#1 Parte.
- ¿Acaso nunca haces nada bien? - un golpe seguido de un dolor intenso a un lado de la cadera me hizo casi caer al suelo - ¡Ya te lo he dicho demasiadas veces! - otro golpe se presentó, esta vez en uno de mis omóplatos, inmediatamente caí con violencia sobre el fino pasto del claro, mis patas traseras ya no aguantaban más, solo me mantenía sobre las delanteras hasta que estas colapsaron por el dolor y el peso de mi cuerpo.
- ¡Ya no sé cómo hacértelo entender! - dijo aquél chico alzando la pierna briosamente para luego pisar mi cuello con mucha fuerza, la suficiente como para hacerme respirar con difícultad.
- Escucha... no quiero tu ayuda, no quiero que estés a mi lado y por supuesto, no te necesito - un ligero alarido salió de mi garganta a lo que aquél chico presionó aún más fuerte su zapato contra mi - Nunca fuiste nada para mí, no me importa si mueres y no me importa si cualquier rastro tuyo desaparece de la faz de este mundo - en ese momento le miré, le miré al fin a aquellos orbes oscuros de los que me había enamorado perdidamente, mis ojos verdes se habían tornado más oscuros y llorosos, expresaban un dolor puro, uno que iba más allá de lo físico, un dolor que me hizo olvidarme por completo de mi magullado cuerpo.
- Ya... querías la verdad, pues allí la tienes - musitó el chico, sus frías palabras atravesaron mi corazón como si de una tormenta de espinas se tratase. Me levanté trastabillando, todo me ardía demasiado, agité las plumas desprolijas de mi cuello intentando disminuir el dolor, no podía apoyar mi pata delantera izquierda, pues siempre cojeaba mucho desde desde que mi memoria me permite recordar. Me alejé como pude de él y le miré desde una distancia corta, portaba un semblante serio como...como si me afirmara sin remordimiento todas sus declaraciones. Yo solo contuve mis lágrimas desviando la mirada hacia el horizonte, perdiéndome por completo en aquél imponente bosque. Caminaba en línea recta con la mirada perdida y en completo silencio, no pensaba en nada, no sentía nada más que mi alma destrozada retumbando agonizante dentro de mí.
"¿En serio me lo merecía?"
Empecé a caminar un poco más rápido mientras miraba fijo el horizonte, percatándome de que los árboles se tornaban oscuros y adoptaban un aspecto seco poco a poco mientras que la tierra cada vez se volvía más cobriza y dura...
"¿Cometí un error?...uno...¿imperdonable?"
Empecé a trotar, cada vez iba más rápido mientras que esquivaba cada rama que se atravesaba en mi camino.
"Acaso...¿alguna vez lastimé a alguien?"
El viento lleno de hollín golpeaba mis pulmones, chocaba con fuerza haciendo bailar mis plumas que se fundían con mi rústico pelaje marrón, que antes solía ser brillante y sano. Corría por el bosque muerto a toda velocidad, con algo de difícultad gracias a mi "pata mala", las ramas me pinchaban la carne causando grietas sangrantes en mi piel, cerré los ojos con dolor mientras en mi mente se repetían todas y cada una de las palabras que "él" me había dicho.
"¡Nunca fuiste nada para mí!"
"No me importa si desapareces"
"¡NO ME IMPORTA SI MUERES!"
De golpe me encontré en el suelo, un tronco se había atravesado en mi camino, mi pata izquierda se había enganchado en una hendidura de este fracturándola por completo, forcejee contra el tronco gritando como si de un águila moribunda se tratase soltándome al fin, con mi pata destruida y aún más inservible de lo que ya estaba.
Miré al suelo con impotencia, cayendo poco a poco ya sin fuerzas contra la dura tierra, pequeños gritillos de dolor abandonaban mi seca garganta haciéndoles sonar rasposos, no tenía a donde ir, no tenía a quién acudir, estaba perdida... solo me resigné... solo me rendí.
*Nota de Nimbo: Uy miren quién apareció, buenas mis lectores, ¿pensaban que esta lagartija blanca había muerto? ¡AH-JA! pues no, pero mi inspiración sí.
Les debo una disculpa por no haber actualizado, la universidad y todo tenían a este pobre dragón vuelto loco, aunque ya logré estabilizar mi "atareada" agenda y publicaré más seguido.Se les aprecia. <3
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Los Relatos de Nimbura
FantasiaEscritos y poemas varios, que nacen cuando me aburro contemplando el cielo o simplemente cosas que salen de mí por pura inspiración acumulada, historias y cuentos más que todo centrados en un ambiente medieval y fantástico.