A lo lejos, la novia del héroe de Konoha se encontraba espiándolo. Así es, espiándolo. ¿Razón? El dichoso rubio hablaba con la princesa byakugan. Al parecer, ésta estaba a punto de declarársele, o al menos eso pensó Mila.
Sin embargo, sus teorías fueron apartadas cuando en menos de un parpadeo, la Hyūga ya estaba huyendo.
Suspiró mostrándose un tanto aliviada y se acercó con tranquilidad disimulada al Uzumaki. Se cruzó de brazos y lo miró fijamente, llamando su atención.
— ¡Mila! ¡Estaba buscándote! —Habló el mayor, con la energía que lo caracterizaba—. ¡Comamos ramen juntos!
Tomó la mano contraria y sin siquiera dejar que ella aceptara o dijera otra cosa, ambos ya estaban caminando rumbo al local preferido del chico.
— Naruto —Mencionó Mila en cuanto ambos resendían en los asientos de Ichiraku, esperando su orden—. Hinata... ella... ¿te dijo algo? Los vi juntos hace apenas un par de minutos.
El contrario arqueó una ceja. Miles de preguntas invadieron su mente.
— ¿Estás celosa? —Se atrevió a preguntar. La curiosidad le invadía, puesto que su novia nunca le había mostrado una faceta como esa nunca.
— Así es —Respondió, con total seguridad y firmeza en sus ojos.
Y sólo aquellas últimas palabras, provocaron que el jinchūriki se sintiera conmovido y atraído por ella. Levantándose de su asiento, se dirigió hacia la contraria y rodeó su cuerpo con sus brazos, aferrándose a la menor.
— Me estás... asfixiando...
— ¡Es que eres tan tierna'dattebayo!
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Lies ― Uzumaki Naruto.
FanfictionÉl, el chico más tierno y dulce que pudo haber tenido en la vida. Y en cambio, ella sólo estaba con él a base de mentiras.