♡7♡

55 5 2
                                    

     Mi papá estaba sentado quieto y silencioso como una estatua en una silla frente a mi cama, yo fingía estar dormida, pero no podía hacerlo realidad por más que estuviera muerta de cansancio y sueño.
     Él me miraba... Solo hacía eso. No había dicho mucho desde que Caín me dejó en la puerta y se fue. Mamá... La podía escuchar en la cocina... Haciendo quién sabe qué. Estaba nerviosa, todos tenían los nervios de punta.
     Alex no estaba aquí. Papá no había dicho nada al respecto. Grayson apareció descontrolado unos minutos después de mi llegada. Papá no me había soltado lo suficiente como para que él satisfaciera su necesidad de abrazarme, él se había ido a buscar a Alex inmediatamente, aún frustrado.
     La casa estaba en silencio. Mi respiración calmada, justo como estaría si estuviera dormida de verdad.
     Escucho a mamá entrar. Sus pasos casi inaudibles, sabía que era ella porque era la única que podía causar alguna reacción en papá.
     -Cariño, vamos a la cama. Ella está segura, aquí, con nosotros.
     -Eso era lo que pensaba antes... ¿En qué momento se jodió todo? ¿Qué hice mal con nuestros hijos?...
     -No es tu culpa. Están creciendo, toman sus propias decisiones. En todo caso la culpa sería de los dos...
     -Claro que no. Has sido una mamá perfecta.
     El sonido de tela contra tela me hace pensar en que la sentó en su regazo. Él suele hacer eso seguido. Le gusta tenerla cerca.
     -Quizás este no sea el mejor momento - comienza. Me tenso, a mamá no le gusta el drama. Esto debía ser cosa seria -, ¿recuerdas que fui con Jane a la revisión con el doctor porque estabas ocupado? Bueno... El doctor me dijo algo...
     Un ruido brusco me indicó el momento exacto en el que papá entró en pánico, fue justo cuando la palabra doctor salió de la boca de mamá.
     -¿Pasa algo malo? ¿Es tu corazón? - la voz de papá temblaba.
     -No hay nada malo en mí. Tranquilízate.
     Sonido de besos... Puaaaaggg. Supongo que algunas cosas nunca cambian. 
     -¿Qué fue lo que te dijo el doctor? - dice un poco más calmado.
     -Estoy en embarazo. ¡Sorpresa!
     Mientras yo estoy en shock total, papá la coge en un torbellino de movimientos y se la lleva a toda prisa del cuarto. Puedo apreciar el esfuerzo descomunal que debió requerir cerrar la puerta de mi cuarto suavemente. Luego la de ellos se azotó.
     Me siento lentamente en mi cama. ¿Mamá embarazada? Vamos a tener un bebé de nuevo en casa. Con todo... No sé si estár feliz o en pánico.

Caín.

     Me quedo absorto mirando mi meñique. El lazo rojo que lo adornaba siendo casi el único punto de color en mi monocromático mapa de tatuajes.
     Me sentía inquieto. ¿Por qué tenía ese imbécil muchacho que arruinar todo?
     -¿Encontraron al pedazo de mierda?
     -No, señor. Lo tienen bien escondido.
     Las ganas de coger mi arma y darle un balazo casi me superan. Pero lo necesitaba para poder encontrar a Alex y recuperar a la chica.
     No había que meter a los viejos en esto. Me encargaría personalmente.
     Después de decidir eso me puse de pie sin ningún otro pensamiento. Entre más rápido tuviera al pequeño cabrón en mis manos, más rápido Larissa estaría en mi poder una vez más.
     En el patio de la casa estaban las motos, quietas en la oscuridad de la noche como esperando pacientemente el momento en que las necesitaríamos.
     Monto en la mía sin esperar a nadie. Habían unos cuantos lugares en los cuales lo podrían tener oculto si es que alguien lo tenía y, de igual manera, también eran lugares en los cuales él mismo se pudo esconder.
     Atravesaba la cuidad rápido como una bala, parando de tanto en tanto para hacer unas no tan amables preguntas de una manera no tan amable. Pero nadie dijo que yo hubiera nacido cordial y buena persona.
     Estaba empezando a frustrarme unas dos horas y lo que parecieron cientos de preguntas con estúpidas y balbuceantes respuestas después.
     En las afueras de la cuidad empezaron los buenos resultados. Algunas personas de mala vida pero de buena lengua habían visto a un chico con la descripción del chico salir de un auto hacía poco en dirección a la fábrica de acero abandonada. Bien, así que ahí está.
     Hago tronar mis nudillos, mis hombros se sienten tensos por las ganas que tengo de golpear algo... O a alguien.
     No podía desquitarme con el pedazo de mierda, sin embargo. Tengo que entregarlo entero para que Larissa venga de buena gana.
     Entro por la parte de atrás de la fábrica y me quedo quieto solo escuchando. Existía la posibilidad de que ya no estuviera aquí o qué tuviera amiguitos pedazos de mierda como él que lo ayudaran a esconderse.
     Veremos.

°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•°•

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 22, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi Salvación [MD#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora