Y el día seis.
Dio comenzaba a dormirse, con el frío, esperando oir la voz de aquel hombre que paro en la ciudad solitaria, pero que encantador hombre.
Sus entre abiertos ojos alcanzaron a ver el asiento del pasajero, parecía mucho más cómodo y las luces de la ciudad pegaban mucho, no debía dormirse, se levantó un poco y dijo.
-"¿Cree que pueda pasarme ahí adelante?"- no alcanzó a distinguir lo que el hombre le dijo, pero con una mueca de mano y el auto estacionado el rubio paso. No se dio cuenta, un enorme charco había ensuciado sus zapatos, hizo un gesto y subió de nuevo.
-"¿Cómo es que alguien tan apuesto, este tan espantoso?"
Definitivamente no era un hombre encantador, al menos era honesto, Dio no contestó.
-"¿Qué le preocupa señor?"- y ahí iba, además de llegar a destinos eran muy platicadores. Bueno al menos se le iría un poco el sueño.
-"Nada."
-"Supongo que esta esperando a que pase algo."
-"¿Qué tendría que esperar."
-"¿Cómo es que alguien tan apuesto este en este estado?"- Dio lo miro, traía una bufanda que le cubría casi todo el rostro.-"Yo también fui joven."
-"Tampoco es que yo nací ayer."- le respondió.- "Sabe, supongo que usted tiene mucha mayor experiencia que yo, si claro que si, es obvio."
-"¿Cómo es que alguien tan apuesto sea tan grosero?"
-"Es la noche, debería estar durmiendo al igual que usted."- no se disculpo.
-"Debería decirle, que si tanto confía en su suerte Sr. Brando, no podrá obtener todo lo que desea."
-"La suerte ya se fue."- miro en la guantera rota, aquel agradable sujeto leía sus libros.
-"Muchas veces el destino juega con nosotros, debería dejar que aquel hombre encantador por fin este a su lado."
-"Mi príncipe encantador le pertenece a todos, ese es el problema. Seguro que usted se molestaría y dejará de..."
-"Dele un final feliz."
Dio se quedo cayado, mirando al hombre, que sabía tanto de esas cosas, que sabía tanto; el automóvil se detuvo y escucho la puerta de atrás abrirse.
-"Señor, ya es tarde, espero que entienda. Además el joven ya había pedido el servicio."
-"No hay problema."- sonrió algo nervioso.-"Falta poco para mi destino."
La puerta se cerro.
-"Buenas noches."
-"Días..."- el taxista permaneció en silencio escuchando a donde el otro quería ir.
Como eco resonó. ¿Cuántas veces no había pensado en darle un final a aquel príncipe que se la pasaba sufriendo? Que cuidaba de un amigo enfermo, que arreglaba jardines, que paseaba bestias sin razón y con tan pureza que con sus gestos hablaba sin decir ni una palabra, como para arreglar mesas y ... estar atrás de un carruaje compartiéndolo con otro príncipe... que va, con su mejor amigo, con su único rey, con el Rey que traía al Sol sobre su cabeza, con el rey de armadura dorada e infinita suerte, con el rey que se la dedicaba a contar las hazañas de un hombre encantador.
-"No es curioso, este joven va al mismo destino que usted"- dijo el taxista pero Dio seguía pensando en el final.
"Pero él es de todos, no podía quitarlo, no podía, por más final feliz que fuese, ese príncipe encantador estaría en todos lados haciendo tantas cosas."
Comenzó a inquietarse un poco.
-"No se lo tome muy apecho, a mi me gustaría ver al príncipe encantador en un buen final."
-"Usted sabe tanto."- rio nervioso.-"Pero creó que a mi no me gustaría, no sería capaz de... "- suspiro.-"¿Cómo le gustaría el final?"
-"Señor Brando, supongo que hemos llegado."- la puerta de atrás se abrió, miro su edificio, sus ojos ámbar se posaron ante aquel hombre que detuvo su auto en la ciudad solitaria, un hombre que sabe tanto, un hombre encantador.- "Yo digo, que debería preguntarle al hombre encantador."
Dio lo miro, saco la billetera.
-"No se moleste, supongo que vio su libro ahí. Casualmente tengo un bolígrafo."- Dio le sonrió. - "Solo ponga, que se lo dedica al hombre encantador, al taxista encantador."
-"Seguro."
-"Sabe Sr. Brando; si tomará a aquel hombre encantador solo para usted, podría crear otras grandes historias. Mis hijos lo quieren mucho, y cuando vuelva a encontrarse solo por la ciudad o el campo, o... donde sea que se encuentre, no dude en hablarme. Aunque, supongo que tendrá usted un final más que feliz."
-"Créame, lo llamaré muy seguido."
-"No lo prometa señor, aunque me gustaría conocer al príncipe encantador."
Dio le sonrió, abrió la puerta para encontrarse con otro enorme charco... bueno, al menos ya tenía sus mocasines desechos pero... una armadura de plata apareció mostrándole su mano, sucia y grande, bajo aquel reflejo tenue de agua pudo ver ... a aquel hombre encantador.
"Y como buen final feliz... 7u7 la noche es joven, usa la."
Jake "tu encantador" Muyhombre
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CHARMING MAN
FanfictionTras tantas rachas de suerte, un joven amo de ella, decide que es tiempo volver a buscar a su mayor amuleto, otro joven que solo se dedica a ser feliz, sin conocer otra expresión más que una sonrisa y ser encantador, simplemente siendo un hombre enc...