7 Dias (Rubelangel)

viernes

-Mangel, ¿que haces ahí?

¡¡Mierda!!
Rubén acaba de encontrar a Mangel escondido bajo las escaleras y el sabe perfectamente que el cabron no es nada discreto.

-Na-nada, nada.

-¿De quién te escondes?

-Que no, que no, no me estoy escondiendo de nadie.

Justo en ese momento va pasando Frank con su grupo de amigos y la verdad es que si se esta escondiendo.
Después del montón de mensajes que Frank  le ha estado mandando al WhatsApp, la solicitud de amistad en Facebook y cientos de Tweets, no ha tenido las agallas de contestarle a nada.

Debe distraer a Rubén o se pondrá a gritar su nombre, porque así se las gasta el muy cabron.

-¿Y, que hay de nuevo?
Se recarga en la pared y le da una gran sonrisa. Pero el lo mira con los ojos entrecerrados y se pone a buscar con la mirada a su alrededor.
¡¡Demonios ya lo vio!!
Ruben toma aire y  Miguel rápidamente se abalanza sobre el y le tapa la boca.

-Callate, callate.

Lo arrastra hacia atrás y lo estampa contra la pared, una mano cubriendo su boca y la otra presionandolo contra el muro.
Voltea a ver si Frank ya se ha ido, y si ya va rumbo al patio.
Siente cosquillas en su mano y la retira rápidamente.

-Puajj, eres un asco - Rubén le ha dejado toda la palma ensalivada, la restriega contra su camisa limpiandosela. Mientras Rubén ríe a carcajadas.

-¿Es en serio Miguel? Te estás escondiendo como una colegiala mojabragas de tu senpai

Miguel bufa molesto.                                - Tu no lo entiendes, no se lidiar con esto, yo, yo no se que hacer.

-y nunca sabrás si no lo intentas.

-nunca he salido con otro chico, es decir... He salido con amigos pero nunca en una cita yo... Yo no se que se hace con un hombre.

-sales conmigo todo el tiempo- Rubén se cruzo de brazos y veía a Mangel con burla.

-No seas idiota, obviamente no es lo mismo.

-El idiota eres tu, te estás tomando esto demasiado en serio. El chico solo quiere conversar y conocerte. No te está pidiendo matrimonio. No entiendo por que eres tan cobarde- meneo la cabeza de lado a lado.

Miguel realmente se estaba comenzando a cabrear.
Ahí estaba rubius con su estúpida sonrisita ladeada gritando e insultandolo, tomó su mochila respirando hondo. No quería pelearse con Rubén así que paso a su lado empujandolo hacia un lado dispuesto a irse e ignorarlo.

-¿así que resuelves tus problemas huyendo? Claro como siempre ¿que harás todo el semestre? Esconderte en los baños seguramente - Rubén comenzó a seguir a Miguel y mientras caminaban no perdía oportunidad de seguir picandolo.

-si, seguro eso harás. Escondido todo el semestre ¿ pero que digo? Te esconderas hasta graduarte. Comerás tu almuerzo en el escusado seguramente.

Miguel caminaba a grandes pasos realmente quería ignorarlo.

-Nunca lo creí de ti Mangel, eres un gallina. No tienes agallas, con razón no te duran las novias, quien querría salir con alguien con tan poco carácter.

Listo ahí estaba. La gota que colmó el vaso. Mangel se giro tomándolo de la camisa con fuerza, con el puño cerrado dispuesto a darle un golpe y callarlo de una buena vez. Pero una parte de él sabía que el idiota de su amigo tenía razón.

Lo soltó bruscamente y negó con la cabeza mirando hacia el piso.

-No necesito que me recuerdes lo que soy- dijo en voz baja - se que no soy lo suficientemente bueno para nada y las chicas se decepcionan de mi ¿estas feliz? Ya lo dije. No todos somos como tu Rubén, así que hazme un favor y ya dejame en paz.

Bueno Rubén la había cargado, había querido infundirle valor a Miguel y lo único que logró fue deprimirlo y golpear en su autoestima.
Se acerco y pasó un brazo por sus hombros pero este se removia queriendo zafarse.

-Vamos, Mangel, no te pongas así, sabes que no es enserio lo que te digo. Yo soy el que más te quiero y lo sabes. Solo quiero que lo intentes ¿vale? No es tan difícil. Date la oportunidad si no nunca vas a aprender.

Miguel logró quitárselo de encima.

-Ya que estas tan preocupado de que aprenda ¿por que no me enseñas tu?
Listo con eso tendría para cerrarle la boca. O al menos eso pensó Miguel.

_¿Eh? - Rubén abrió los ojos como platos mirándolo fijamente.

Miguel dio 2 pasos acortando la distancia entre ellos. - Si,¿ porque no me enseñas tu? Instruyeme con tu famoso 7 días. Vamos rubius sal conmigo "Be my coach, rubius"- se dio media vuelta riéndose solo de su chiste, con eso tendría para acojonarlo.

-Está bien.

Miguel continuó riendo y siguió caminando.

-¿Me escuchaste Mangel? Dije que estaba bien. Saldré contigo toda la semana que viene.

Miguel sintió que la sangre se le bajó a los pies, no tranquilo no caigas en su juego.

-sabes que estaba bromeando ¿no?

-yo no, creo que es una excelente idea.

Miguel iba a contestarle cuando Abraham llegó interrumpiendolos.

-Mangel, que bueno que te encuentro, el maestro Revilla te está buscando. Corre se ve bastante enojado.

Miguel le dirigió una última mirada a Rubén antes de echar a correr rumbo al segundo piso. Ya hablarían después con más calma.

Tenía todo el fin de semana para acomodar su pequeño desastre tanto con Frank, como hacer entender a Rubén de que no hablaba en serio.