recuerdo

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Rubén llegó a su casa tras dejar a Miguel en la suya.

Subió a su habitación y se dejó caer pesadamente en su cama.
Llevo un dedo a sus labios los cuales le cosquilleaban después de besar en la mejilla a Miguel.

Había pasado ya un tiempo desde la última vez que lo había besado, cuando eran niños lo hacían y  les parecía lo más natural del mundo.

Rubén sonrio recordando que después de todo Mangel había sido su primer beso y el el de el , Miguel tenía 6 y el 7.

Una tarde se encontraban en casa de Rubius viendo por 2 vez en el día el rey león.
Rubén ya estaba fastidiado, el quería ir al patio trasero a jugar a la guerra pero después de comer Miguel se dirigió hacia Bente la madre de Rubius y le pidió si le podría poner la película.

Bente adoraba a Miguel.
Se había ganado totalmente su cariño ya que era un niño tan pequeño y lindo, educadito siempre decía por favor y gracias. Además de que Miguel cortaba flores y se las llevaba en cualquier bote que encontraba.
Adorable simplemente adorable para Bente que difícilmente se resistía a los encantos del niño de cabello negro, mejillas sonrojadas y grandes ojos negros.

Rubén enfurruñado pateo unos cuantos cojines, se paró delante de la televisión viendo a Miguel de brazos cruzados pero este ni siquiera parpadeo, estaba concentradisimo, con la boca abierta viendo como Mufasa era traicionado por Scar.

Bente se acercó hacia ellos.

-Ruben tengo que ir al súper a traer lo de la cena, tardaré más o menos 1/2 hora, voy a cerrar las puertas y tienen prohibido entrar a la cocina ¿ok?

-como sea- contestó enfurruñado encogiendose de hombros.

Bente le dio un coscorron, se acerco hacia Miguel el cual lloraba en silencio viendo como Simba encontraba a su padre muerto, le dio un beso en la cabeza y le acaricio las mejillas. Rubén vio a su madre con molestia mientras sobaba su cabeza.

Bente lo ignoro y salió dando un portazo.

Rubén mordió su labio nerviosamente, esta era su oportunidad.
2 semanas atrás había estado husmeando en el cuarto de sus padres, arrastrándose bajo la cama encontró un ladrillo suelto y el lo quito con curiosidad. Debajo habían algunas cosas.

Fue sacandolos uno a uno empezando por una revista, la hojeo pero solo había mujeres en ropa interior. Nada del otro mundo para el que estaba acostumbrado a ver a su madre así constantemente.

Metió de nuevo la mano esta vez sacando un extraño objeto largo de hule que tenía un botón en la parte de abajo, lo encendió y este comenzó a vibrar, - que juguete tan más extraño - pensó, lo apago y lo dejó a un lado.

Sacó del escondite unos paquetes metálicos, destapó uno encontrándose con una especie de globo aceitoso de color rosa. Se lo llevó a los labios para inflarlo, fresa el globo sabía a fresa, lo chupo un poco antes de guardarselo en el bolsillo de su camisa.

Metió la mano una vez más encontrando papeles blancos y suaves, una bolsa de hierbas que olían justo como los cigarros que su padrino fumaba cuando tocaba la guitarra con su banda, una película que mostraba en la portada a una mujer de grandes "bubis" como el les llamaba y una más pero esta se veía bastante aterradora, la portada era negra con unas X rojas. - debe ser de terror- se dijo en voz baja, se moría por verla para ver de que trataba. Iba a ponerla en el reproductor de sus padres pero si lo descubrían lo castigarian, no mejor no se arriesgaría. Regresó todo a su sitio colocó de nuevo el ladrillo y bajo justo a tiempo ya que su madre al oír todo tan tranquilo estaba a punto de subir a buscarlo.

¡Pero ahora era su oportunidad!
Subió rápido las escaleras, sacó la película de su escondite y regresó a la sala donde Miguel que cantaba en voz baja Hakuna matata.

7 Dias (Rubelangel)Where stories live. Discover now