–¿Qué haces aquí, imbécil?
Aira observó detrás de ella. Mark se encontraba con el pelo húmedo, el torso desnudo y sostenía la toalla que lo cubría. El rostro de la joven comenzó a sonrojarse.
–Vine a visitarte, amigo –dijo el pelinegro con una sonrisa maliciosa.
–Veo que ya se conocen –acotó la muchacha riendo incómodamente–, así que los dejo. Yo me voy a dormir.
Mark la observó irse a toda velocidad hacia su habitación. Luego sus ojos se dirigieron a los de su amigo, quien aún se encontraba sonriendo.
–¿Hay algo que me quieras contar, hermano? –preguntó Jackson.
El joven lo miró con total seriedad.
–Déjate de estupideces, avísame la próxima vez que quieras venir.
–Lamento haber interrumpido tus buenos días –dijo riendo.
Mark cerró los ojos y suspiró. Hizo señas para que entrara.
–Iré a ponerme ropa –avisó mientras se giraba.
–Vuelve rápido y no hagas cosas pecaminosas, es de mala educación dejar a tu invitado esperando.
Antes de desaparecer por el pasillo le dedicó una seña utilizando uno de sus dedos. Oyó la risa de su amigo.
Entró a su habitación y se colocó la ropa que había dejado preparada para luego de su ducha. Salió de su cuarto y observó la puerta que estaba del otro lado, estaba cerrada. En el momento en que escuchó la voz de su amigo salió del baño y fue directo a ver qué pasaba en la sala, sin siquiera pensar en ponerse algo. Se sentía culpable por haber puesto a Aira en una situación incómoda. Ahora que vivía con una mujer tendría que aprender a ser más precavido y atento con las cosas que hacía. No quería ahuyentar a su nueva compañera.
–Eres un completo idiota –le dijo a su amigo.
Jackson rió sin dejar de mirarlo.
–Te dije que lo averiguaría.
–No averiguaste nada, estás confundiendo las cosas –aclaró seriamente.
–Discúlpeme señor sin ropa –dijo con tono gracioso–. Vamos, Mark. No tienes que avergonzarte, todos hemos tenido esos encuentros de una noche.
Puso los ojos en blanco.
–Es mi nueva compañera, imbécil.
La sonrisa de Jackson se borró.
–¿De verdad? No sabía que estabas dispuesto a vivir con una mujer.
–No tengo problemas con eso –dijo sinceramente.
–¿Cómo se llama?
–Aira –contestó–. Es una cirujana que necesitaba un lugar cerca de su trabajo.
–Así que aceptaste que una linda doctora viviera contigo solamente porque eres un alma caritativa –cuestionó con ironía.
–Sabes que necesitaba el dinero, iban a desalojarme si no conseguía a un compañero lo antes posible. Aira llegó en el momento justo y me pareció lo mejor para ambos –dijo con tono cansado.
La muchacha le había dado el dinero mientras ordenaban las cosas en su nueva habitación. Ahora sólo debería pagar el mes atrasado que faltaba.
–Está bien, hermano –sonrió–. Si tú dices que es lo mejor, te creo. Pero no deja de ser una linda chica.
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Just me (Mark Tuan -GOT7)
Ficção AdolescenteLa mente en blanco y la respiración tranquila. Sólo él y la música, su única guía. Cuando un sueño está al alcance de la mano nada ni nadie importa. Todo se vuelve un obstáculo. No hay tiempo para relajarse, tampoco para sentir. Sin otra cosa por l...