Ya había pasado dos semanas desde aquello y no había ningún solo día en que no pensara que él seguía por ahí, riendo y haciendo de padre de todos sus amigos.
En estos días, cada uno hemos estado distantes con los otros, casi no he visto a mi hermano y mucho menos a Adrián. Puede que la última vez que hablé con ellos fue en el funeral, bueno... "Hablar"
Fue un día muy duro. Lágrimas, recuerdos, dolor... No había sido capaz de mirar a nadie, no quería ver a los demás llorar.
En todo este tiempo solo he salido de casa para ir al estudio un par de veces, pero lo malo de salir por la calle era que los paparazzis, me perseguían y me preguntaban por lo sucedido. Los fans cuando me veían, me abrazaban y me daban todo su apoyo, algo que agradecía.
Pero la mayor parte del tiempo lo paso aquí, tumbada en mi cama escuchando música, como ahora mismo. Pero mi música deprimente paró cuando recibí una llamada.
En la pantalla leí "Ina".
-Hola -contesté con una voz ronca.
-Alex, estamos en la puerta, abrenos -colgué después de decir "Voy". No esperaba a nadie, así que iba con mi pijama de los días tristes, el cual he tenido que lavarlo hace días porque ahora lo llevo siempre puesto.
Caminé hasta la entrada de mi casa y abrí la puerta encontrándome con Ina y Natalia.
-Por fin, llevamos aquí cinco minutos -dijo Natalia dándome un abrazo y pasando.
-¿Cómo estás, cielo? -me preguntó Ina caminando conmigo hasta el salón. Yo me encogí de hombros y me senté en el sofá con las piernas cruzadas arriba.
-Viendo que sigues con ese pijama de una pieza, veo que no muy bien -Natalia se sentó en el sillón de al lado. Agaché mi cabeza y sentí mis ojos agüarse -no llores o lo haré yo -volví a mirarles y solté un suspiro para evitarlo, pero aquel silencio fue interrumpido por un llanto, uno que no era mío.
Nat y yo miramos a Ina preocupadas, ella se tapaba la boca.
-Lo siento -dijo cogiendo una bocanada de aire -es que estos días he estado ocupada y no he tenido suficiente tiempo para...para llorar -se tapó la cara con las manos mientras su cuerpo temblaba por llorar. Nat se sentó su lado y le abrazó protectoramente.
Miré la escena entristecida. También era difícil para ella, teniendo en cuenta que Óscar y ella tuvieron algo. No salieron juntos, pero todos sabíamos que algún día lo harían, sabíamos que se gustaban y solo esperábamos el día en que se lo dijeran mutuamente. Pero ese día ya no iba va a llegar.
-Vamos a salir -Natalia se levantó del sofá y me señaló -vistete -
-No, quiero quedarme aquí -
-Si nos quedamos aquí, volveremos a llorar -le apoyó Ina.
-Vamos, Alex -
[Tal vez es lo que necesitas. No puedes apartar a tus amigas, intenta ayudarte]
Acabé aceptando. Salí a la calle con la ropa más sencilla que tenía y con unas gafas de sol para ocultar mis ojeras y ojos hinchados. Solo esperaba que hoy fuera un día tranquilo.
Las tres nos metimos a una cafetería y nos sentamos en la mesa más alejada de todas.
-¿Has visto a Adrián? -preguntó Ina tomando su café.
-No sé nada de él -
Comenzaba a preocuparme. Sé que necesitaba tiempo, como todos, pero al menos quería verle por un minuto.
