Mi Salvación [MD#2]

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     Toda felicidad queda en pausa cuando Alex aparece en la puerta. Encorvado, negandose a mirar a mamá.

- Buen día, hijo - lo saluda ella, dándole un beso en la frente.

- Buen día, ma...

-¿Dónde está Gray? - pregunto. Él me traicionó.

- Sigue dormido - dice papá, mirando hacia mi con mirada maliciosa.

Podía recordar fácilmente aquel día de mi partida...

《 -¡¿POR QUÉ NO PUEDES ESTAR FELIZ POR MÍ?! - grité. Recuerdo haber gritado mucho ese día.

-¡¿POR QUÉ DEBERÍA?! ¡¡TE QUIERES IR AL OTRO LADO DEL PAÍS!! ¡¡¡SOLA!!! - si yo gritaba fuerte, papá lo hacía mucho más.

Mamá intentaba tranquilizarlo. Él ya había roto muchas cosas en mi habitación. Alex esperaba desde atrás, sólo mirando.

Voy hacía él, aún no es mayor. Apenas quince años.

- Estate tranquilo, voy a estar bien. ¿Me apoyas en esto, verdad? - lo abrazo, pero se safa de mi.

- Vas a dejarme... - No me mira -, me vas a dejar con él.

- Alex, papá te ama. Nos ama. Cuando seas mayor podrás venir conmigo, viviremos los dos hasta que te quieras ir. Sólo debes esperar un poco a terminar el colegio...

- No es verdad. Si ahora te vas, él no me dejará en paz nunca - sus ojos se acuaron.

- Alex...

- Te entiendo, hermana. No soportas más estar aquí. Yo tampoco.

Se da media vuelta y se encierra en su cuarto. Volteo a mirar a papá, que me observa con los puños apretados. No le temo a su ira, sé que no me lastimará.

- Papá, no importa cuánto grites - le digo con voz calma -, igual me iré. Lo único que estás logrando... Es que yo ya no regrese. ¿Es lo que quieres?

Aspira profundo, recuerdo ser su niñita, recuerdo jalar los bellos de sus patillas para verlo hacer muecas. Puedo recordar a la perfección el día que llegaron a casa con Alex en brazos...

Recuerdo todo mientras cojo mis maletas y camino a la puerta, por la mirada en sus ojos, él también lo hacía. Gray me esperaba fuera, paciente a que yo llegara a él.

Mientras me despedía de mamá, miro a papá.

- Hasta la próxima, vaquero... - le susurro.

Me frunce el ceño y, dándose vuelta, se va.

Ahora, también puedo recordar que a los dos días, mientras me instalaba en el campus universitario, ellos llegaron allá, papá intimidó a todos los que estaban al alcance. Mamá me ayudó con mis cosas, Alex y yo charlamos como cuando aún estaba en el Instituto. Fue un día agridulce... 》

-¿hija? - Papá agitaba la mano frente a mis ojos -, ¿estás bien?

- Ah... sí. Estoy bien.

Camino hasta la habitación de Gray y comienzo mi venganza.


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En el próximo capítulo llega nuestro héroe. 7w7...