Capítulo 8 *Desposar*

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Capítulo 8

Al salir de la oficina de Undertaker, me topé con Sebastian bebiendo algo de té.

- Al fin terminó, princesa – dejó la taza de té a un lado y se acercó hacía mí- recuerde que tiene clases de magia con el tutor en diez minutos – asentí, estaba demasiado pensativa como para responderle.

- Sebastian, la situación es peor de lo que parece – murmuré, no quería que aparte de los tres reinos y Sebastian... se enterase nadie más sobre la situación.

- Entonces vamos – salimos del piso, nos despedimos del mayordomo y nos encaminamos hacía mi cabaña.

Estaba realmente pensativa, necesitaba respuestas y por ende soluciones rápidas y eficaces. Ahora si que menos que me puedo poner en evidencia. Todos aquí son sospechosos...incluso Sebastian.

Aunque... ¿Y si el quiere apoderarse del trono mediante un matrimonio conmigo y luego asesinarme para hacer lo que le plazca? ¡Deja de sospechar de Sebastian, joder! Es el único "aliado confiable" que tienes por el momento. Piensa con cabeza fría_______, No supongas de forma apresurada sin tener evidencia sólida.

Tomé una calada de aire para poder despejar mi mente, pero eso solo hizo que me llegase un asqueroso olor a perfume barato. Rodé los ojos.

- Sebastian, cielo. ¿No crees que estás llevando esta diversión muy lejos? – mordí el interior de mi mejilla, tenía demasiadas cosas en las cuales pensar, en vez de un buen insulto para Monique.

- ¿Diversión? - una sonrisa típica de él, esa sonrisa que te dice "perra, por favor" – Hay muchas diferencias en el universo, Monique. Y esas diferencias son las que hacen este lugar tan intrigante. Te lo explicaré – la tomó por la barbilla y se acercó, DEMASIADO a sus labios -tu, eras mi diversión. Ella... es mi futura esposa – la soltó, para luego cargarme estilo princesa

- ¡Oye, bájame de una puta vez! – negó lentamente

- Ese no es el vocabulario de una futura reina del infierno, tendré que castigarte – mierda...

Nos alejamos de Monique y al hacerlo... nos metimos en un jodido lio.

Al llegar a la cabaña, recibimos una clase de notificación.

- "las actividades han sido canceladas" – leí en voz alta, miré a Sebastian.

- Al parecer, la reina de Dunell, necesita hacer un comunicado y ha cancelado el campamento, por llamarlo de alguna forma. - me dejé caer en el suelo, tengo un muy mal presentimiento

- Mierda – murmuré...

El viaje de regreso, a comparación del anterior, fue más corto, sobre todo porque me la pasé durmiendo. Sebastian no se quedó atrás, también se quedó dormido a mi lado.

Al llegar, la limusina que me había traído estaba de vuelta, solté un suspiro.

- Cuando llegues a casa, me escribes – le dije a Sebastian, el asintió y plantó un beso en mis labios, negué, pero al mismo tiempo sonreí. No iba a admitir que me había acostumbrado.

Corrí hacia la limusina y me encontré a mi madre.

- ¿Qué mierdas significa esto...madre? - con gesto reprobatorio me miró.

- Estamos en crisis, _________. Hemos sido capaces de retrasarla ligeramente, pero eso no es suficiente, nos quedamos sin aliados, los reinos de categoría baja y media están comenzando a rebelarse... necesitamos una alianza poderosa, _________. Eres la fiel imagen de tu padre en cuanto a decisiones se trata, por favor. Ayuda a tu reino. – asentí, sabía muy bien lo que debía hacer.

Al llegar al reformatorio y ser ubicados nuevamente en nuestras habitaciones, me dejé caer en mi cama de espaldas.

- Maldita mierda – estaba agotada mentalmente- tenía muy claro cual era el objetivo de mi madre con el sermón de esta tarde. Debía casarme por el bien de mi pueblo. - ¡Y una mierda! Me niego, me niego, me jodidamente niego – suspiré, no quería casarme bajo estas condiciones.

- ¿Cansada, princesa? – me volví y el que estaba en mi puerta era Undertaker

- Si, y mucho, si me permite... descansaré un poco – me encaminé a cerrar la puerta, pero el idiota logró entrar. - ¿se puede saber a qué se debe tanto atrevimiento? – estaba altamente susceptible en ese momento, y si me hacían enojar... habría un cadáver, y no el mío

- Verá...princesa. Su madre...

- La tuya -fruncí el ceño

- Touché – soltó una carcajada, para luego continuar – como venía diciendo, la reina de Dunell, se ha comunicado de forma amable conmigo para hacerme una propuesta que no podré rechazar – tragué saliva

- Interesante, ¿Se podría saber a que propuesta se refiere? – se limitó a sonreír de forma burlona

- Claramente a la propuesta de matrimonio – gruñí

- ¿Sabes, Undie cariño? – relamí mis labios – me vale una mierda gigantesca. Yo escojo a quien mierdas desposar y si me equivoco, pues... es mi jodida responsabilidad de mierda – estaba harta – así que, por favor, la puerta está disponible para ser usada por sus majestuosas manos, gracias y adiós

- Nunca dejas de sorprenderme, ________- Y así mismo salió de mi habitación.

¿Han escuchado la expresión de que una situación no puede volverse peor? Bueno, mi madre entró a mi habitación seguida por su sequito de engendros del demonio, en breve resumen, la maquillista, la modista y todas esas mujeres.

- Arréglenla en menos de 10 minutos- ordenó mi madre

- ¿Es necesario todo esto? – me empezaron a desvestir de forma rápida y algo brusca.

- Lo es, hoy abandonas este internado con tu futuro esposo – mierda.

Había un bullicio estruendoso y molesto en lo que sería el coliseo, sabía que se aproximaba mi "presentación a la sociedad" a decir verdad sería la segunda vez.

- Buenas tardes, herederos al trono, les habla la reina de Dunell. No haré esta ceremonia muy larga, debido a que no debe estar enfocada en mí, esta ceremonia está hecha para mi hija, la heredera al reino de Dunell. - mi madre volvió el rostro hacía mi ubicación- acércate, hija mía. - con la cabeza en alto y procurando no caerme por el largo del vestido... hice mi aparición. Muchos soltaron una expresión de sorpresa, otros simplemente quedaron en silencio, mientras que Monique...

- ¡Es usted muy graciosa reina! ¡pero creo que se ha equivocado! – Mi madre sonrió claramente molesta

- ¿Cuál es tu nombre, pequeña? – traté de reprimir una carcajada

- Monique, heredera al trono del reino...

- Bueno, no nos cuentes tu vida, crac – dije tomando el micrófono, mi madre me miró con gesto entre reprobatorio pero agradecido. – vamos al grano madre – le susurré

- Volviendo al tema. Mi hija, debe desposar y pronto. La situación es clasificada y será transmitidas a cada uno a su debido tiempo. Ahora, hija mía escoge al futuro rey de Dunell...

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⏰ Última actualización: Jul 02, 2021 ⏰

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Reformatorio (Sebastian Michaelis)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora