- Aquí no, hablemos en un lugar más íntimo, vamos a tu habitación.- dijo con un tono rudo mientras echaba a andar. Inseguro levanté una ceja y me propuse seguirlo.- Oh, vamos, no me mires así ¿Que te crees que voy a hacer?
- Violarme, asesinarme, cortarme en pedazos y enlatarlos como comida para gatos.
- Los gatos no querrían comerte.
- ¿Insinúas que no estoy bueno? ¿Has visto mi cara? ¿HAS VISTO MI TRASERO?- Pregunté ofendido y bromeando a medias, ahora más aliviado que antes. Mi cuerpo ya no temblaba de terror al estar cerca de ese sujeto, aunque el miedo seguía presente.
- Sí, lo he visto.- admitió con descaro y sin cambiar en lo más mínimo su fría expresión. Yo fruncí el ceño aún más molesto que antes y el le restó importancia con un gesto de mano- Es grande y te pasas toda la clase levantándote de la silla para ver la pizarra. Tendría que estar ciego para no verlo.
- Eres un pervertido. Como te pille mirándome en clase una sola vez más te...
- ¿Te esconderás detrás de una pila de pesas para que tenga que venir yo a salvarte? No te hagas el rudo, no me hagas reír.- me interrumpió airado y con una leve sonrisa en su rostro. Mi cara se puso roja cual tomate y ya no fui capaz de seguir con el tema. ¡Siempre me dejaba en ridículo!
- Eres un borde.
- Y tu un miedoso ¿Porqué has salido corriendo así a última hora?- vi en su cara y en la forma en que apretaba su mandíbula que trataba de ahogar una carcajada. De nuevo, me había humillado a mi mismo con mi exageración de absolutamente todo.
- Pensé que me harías daño... No se que pasó en tu casa pero fue raro y casi creí que me querías matar.
- Quería.- admitió sin gran dificultad, dejándome boquiabierto- Pero fue por toda esa situación, en verdad no planeo hacerte daño. Me caes bien, solo... has sido demasiado insistente respecto a mi secreto. Por eso he decidido contártelo, cuando alguien de los tuyos comienza a acosar a uno de los míos otros se hacen preguntas y se ponen en plan dramáticos y extremistas y hay sangre y muerte y uno tiene que mudarse... Ahora lo entenderás todo. Pero que sepas que te cuento las cosas para evitar problemas, así que partir de ahora debes ser discreto.
La zozobra había vuelto a mi con esas últimas frases. Tenía la boca seca y me temblaban las manos. Ya llegábamos a nuestro destino y me estremecí con anticipación, deseoso y también temeroso de que se me revelara la tan ansiada verdad.
Saqué las llaves de mi bolsillo e intenté abrir la puerta. Intenté, porque mi cuerpo tiritaba tanto que la llave no hacía más que chocarse contra la cerradura sin ser capaz de acertar en la ranura. Sentí el aliento de Yoongi en mi nuca erizándome el vello de todo el cuerpo y de pronto su pecho contra mi hombros. Estaba detrás mío, levemente reclinado hacia mi posición. Su mano se alzó, paralela a mi brazo, y rodeó la mía con una ternura extraña. Parecía temeroso de romperme.
- Tranquilo- susurró lento. Sus labios rozaron por un segundo mi cuello y fue como si mi cuerpo ya no fuera mío. Me sentí tan poseído. Yoongi probablemente podía robarme el alma con un beso.- Después de lo que te contaré estarás alterado así que tranquilízate ahora.
Lo intenté, de veras, pero su voz ronca, su proximidad y su mano moviendo la mía con gentileza hasta hacerme abrir la puerta no ayudaban. Simplemente temblé como una gelatina hasta que se alejó de mí, dejándome respirar.
No es que no me gustara tenerlo cerca, es que me mataba.
- Siéntate- ordenó con voz serena mientras cerraba la puerta. Con llave.
Tenía miedo pero aun así todo aquel protocolo me estaba poniendo de los nervios, quería saberlo todo ya.
- Prepárate una infusión o algo, estás muy nervioso y lo que te voy a de-
![](https://img.wattpad.com/cover/125070992-288-k900816.jpg)
ESTÁS LEYENDO
El don del dolor
VampireHumanos eternos en un eterno sufrimiento; con una sed que no calma al ser saciada. No hay mayor víctima de nuestros colmillos que nuestra propia mente. Dime, Park Jimin, ¿Acaso eres tú el elixir de mi maldición? Parejas: YoonMin, VKook (y NamJin)...