–¿Por qué no me dijiste que tenías un gato? –preguntó con la mayor amabilidad posible.
Aira lo observó sin bajar al felino de sus brazos. Hacía unos minutos que se encontraban dentro del departamento mirándose y luego a los animales junto a ellos.
–Te pregunté por teléfono si podía traer a mi gato para que se vaya acostumbrando a su nuevo hogar –dijo con dureza–. Ese hubiera sido un buen momento para decirme que tienes un perro.
Mark recordó no haber escuchando una parte de la conversación que habían tenido. Suspiró e intentó calmarse. Lo que menos quería era que su perro comenzara a pelear y pasarla mal en su propio hogar.
–Tal vez se lleven bien.
–O tal vez se maten entre ellos –acotó con enojo la joven.
–Déjalo en el suelo y veamos.
–¡No quiero que le haga daño! –gritó.
–¡Mi perro no es un salvaje!
–¡Va a matar a mi mascota!
Antes de que pudieran seguir gritándose el animal en los brazos de su dueña se liberó y con sutileza felina quedó en el suelo.
–¡No!
–¡No!
La desesperación de ambos se vio interrumpida por la tranquilidad con la que los animales se acercaban y olfateaban. Sin gruñir ni hacer ningún tipo de movimiento brusco. Después de conocerse cada uno hizo lo suyo. Max se dirigió hasta su comedero mientras el nuevo animal comenzaba a acicalarse cómodamente. Sus dueños los observaban con atención.
–Lo ves –dijo el muchacho mirándola.
Aira entrecerró los ojos y se giró, ignorándolo. Comenzó a tomar algunas cajas y objetos que deseaba acomodar en su nueva habitación. Mark sonrió ante su reacción. Tomó el resto de las cajas y la acompañó hasta llegar al cuarto que sería de ella. Se encontraba aseado pero con un ambiente solitario. Ambos comenzaron a sacar los objetos de las cajas. Él esperaba sus indicaciones para colocar las cosas en el lugar que quisiese.
–¿Qué son esas cosas? –preguntó la joven mientras señalaba una de las esquinas del cuarto.
Mark miró hacia allí y se acercó.
–Son cosas de mi antiguo compañero –respondió mientras revolvía con confianza–. Mañana las arrojaré a la basura.
Sin nada más que acotar continuaron arreglando el cuarto, logrando que comenzara a tener un aspecto mucho mejor. Cambiaron cortinas y rellenaron las estanterías con una buena cantidad de libros. Mark les daba una ojeada antes de colocarlos, haciendo que Aira sonría al verlo tan concentrado. Tenía objetos de plástico con formas de órganos y huesos que colocaba de manera ordenada y cuidadosa sobre la estantería. Había traído unos cuadros para que el cuarto luciera mejor, algunas fotos fueron colocadas en el escritorio junto a su computadora, otras iban en las mesitas que estaban en cada lado de su cama. Aprovecharon a vestir el colchón con sábanas limpias color celeste y colocar varias almohadas sobre él. La habitación ya le pertenecía a alguien.
Luego de varias horas dentro de ese cuarto decidieron ir a la cocina por algo para beber. Mark sacó una bolsa de galletas y las vertió sobre un cuenco de porcelana. Ambos se relajaron y comenzaron a comer.
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Just me (Mark Tuan -GOT7)
Teen FictionLa mente en blanco y la respiración tranquila. Sólo él y la música, su única guía. Cuando un sueño está al alcance de la mano nada ni nadie importa. Todo se vuelve un obstáculo. No hay tiempo para relajarse, tampoco para sentir. Sin otra cosa por l...