- Ya estás listo.? Solo recuerda que si lo logras Alemania será tu futuro. Y este es tu sueño desde pequeño, así que vamos! que tienes la suficiente capacidad para lograrlo. Has trabajado en esto desde hace años, tae, tú puedes...- le di un abrazo.
- Te quiero...- sonrió.
- Yo también. Ahora ve y demuestrale que eres el mejor...-
Tae dio la vuelta tomando su lugar. Estaba tan orgullosa de el, y tan agradecida al mismo tiempo... que sentía que las lágrimas saldrían en cualquier instante.
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Al final, el gano el lugar en la universidad de música en Alemania. Cómo era de esperarse, fue el mejor aquella noche.
Fuimos a cenar ramen ese día, lo recuerdo perfectamente.
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- Y cuando te irás? - dije llevándome a la boca un gran bocado.
- El miércoles. Pero me siento triste...- suspiro mientras enredaba un poco del ramen en sus palillos.
- Triste? Es ilógico tae. No hay razón, es tu sueño...- sonreí
- Lo se, pero ya no te veré mas en los próximos 3 o 4 años. Sabes que tan difícil es soltarte?...- me miró serio.
Y de nuevo tocaba el tema del amor. Yo definitivamente lo amaba, pero no como hombre, era más amor de hermanos.
- Tae, por favor. Se cuidarme sola; y si, sé que a veces soy un poco torpe sin querer. Pero soy una adulta y tenemos una vida aparte, así que deja de preocuparte ...- sone relajada.
- No es eso, sabes perfectamente a lo que me refiero. Tu me...- le interrumpi dejando los palillos a un costado del plato.
- No lo digas, creo que lo tengo bastante claro. Agradezco tener el placer de gustarte, pero sabes lo que pienso sobre todo esto...- puse mi mano encima de la suya. No quería lastimarlo, pero tampoco sería justo darles esperanzas cuando no las había.
- Mira, solo quiero dejarte claro lo que siento. Pronto me iré y no quiero que me olvides, solo así. No quiero que mi partida te haga sentirte librada de mi, por qué no va a ser así...- comenzaba a sonar un poco alterado.
- Deja de decir esas cosas, que nisiquiera van al caso. Yo también quiero que tengas en claro algo: jamás me voy a olvidar de ti. Y realmente espero que puedas venir a visitarme seguido...- sonreí manteniéndome relajada. Ante esto me miró sonriendo, y entre lazo mi mano con la suya.
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