22.That voice on your thoughts

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Habían pasado varias semanas en las que su nuevo acuerdo con Jihae parecía funcionar sin riesgos de ser descubiertos. Dos nuevas muertes habían sido registradas en su archivo personal, mismo patrón. Mucho dinero, gente importante y tatuaje de piedras preciosas. Ninguno de alto cargo dentro de la triple M.

Aún tenía pendientes algunos encuentros después de lo que había descubierto en la oficina del "Diamante". Solo esperaba el momento oportuno para actuar y aquella tarde parecía ser la indicada.
Para su fortuna, el clima sumamente cambiante que tanto había enfermado a ___ lo ayudaba a él a tener una excusa para quedarse en casa.

-Es la tercera vez que lo digo Baekhyun, si no te levantas de esa cama me iré sin ti- Golpeó por tercera vez en la mañana la puerta del joven. Su poca paciencia e irritación provocaron que su tono de voz se elevara.

-Princesa, no es capricho. No me siento bien, creo que es una gripe severa.

-¿Y por qué no bajas y te dejo en el hospital?

-Yo iré solo, tomaré una ducha primero.

-De acuerdo. Llámame para saber cómo te fue.

-Lo haré, dale mis saludos a tu novio -Dijo riendo detrás de la puerta.

-Te odio...

-¡También te quiero! -Grito antes de sentir el fuerte golpe en la puerta principal. Un tiempo después el ruido del motor del coche se fue alejando hasta que se volvió nulo, él tomo sus cosas y se largó a su destino.

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Llegaba a la oficina como todos los días sin novedades de parte de Jihae, se había vuelto costumbre el hecho de recibir todas las noticias del caso en cuanto ponía un pie en la entrada. Como si la chica sintiera apuro por deshacerse de la información. Ella lo aceptaba, pues le ahorraba el trabajo de preguntárselo.

Entro al despacho que compartía con Sehun y cuando cerró la puerta detrás suyo, sintió las grandes manos del moreno acariciando su cintura. Ella suspiro, aunque su mente trataba de negarlo su subconsciente sabía el deseo que sentía por otra noche como aquella. Había pasado tiempo desde aquel encuentro.
El lo había intentado una vez, en una salida al cine. Trataba de recordar que película habían querido ver pero solo rememoraba la tibieza de su tacto cuando tocó su pierna por debajo de la falda, su respiración en el cuello cuando se acercó para lamer el lóbulo de su oreja, el olor a encierro, pop corn, fragancias caras e imitaciones y a peligro, de ser descubiertos en pleno acto. Como si fueran adolescentes que no podían contener su excitación.

Aquellos pensamientos la delataron cuando sus pezones erectos se notaban a través de la tela fina de su sudadera. Y Sehun lo había notado al llevar su boca a su cuello y sus manos a sus senos. Cuando ella dejo salir un leve gemido abriendo sus gruesos labios carmesí, el bulto de su erección se hizo notar al apretarse en su redondeado culo. Ambos lo deseaban y a él no había nada que le impidiera vaciar su escritorio y poseerla encima de aquella superficie color caoba. Lo único que lo detenía era ella, siempre, cada vez que él hacia el mínimo movimiento. Cuando ella cobraba la razón lo apartaba bruscamente de su lado y el frío de su mirada le advertía las consecuencias sin ni siquiera hablar. Como lo hizo en ese mismo instante.

Una vez más el pesado suspiro del joven le causó remordimiento. Se sentía frustrada por el caso de su padre, no había novedades y sus ansias y nerviosismo la hacían volver a su antigua actitud solitaria y oscura. Todos los días luchaba contra ello y no quería apartar a Sehun, pero no se perdonaría jamás no avanzar en el caso por distraerse con pensamientos irrelevantes de ese tipo.
Cuando explicó sus razones por primera vez, el pareció aceptarlo aunque le afirmó que no las comprendía. De hecho le repitió varias veces que lo hacía porque no quería ser el causante de que ella sufriera ese tormento de la culpa. Y ella apreció aquel acto. Pero el verlo todos los días en la oficina alimentaba sus deseos más íntimos y la mirada oscura que él transmitía le decía que sucumbir sería lo mejor para ambos. Pero no ahora. Tenían que esperar.

Last Hope// Oh SehunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora