya puedo cuidarme sola. Y si, lo recuerdo y te lo agradeceré de por vida, así que no tienes que recordármelo. El pasado se queda ahí, en dónde está. Ok?...-
- Tonta. - suspiro - vallamos a comer algo si? La gran psicóloga debe estar hambrienta...- tae me abrazó por los hombros llevándome hacia la puerta.
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Después de comer con Tae, fui a casa en mi automóvil. Ya era bastante tarde y había empezado a llover muy fuerte.
El semáforo se tornó color rojo, a lo que frene. El parabrisas estaba total mojado, a lo que casi no se podía ver nada hacia afuera.
La gente comenzó a cruzar la calle, y un auto se paró justo a lado del mío.
Lo conducía un chico rubio, piel blanca, era como... Irreal.
Me quedé mirandolo un largo rato, como hipnotizada.
- Avanza estúpida!...- el conductor del auto que estaba detrás de mi comenzó a pitar y a ofenderme por mi distracción.
